Sin mucho que decir
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Sin mucho que decir
Cinco años habian pasado desde que Exan cruzo la aduana del transbordador espacial sin problema alguno, aunque eran reticentes al dejarlo pasar, el propio sujeto tuvo que explicar que debia ir cubierto de dicha forma por una extraña enfermedad de Tatooine.
No era muy corriente aquella situacion pero se habia informado a control para que verificaran la existencia de tal angustia, y curiosamente existia por lo que tras revisar el equipaje encontraron el medicamente para su recuperacion.
Pasado aquello todo fue como la seda, con el poco dinero que llevaba comenzo a trabajar en los bajos fondos de recadero, pese a su aspecto tapado por una toga todos pensaban que pudiera ser peligroso a largo plazo, pero despues de un par de encargos y relacionarse con algunos miembros de la taberna que normalmente visitaba todo fue mas facil para el Tusken oculto.
El alcohol no era su devocion, pero si algunos zumos naturales que el tabernero preparaba para el, ricos en vitaminas y proteinas, no sabia que era lo que tomaba pero era realmente bueno. Paso el tiempo y la amistad entre el encapuchado y los mas asiduos a la taberna se formalizaba con trabajos y algun recado, pero para el como siempre lo mas importante era la informacion, es con lo que le pagaban por los pequeños recados, por los mas grandes incluso se pagaban sustancialmente que despues lo repartia entre sus allegados, asi era el, un autentico samaritano, el unico dinero que tenia era para subsistir.
Hacia poco que habia terminado con un trabajo para un extranjero, le habia pagado con unos cuantos creditos de mas por haber realizdo estupendamente el encargo, no habia matado a nadie, tan solo lo habia capturado, sin derramamiento de sangre o de liquidos vitales (porque a saber que liquido tenian los demas razas en su organismo), con lo cual tocaba repartirlo con los de la taberna para poder disfrutar nuevamente de alguna historia del viejo J.
Algunas horas pasaron entre vinos y zumos de frutas hasta que a uno de los agraciados con la fortuna de Exan se acordo de que tenia un mensaje para el, lo recogio como un encargo cualquiera, abrio el sobre y dentro vio algo escrito, sabia muchos idiomas, hablarlos estaba claro, pero no leerlos, eso era lo curioso del pobre Tusken, alguien tenia que leerselo.
- Oye Mike puedes leerme lo que dice, creo que es Arkaniano...tu que sabes de esto. Dijo con soltura el Tusken aun sentado.
Su colega Mike, un arkaniano como cualquier otro pero metido en mutitud de embrollos de los que Exan le ha sacado a cambio de su servicio, como se solia decir, hay que tener amigos hasta en el infierno.
- Claro, claro Exan, por ti lo que sea....veamos...dice que alguien te busca, no pone el motivo, dice que sabe de tus acciones por la republica y que quiere verte, aunque no entiendo a que viene eso...¿Tu lo entiendes?
- Para nada...¿donde dice que tengo que encontrarme con el?
-En las afueras de los muelles...¿quieres que te acompañemos quiza sea peligroso? Dijo con cierta preocupacion Mike a la vez que cogia su blaster.
- No es necesario Mike, gracias por leermelo, espero que os divirtais por aqui...hasta pronto... Solto dejando unos cuantos creditos mas para que bebieran mas de lo que a ellos mas le gusta mientras marchaba al encuentro con su extraño interlocutor/a
No era muy corriente aquella situacion pero se habia informado a control para que verificaran la existencia de tal angustia, y curiosamente existia por lo que tras revisar el equipaje encontraron el medicamente para su recuperacion.
Pasado aquello todo fue como la seda, con el poco dinero que llevaba comenzo a trabajar en los bajos fondos de recadero, pese a su aspecto tapado por una toga todos pensaban que pudiera ser peligroso a largo plazo, pero despues de un par de encargos y relacionarse con algunos miembros de la taberna que normalmente visitaba todo fue mas facil para el Tusken oculto.
El alcohol no era su devocion, pero si algunos zumos naturales que el tabernero preparaba para el, ricos en vitaminas y proteinas, no sabia que era lo que tomaba pero era realmente bueno. Paso el tiempo y la amistad entre el encapuchado y los mas asiduos a la taberna se formalizaba con trabajos y algun recado, pero para el como siempre lo mas importante era la informacion, es con lo que le pagaban por los pequeños recados, por los mas grandes incluso se pagaban sustancialmente que despues lo repartia entre sus allegados, asi era el, un autentico samaritano, el unico dinero que tenia era para subsistir.
