Leira Light [República/Jedi]

Nombre: Leira
Apellido: Light

Especie: Humana
Edad: 16
Facción: La República
Profesión: Jedi
Rango: Padawan


Descripción:
Físico: Es alta, estilizada, cabello largo, castaño (habitualmente recogido en una trenza de raíz, muy cómodo para el combate, aunque el resto del tiempo lo lleve suelto) con una serie de pequeñas y finas trencitas adornadas que salpican su cabello esporádicamente. Su mirada, cuyos ojos son de un intenso color verde esmeralda oscuro, es penetrante y suele escanear todo lo que esté en su campo de visión, por lo que en muchos casos resulta intimidadora. Su físico es el de alguien que está en forma, que no deja resaltar músculos, pero cuya fuerza para tan fina envergadura de sus brazos, puede dejar a más de uno sin aliento.

Psicológica: Posee una gran seguridad en sí misma, en algunos casos puede resultar calculadora y algunos la catalogarían de fría y distante, pero es en parte porque no suele intervenir verbalmente si la situación no lo requiere, ya que prefiere mantenerse a la expectativa, observando y estudiando a los que la rodeen, por lo que la gente suele recibir como primera impresión a una persona bastante altiva. No le gusta hablar de más y siempre que lo hace demuestra una gran inteligencia y sabiduría. No se deja influir, aunque suele siempre valorar todas las opciones antes de sacar alguna conclusión, y es difícil conocerla porque se da poco a conocer por su personalidad más observadora que precisamente extrovertida. Los que han llegado a conocerla, pueden decir de ella que es una persona entregada, sobreprotectora y cercana, muy fiel a sus ideales, además de muy autoexigente y ambiciosa profesionalmente y siempre destacarán la inexplicable sonrisa que guarda incluso para el menos esperado.


Atributos:
Fuerza: 4
Destreza: 7
Sabiduría: 9
Inteligencia: 5
Carisma: 3


Habilidades:
[Solamente los administradores pueden ver esta imagen]Observar: Relacionada con la Sabiduría. Ayuda a detectar enemigos y objetos ocultos, además de una velocidad mayor en el análisis de tu entorno cercano, pudiendo recordar cada instrumento que se encuentra en escena. Esta habilidad se prueba enfrentada contra la habilidad de sigilo.


Dotes:
- Competencia con arma: Sable de luz [Solamente los administradores pueden ver esta imagen]
- Duelo [Solamente los administradores pueden ver esta imagen]


Poderes de la Fuerza:
[Solamente los administradores pueden ver esta imagen] Empujón de Fuerza: El jedi ataca por medio de la Fuerza. El objetivo es empujado y derribado, y sufre daños si impacta contra algo.


Equipo:
- Vestimenta: Uniforme de un cuero marrón flexible, muy cómodo para el combate, que se anexiona perfectamente a toda la figura, siempre con la túnica jedi típica marrón, aunque cuando se reúne en el Consejo Jedi suele llevar trajes muy esbeltos y majestuosos con peinados bastante recatados, que hacen resaltar su belleza y distinción como alguien acostumbrado a moverse en la alta sociedad.
- Objeto Personal: Ninguno por el momento.
- Cinturón Epra: Cinturón de trabajo adaptado por la compañía Epra en el que se encuentran una serie de pequeños compartimentos donde se pueden guardar todo tipo de cosas. Leira lo lleva a juego con su vestimenta y a la cadera, a cuya izquierda suele portar el mango personalizado de su sable láser de hoja amarilla.


Historia:
Leira nació en Alderaan, en el seno de una familia acomodada. Su padre era piloto de las fuerzas republicanas, por lo que se ausentaba muchas veces de casa. Su madre, dedicada a la política, trabajaba en Senado de dicha capital. No tenía hermanos, por lo que pasaba muchas horas sola, lo que la hizo volverse muy independiente.

Desde muy pequeña, a pesar de ser poco habladora, demostraba mucha más madurez de la que un niño de la misma edad podía mostrar. Se fijaba mucho en las cosas y era muy paciente. Siempre prefirió jugar sola, para así poder aunarse con los objetos que usaba para jugar, ella sentía que todos ellos le transmitían algo, era como si le hablaran en un lenguaje propio que ella era capaz de comprender e interpretar. Como herencia paterna poseía una gran percepción y reflejos, y de su madre la capacidad para el análisis y el uso correcto del lenguaje.

