En busca del wookie (Yavin IV)

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Jerian hizo aterrizar su nave. Por fin había llegado a Yavin IV, pero le había costado algo así como medio día según el horario de Alderaan, y teniendo en cuenta que necesitaría otros medio día para volver, únicamente tenía tres días para encontrar y matar al wookie.

(Bah, tampoco es para tanto, un wookie desarmado es algo muy sencillo de matar a menos que llegue al combate físico, de modo que mientras esté alejado de él, será pan comido.)

Y entonces, oyó una rama partirse a sus espaldas. Se dio inmediatamente la vuelta y... detrás suyo había un wookie, pero no un wookie cualquiera, sino que era el de la foto que le había enseñado aquel misterioso desconocido. Era el wookie al que tenía que matar... ¡e iba desarmado! Pero le había pillado por sorpresa y pegó a Jerian un puñetazo que le hizo volar por los aires y se golpeó contra un árbol.

Haciendo un tremendo esfuerzo, se lavantó como pudo y disparó al wookie, pero fue un graso error, pues lo único que logró fue enfurecer al wookie que vino corriendo a arremeter al cazarrecompensas. Este se apartó y el wookie se dio un cabezazo con el árbol contra el que antes había empujado a Jerian.

Aprovechando que el wookie estaba semiinconsciente, Jerian cogió rápidamente su arma y disparó todo lo que pudo al wookie, pero había olvidado que el arma estaba poco cargada.

(Maldición. Ahora los dos estamos desarmados. Ahora es cuando se muestra lo bueno que es mi camuflaje, suponiendo que sea bueno. Aunque eso que espérate un momento) -pensó Jerian, a quien se le acababa de ocurrir una idea para atacar al wookie.

Para comenzar, Jerian cogió una gran cantidad de piedras y se subió a un árbol gracias a su innata habilidad trepadora. Después, se quitó la cinta que le sujetaba el pelo, y éste se le cayó.

-Maldición -masculló por lo bajo Jerian, pues no había tenido en cuenta que el pelo se le caería, pero luego se le apartaría.

Cogió su cinta y montó una honda improvisada, cogió una piedra, y mientras hacía girar la honda con su mano biónica, lanzó una piedra a un punto de presión que se encontraba en el cuello del wookie. Éste se enfurecuió y arremetió contra el árbol sobre el que estaba Jerian, que estuvo a punto de perder el equilibrio y caer al suelo.

A Jerian se le cayeron algunas piedras debido a la embestida, pero recuperó rápidamente la compostura y cogiendo una de las piedras, la montó en la honda, y se la lanzó al wookie. Para desdicha de Jerian, el wookie se dio cuenta de que no podría ganar y echó a huir.

Jerian soltando infidad de maldiciones le siguió corriendo mientras iba lanzando piedras, pero el brazo se le acabó por cansar y la útima piedra falló. El fallo, más que una maldición, fue una bendición, pues la piedra cayó un poco más adelante del wookie, que tropezó con ésta y cayó.

Casualmente, cerca de donde había caído el wookie, Jerian encontró un machete, con el cual cortó la cabeza.

(En fin, tengo que reconocer que por fin he tenido buena suerte, he conseguido un machete, aunque probablemente no me sirva de mucho, y he matado al wookie el primer día. Que suerte tuve de encontrarme este colgante en Tatooine) -pensó acariciando la esmeralda de su colgante.

Jerian se ató la cinta al cuello y volvió a la nave.

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