Hacia poco que habia terminado con un trabajo para un extranjero, le habia pagado con unos cuantos creditos de mas por haber realizdo estupendamente el encargo, no habia matado a nadie, tan solo lo habia capturado, sin derramamiento de sangre o de liquidos vitales (porque a saber que liquido tenian los demas razas en su organismo), con lo cual tocaba repartirlo con los de la taberna para poder disfrutar nuevamente de alguna historia del viejo J.
Algunas horas pasaron entre vinos y zumos de frutas hasta que a uno de los agraciados con la fortuna de Exan se acordo de que tenia un mensaje para el, lo recogio como un encargo cualquiera, abrio el sobre y dentro vio algo escrito, sabia muchos idiomas, hablarlos estaba claro, pero no leerlos, eso era lo curioso del pobre Tusken, alguien tenia que leerselo.
- Oye Mike puedes leerme lo que dice, creo que es Arkaniano...tu que sabes de esto. Dijo con soltura el Tusken aun sentado.
Su colega Mike, un arkaniano como cualquier otro pero metido en mutitud de embrollos de los que Exan le ha sacado a cambio de su servicio, como se solia decir, hay que tener amigos hasta en el infierno.
- Claro, claro Exan, por ti lo que sea....veamos...dice que alguien te busca, no pone el motivo, dice que sabe de tus acciones por la republica y que quiere verte, aunque no entiendo a que viene eso...¿Tu lo entiendes?
- Para nada...¿donde dice que tengo que encontrarme con el?
-En las afueras de los muelles...¿quieres que te acompañemos quiza sea peligroso? Dijo con cierta preocupacion Mike a la vez que cogia su blaster.
- No es necesario Mike, gracias por leermelo, espero que os divirtais por aqui...hasta pronto... Solto dejando unos cuantos creditos mas para que bebieran mas de lo que a ellos mas le gusta mientras marchaba al encuentro con su extraño interlocutor/a
Exan- Maestro de la Fuerza
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Re: Sin mucho que decir
La calle estaba tranquila, aunque los suburbios era peligrosos por lo cantidad de mafias y de robos que pudiera haber en contados metros de donde la taberna estaba y nadie lo impedia, en estos lugares las leyes de la calle estaba por encima de la posible autoridad que por alli hubiera, los bandidos y mafiosos eran alli los que controlaban el cotarro incluso circulaba la informacion de que un famoso mafioso era un Hutt, no era contradictorio, todos ellos habian salido del mismo agujero.
Sus andanzas le llevaron hasta una calle principal y es que el camino a pie hasta los muelles desde la taberna seria largo y ante todo pesado porque tendria que ir esquivando a gente que intentara conseguir algo que llevara encima, aunque despues de todo mucha gente de la que habia alli ya lo conocia y mas que nada los metodos que usaba, decian de el que despedazo a un hombre con sus propias manos por lo que la poca gente que se acercaba a el se alejaba de inmediato.
Paso por una calle bastante conocida por los barriobajeros y era una de las calles que llevaba cerca de los muelles, por lo que no tardaria demasiado en llegar al lugar. Mientras caminaba un pequeño rodiano corria hacia el, con los brazos abiertos como si quisiera que lo cogiera y no iba tan descaminado, se lanzo dando un pequeño salto y gritando el nombre del encapuchado.
- Exaaaaaaan!!!! - Dijo en rodianes, idioma de los rodianos (xD)
Por parte del Tusken no tuvo otra opcion que cogerlo, en ese empujon la capucha se echo para atras, dejandose ver la cara de Exan, aquel rodiano junto con la familia era de las pocas personas que conversaban y lo apreciaban, junto con los de la taberna, eran un grupo reducido no podria cuidar a mas gente si conociera, tan solo ayuda aquellos que le ayudaron cuando llego a Coruscant.
- ¡¿Que hay Tik-Tik?! ¿Como esta tu madre?, seguro que igual de guapa. - Acentuo en el mismo idioma que el pequeño.
Era evidente que apreciaba aquella familia, el padre del pequeño murio en un tiroteo hacia unos meses y Exan les habia ayudado a seguir adelante con el dinero que ganaba, muchos lo conocian como el samaritano, y no les faltaba razon.
- Otra vez con esas, sabes que asi no me vas a conquistar... Dijo recriminando con una extraña sonrisa.