Dentro de los muros de nuestro pequeño señorío a las afueras de la ciudad, vivía bien protegida, nunca estuvieron amenazados, por lo que su infancia fue tranquila y segura. Su madre había veces que la llevaba consigo a eventos con los demás miembros del Senado para que se relacionara con los demás niños, a ella le gustaba ir porque el sentirse rodeada de gente la relajaba y transmitía aquello que sobrenaturalmente parecía estar omnipresente en todos los lugares, esa energía la llenaba de paz. Fue en uno de ellos donde una mujer mostró un cierto interés especial por ella. No parecía alderaaniana, su aspecto era ligeramente diferente. Dentro de unas facciones finas, su piel era oscura, llevaba un exótico tocado en la cabeza que tenía tentáculos orgánicos, y sus ojos, de un azul claro intenso, la analizaban de cerca de la misma forma que ella solía hacer con el resto de las personas. El pulso de la niña se aceleró abrumadoramente al presentir la gran cantidad de aquello que habitualmente ella sentía sobretodo en los objetos con los que jugaba. Se estremeció en sobremanera, aquella mujer parecía estar comunicándose directamente con su propia energía espiritual.

- ¿Es usted humana? -Aquella pregunta fue lo primero que se le ocurrió decir a la niña. Evidentemente, a pesar de su corta edad, estaba al tanto de la convivencia de diferentes especies en la inmensa Galaxia, aunque en su planeta la mayoría de habitantes fuesen humanos. Su capacidad de observación no podía determinarle la respuesta, por lo que en este caso le fue conveniente iniciar conversación.

La mujer sonrió.

- Si lo dices por esto... -Señaló el tocado-. La respuesta es que sí.

La niña permaneció observando a la mujer unos segundos más, mientras la segunda parecía estar poniéndola a prueba, como si esperara algo de ella.

- No, no lo decía solamente por eso... -Dijo finalmente la pequeña Leira sin dejar de observarla. Buscaba la forma adecuada de preguntar por lo que estaba sintiendo-. ¿Qué es? ¿Usted lo sabe? Está más patente en usted, más intensa... y me confunde, porque hasta ahora todas las personas que he conocido la tenían más o menos igual... Pero usted...

De nuevo la mujer obsequió a la niña con una nueva sonrisa.

- La llaman La Fuerza... -Respondió con suavidad-. Es la energía que mantiene al universo vivo y en armonía. Latente en todas las cosas, ya sean seres vivos o inertes, todo el mundo sabe o intuye que está ahí, pero solamente unos pocos en todo el universo poseen el don y la capacidad de sentirla y poder comunicarse con ella... E, incluso, con el entrenamiento adecuado se puede llegar a manipular en favor de uno... Y tú, pequeña, eres una de ellos...

Aquellas palabras nunca se le olvidarían a la pequeña Leira. Sus ojos brillaban de fascinación... ¿Se podía sacar partido de aquella facultad? Era una niña bastante peculiar, a diferencia de los demás niños, no tenía vocación intrínseca. Sin embargo, ahora... Deseaba aprenderlo todo sobre la Fuerza...

Al día siguiente, aquella misma mujer, aunque con un atuendo diferente, conservando el mismo tocado, en el que destacaba una larga túnica de color marrón, se presentó en su casa. Casualmente era el día de descanso de su madre y coincidía que el padre también estaba en casa. Tras pasar un rato hablando con los padres, éstos la acompañaron a su habitación y le explicaron que debía marcharse con aquella mujer para convertirse en una Dama Jedi. Aquel título le resultó admirable, sonaba bastante bien, aunque realmente no sabía en lo que consistía, pero si se iba con aquella mujer, estaba convencida de que podría aprender a desarrollar su don, por lo que a pesar de las caras de tristeza de los padres, Leira aceptó más que contenta.

Durante el viaje a Dantooine, lugar donde se encontraba la sede de la Orden Jedi, la maestra Gallia, que así se llamaba, le explicó todo lo que tenía que saber sobre los Jedi, su relación con la República, quienes eran sus enemigos predilectos y la existencia de otros creyentes en la Fuerza que habían tomado un camino alternativo. Además, le mostró algunas cosas que se podían hacer con la Fuerza y le ayudó a desarrollar un poco más su percepción.

Leira siempre ha sido independiente y no le costó mucho adaptarse a su nuevo hogar, la gente que había allí se le parecían bastante, todos allí eran capaces de sentir la Fuerza, allí era universal y, unos más que otros, podían incluso jugar con cualquier objeto aprovechando todo su potencial, por así decirlo, sabían corresponder a lo que les transmitían y utilizarlo en su favor, y Leira quería aprender a comunicarse con ello y ser capaz de sacarle el partido que se merecían.

Bienvenida.
Coruscant es la capital de la República como escribes, mas la sede de la Orden Jedi está en Dantooine.

Corrige ese dato solamente, por lo demás tu ficha está APROBADA

Ups, fallo técnico.

Corregido. Gracias. ^^

Bienvenida.

Buena ficha, espero que el rol sea igual de bueno o mejor. Que disfrutes tu estancia.