Aun tenia a Tik-Tik en brazos, por lo que ver a su madre lo dejo en el suelo y sobre todo al escuchar aquellas palabras en respuesta a su afirmacion.
- Oh! que fallo, la proxima vez intentare otra cosa...¿Que tal estais? ¿Habeis tenido algun problema? Dijo intentando una sonrisa, pero debido a sus pocas posibilidades de gesticular con la boca no quedo para mucho.
La conversacion duro varios minutos a raiz de aquellas preguntas, como siempre todo estaba en orden desde que el Tusken se pasaba por alli a menudo, el niño apenas sufria por los niños vecinos que le recriminaban y lo insultaban, cada vez tenia mas amigos y las clases se las daba su madre con lo poco que ella sabia pero necesitaba dinero para las clases del niño en una escuela en la parte norte de los barrios. Ya era hora de marcharse, por lo que toco la cabeza del rodiano y se despidio de la familia, tenia cosas que hacer, quizas fuera muy importante.
Solo avanzo un par de pasos y se cubrio de nuevo el rostro, aun le quedaba casi veinte minutos para llegar al lugar de reunion, esperaba no necesitar nada de lo que pudiera hacer, llevaba sin usarla desde hacia ya unos meses para unos encargos de infiltracion para recuperar cierta informacion para la republica que aceptaron como si fuera obra de ellos mismo.
Le quedaba camino pero sentia que aquello saldria a pedir de boca.
Sus andanzas le llevaron hasta una calle principal y es que el camino a pie hasta los muelles desde la taberna seria largo y ante todo pesado porque tendria que ir esquivando a gente que intentara conseguir algo que llevara encima, aunque despues de todo mucha gente de la que habia alli ya lo conocia y mas que nada los metodos que usaba, decian de el que despedazo a un hombre con sus propias manos por lo que la poca gente que se acercaba a el se alejaba de inmediato.
Paso por una calle bastante conocida por los barriobajeros y era una de las calles que llevaba cerca de los muelles, por lo que no tardaria demasiado en llegar al lugar. Mientras caminaba un pequeño rodiano corria hacia el, con los brazos abiertos como si quisiera que lo cogiera y no iba tan descaminado, se lanzo dando un pequeño salto y gritando el nombre del encapuchado.
- Exaaaaaaan!!!! - Dijo en rodianes, idioma de los rodianos (xD)
Por parte del Tusken no tuvo otra opcion que cogerlo, en ese empujon la capucha se echo para atras, dejandose ver la cara de Exan, aquel rodiano junto con la familia era de las pocas personas que conversaban y lo apreciaban, junto con los de la taberna, eran un grupo reducido no podria cuidar a mas gente si conociera, tan solo ayuda aquellos que le ayudaron cuando llego a Coruscant.
- ¡¿Que hay Tik-Tik?! ¿Como esta tu madre?, seguro que igual de guapa. - Acentuo en el mismo idioma que el pequeño.
Era evidente que apreciaba aquella familia, el padre del pequeño murio en un tiroteo hacia unos meses y Exan les habia ayudado a seguir adelante con el dinero que ganaba, muchos lo conocian como el samaritano, y no les faltaba razon.
- Otra vez con esas, sabes que asi no me vas a conquistar... Dijo recriminando con una extraña sonrisa.
Aun tenia a Tik-Tik en brazos, por lo que ver a su madre lo dejo en el suelo y sobre todo al escuchar aquellas palabras en respuesta a su afirmacion.
- Oh! que fallo, la proxima vez intentare otra cosa...¿Que tal estais? ¿Habeis tenido algun problema? Dijo intentando una sonrisa, pero debido a sus pocas posibilidades de gesticular con la boca no quedo para mucho.
La conversacion duro varios minutos a raiz de aquellas preguntas, como siempre todo estaba en orden desde que el Tusken se pasaba por alli a menudo, el niño apenas sufria por los niños vecinos que le recriminaban y lo insultaban, cada vez tenia mas amigos y las clases se las daba su madre con lo poco que ella sabia pero necesitaba dinero para las clases del niño en una escuela en la parte norte de los barrios. Ya era hora de marcharse, por lo que toco la cabeza del rodiano y se despidio de la familia, tenia cosas que hacer, quizas fuera muy importante.
Solo avanzo un par de pasos y se cubrio de nuevo el rostro, aun le quedaba casi veinte minutos para llegar al lugar de reunion, esperaba no necesitar nada de lo que pudiera hacer, llevaba sin usarla desde hacia ya unos meses para unos encargos de infiltracion para recuperar cierta informacion para la republica que aceptaron como si fuera obra de ellos mismo.
Le quedaba camino pero sentia que aquello saldria a pedir de boca.
Exan- Maestro de la Fuerza
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Re: Sin mucho que decir
Los callejones marcaban el caminar del encapuchado que tenia objetivo fijo, lo habian convocado, quizas fuera una trampa pero eso no lo sabia el hasta llegar al lugar indicado por aquella cita misteriosa de la que ciertamente estaba preocupado. Sus pasos resonaban con tranquilidad, en la oscuridad de los callejas de aquellos barrios tan humildes y generalmente marginales.
Tras varios minutos caminando llego al lugar de la cita, y ya habia alguien alli, estaba esperando al igual que el Tusken estaba cubierto con el unico motivo de no enseñar el rostro, una tactica bastante habitual entre los misteriosos personajes de la galaxia. Exan camino hacia el, con lentitud, dando tranquilidad a su cita, no queria agobiarla o peor aun asustarla y que por precaucion le pegara un tiro en la sien, los extranjeros eran asi disparaban y luego preguntan a un cadaver que no puede responder.
- Llegas tarde, asi que no me andare con tonterias... Dijo la voz grave del interrogador.
- Oh? venga ya, tan solo han sido unos minutos, eso no es motivo para... No termino la frase pues el otro individuo ya le estaba apuntando con un blaster.
El encapuchado armado se acerco a Exan que levantaba las manos lentamente.
- Ey tio no quiero problemas...
- Abajo la capucha!! Vocifero en aquella extension de los muelles, no habia nadie en los alrededores por lo que sono aun mas alto de lo que deberia.
La situacion se complicaba, las manos del Tusken cogieron la capucha y la retiro hacia atras, rozando con las vendas que cubrian su cabeza. Su rostro se mostro y volvio a levantar las manos como hacia unos minutos atras, no era agradable que te apuntaran con un blaster y menos si por alguna tonteria te abrian un agujero.
El unico encapuchado en la zona se acerco a Exan con arma en mano apuntando al pecho de este, al parecer queria algo que este portaba.
- ¿Donde lo llevas?
- ¿El que? Pregunto el Tusken a su invitado de honor, esperaba que no se refiriera al sable de luz, sino seria un problema.
- El dinero donde lo tienes, damelo... Dijo amenazando con el blaster a unos escasos 2 metros de Exan, por suerte para el solo queria el dinero que llevaba encima, lastima que no tuviera demasiado.
Exan bajo despacio una mano para sacar la bolsita de creditos que llevaba encima, no era gran cosa pero ante la atenta mirada del usuario del blaster, tendria que hacer lo que el quisiera. Cogio la bolsita y se la lanzo a las manos del ladron.
- ¿Tan solo tienes esto? No es suficiente para tres rondas en la taberna, ¿con esto pretendes emborracharme? Dijo el ladronzuelo mientras bajaba el arma y la capucha.
El Tusken ya habia reconocido aquella voz desde que la oyo por primera vez en aquel lugar, era sin duda otro Arkaniano, aunque mas concretamente, un enviado de un senador del consejo galactico, y un viejo amigo de Exan.
- No me terminan de gustar tus metodos, pero creeme cada vez me sorprendes mas Velrosh. ¿Que tienes para mi? Pregunto el Tusken mientras se acercaba al tal Velrosh.
La bolsita de creditos volvio a su legitimo dueño asi como el blaster se guardo bajo las telas del Arkaniano, tenia informacion para el Tusken, que podria ser jugosa, aunque mas bien tendria que hacer el trabajo sucio, como siempre pero no era algo que le preocupara lo habia estado haciendo desde hacia años y pocas veces lo habian descubierto.
- Informadores de confianza del senador, le han comunicado que hay un pequeño piso franco en Alderaan del imperio, no sabemos con seguridad que hay alli, pero si que puede haber algun Sith custodiando el lugar, la orden Jedi aun no han tenido contacto con ello, ni tan siquiera saben de ello, sus comunicadores no han llegado al lugar, por lo que deberas averiguar para el senado lo que pasa alli, es una tarea sencilla para ti, intenta no dejar mijitas que guien hacia ti, al senador Khil-Don no le gustaria que tuviera una baja tan importante como tu, intenta tambien que los Jedi no te encuentren por si acaso, ya lo has hecho otras veces. Y ahora, ¿Que tal unos zumitos? Dijo haciendo la gracia el compañero Arkaniano.
- El problema es, ¿como llego alli? Pregunto con cierta importancia.
- Oh! eso es un problema gordo, siempre has hecho tus misiones aqui, creo que eso los discutiremos mientras nos tomamos un buen zumo...
Y los dos servidores de la republica daban la vuelta y comenzaron a caminar por los callejones, habia terminado su encuentro pero ahora empezaba un aventura como ninguna.
Tras varios minutos caminando llego al lugar de la cita, y ya habia alguien alli, estaba esperando al igual que el Tusken estaba cubierto con el unico motivo de no enseñar el rostro, una tactica bastante habitual entre los misteriosos personajes de la galaxia. Exan camino hacia el, con lentitud, dando tranquilidad a su cita, no queria agobiarla o peor aun asustarla y que por precaucion le pegara un tiro en la sien, los extranjeros eran asi disparaban y luego preguntan a un cadaver que no puede responder.
- Llegas tarde, asi que no me andare con tonterias... Dijo la voz grave del interrogador.
- Oh? venga ya, tan solo han sido unos minutos, eso no es motivo para... No termino la frase pues el otro individuo ya le estaba apuntando con un blaster.
El encapuchado armado se acerco a Exan que levantaba las manos lentamente.
- Ey tio no quiero problemas...
- Abajo la capucha!! Vocifero en aquella extension de los muelles, no habia nadie en los alrededores por lo que sono aun mas alto de lo que deberia.
La situacion se complicaba, las manos del Tusken cogieron la capucha y la retiro hacia atras, rozando con las vendas que cubrian su cabeza. Su rostro se mostro y volvio a levantar las manos como hacia unos minutos atras, no era agradable que te apuntaran con un blaster y menos si por alguna tonteria te abrian un agujero.
El unico encapuchado en la zona se acerco a Exan con arma en mano apuntando al pecho de este, al parecer queria algo que este portaba.
- ¿Donde lo llevas?
- ¿El que? Pregunto el Tusken a su invitado de honor, esperaba que no se refiriera al sable de luz, sino seria un problema.
- El dinero donde lo tienes, damelo... Dijo amenazando con el blaster a unos escasos 2 metros de Exan, por suerte para el solo queria el dinero que llevaba encima, lastima que no tuviera demasiado.
Exan bajo despacio una mano para sacar la bolsita de creditos que llevaba encima, no era gran cosa pero ante la atenta mirada del usuario del blaster, tendria que hacer lo que el quisiera. Cogio la bolsita y se la lanzo a las manos del ladron.
- ¿Tan solo tienes esto? No es suficiente para tres rondas en la taberna, ¿con esto pretendes emborracharme? Dijo el ladronzuelo mientras bajaba el arma y la capucha.
El Tusken ya habia reconocido aquella voz desde que la oyo por primera vez en aquel lugar, era sin duda otro Arkaniano, aunque mas concretamente, un enviado de un senador del consejo galactico, y un viejo amigo de Exan.
- No me terminan de gustar tus metodos, pero creeme cada vez me sorprendes mas Velrosh. ¿Que tienes para mi? Pregunto el Tusken mientras se acercaba al tal Velrosh.
La bolsita de creditos volvio a su legitimo dueño asi como el blaster se guardo bajo las telas del Arkaniano, tenia informacion para el Tusken, que podria ser jugosa, aunque mas bien tendria que hacer el trabajo sucio, como siempre pero no era algo que le preocupara lo habia estado haciendo desde hacia años y pocas veces lo habian descubierto.
- Informadores de confianza del senador, le han comunicado que hay un pequeño piso franco en Alderaan del imperio, no sabemos con seguridad que hay alli, pero si que puede haber algun Sith custodiando el lugar, la orden Jedi aun no han tenido contacto con ello, ni tan siquiera saben de ello, sus comunicadores no han llegado al lugar, por lo que deberas averiguar para el senado lo que pasa alli, es una tarea sencilla para ti, intenta no dejar mijitas que guien hacia ti, al senador Khil-Don no le gustaria que tuviera una baja tan importante como tu, intenta tambien que los Jedi no te encuentren por si acaso, ya lo has hecho otras veces. Y ahora, ¿Que tal unos zumitos? Dijo haciendo la gracia el compañero Arkaniano.
- El problema es, ¿como llego alli? Pregunto con cierta importancia.
- Oh! eso es un problema gordo, siempre has hecho tus misiones aqui, creo que eso los discutiremos mientras nos tomamos un buen zumo...
Y los dos servidores de la republica daban la vuelta y comenzaron a caminar por los callejones, habia terminado su encuentro pero ahora empezaba un aventura como ninguna.
Exan- Maestro de la Fuerza
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Re: Sin mucho que decir
- Bien aqui tienes, como te dije, un ticket para embarcarte en el primer crucero a Alderaan de mañana, espero que tengas existo en tu mision como siempre... Dijo sonriendo el Arkaniano.
Ya habia llegado la madrugada y los zumitos se movian por todas las mesas, como siempre el Tusken invitaba a todo, y es que se notaba la fuente de ingresos, tenia encargos cada cierto tiempo pero era bastante sustanciosos y para el faciles de llevar a cabo. Ya tenia un nombre, pero ninguno de los que lo buscaban parecia encontrarle tan solo los "buenos" sabian donde estaba.
- Espero que no haya problemas en el viaje...
La noche pasaba con tranquilidad, sin follones como es de costumbre cuando andaba por alli la mafia de la taberna, sin duda ellos tenian controlado todo el barrio bajo, aunque otros pensaran que no era asi.
Tranquilo, tranquilo, tu sabes que yo no te daria una invitacion para un follon. Dijo Velrosh con un toque de ironia.
Aquello fue el colmo, todos comenzaron a reir, sabian que aquel Arkaniano era de lo mas liante, estaba en todas las movidas y nunca sabia como salia del asunto, sin duda un ejemplo a seguir por todos los rateros de los barrios bajos.
Las horas pasaron y llego la luz nuevamente a la taberna, nacia un nuevo dia y el comienzo de una nueva mision, el mesero, como siempre limpiando vasos despues de la fiesta nocturna, y sus compañeros de bebida tumbados encima de las mesas borrachos como cubas y durmiendo a pierna suelta, un digno panorama.
Levanto una mano para despedirse del tabernero, y este le respondio asintiendo con la cabeza, no hacian falta palabras.
Llegada la hora del embarque de la tripulacion y los pasajeros, todos comenzaron a subir, el crucero ya estaba preparado y Exan ya estaba dentro, no habia tenido problemas salvo cuando lo pararon por llevar la capucha ocultando su rostro, llego a convencerlos con una extraña enfermedad, y es una pena, siempre convence a la gente de que eso es cierto.
Destino, Alderaan, ¿Que podria esperarle alli?. No lo sabe pero sin duda buscara el objetivo y lo destruira en el caso menos afortunado.
Ya habia llegado la madrugada y los zumitos se movian por todas las mesas, como siempre el Tusken invitaba a todo, y es que se notaba la fuente de ingresos, tenia encargos cada cierto tiempo pero era bastante sustanciosos y para el faciles de llevar a cabo. Ya tenia un nombre, pero ninguno de los que lo buscaban parecia encontrarle tan solo los "buenos" sabian donde estaba.
- Espero que no haya problemas en el viaje...
La noche pasaba con tranquilidad, sin follones como es de costumbre cuando andaba por alli la mafia de la taberna, sin duda ellos tenian controlado todo el barrio bajo, aunque otros pensaran que no era asi.
Tranquilo, tranquilo, tu sabes que yo no te daria una invitacion para un follon. Dijo Velrosh con un toque de ironia.
Aquello fue el colmo, todos comenzaron a reir, sabian que aquel Arkaniano era de lo mas liante, estaba en todas las movidas y nunca sabia como salia del asunto, sin duda un ejemplo a seguir por todos los rateros de los barrios bajos.
Las horas pasaron y llego la luz nuevamente a la taberna, nacia un nuevo dia y el comienzo de una nueva mision, el mesero, como siempre limpiando vasos despues de la fiesta nocturna, y sus compañeros de bebida tumbados encima de las mesas borrachos como cubas y durmiendo a pierna suelta, un digno panorama.
Levanto una mano para despedirse del tabernero, y este le respondio asintiendo con la cabeza, no hacian falta palabras.
Llegada la hora del embarque de la tripulacion y los pasajeros, todos comenzaron a subir, el crucero ya estaba preparado y Exan ya estaba dentro, no habia tenido problemas salvo cuando lo pararon por llevar la capucha ocultando su rostro, llego a convencerlos con una extraña enfermedad, y es una pena, siempre convence a la gente de que eso es cierto.
Destino, Alderaan, ¿Que podria esperarle alli?. No lo sabe pero sin duda buscara el objetivo y lo destruira en el caso menos afortunado.
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