En el corazon de Alderaan

Desde las ventanillas del crucero, solo se podia ver verde, una extension tan gigantesca, una gran alfombra de verde cesped con pequeñas edificaciones que adornan exquisitamente el paisaje pintoresco de los valles. Sin duda el crucero iba a la unica congregacion civica de entre toda aquella llanura y que casualidad era un gran terreno de la republica donde adiestraban a sus efectivos de combate.

El crucero llego sin ningun problema, Exan disimulando como siempre la enfermedad que no padecia y ya siendo la costumbre los guardias lo dejaron pasar no querian contagiarse de un patogeno de Tatooine, a saber que malo pudiera ser.

Sus pasos no le llevaron tampoco demasiado lejos del muelle de desembarco, debia localizar el sitio y que mejor con un holocron donde venia la direccion a la que debia llegar, facil y sencillo como la vida misma.

Su vista se centro durante unos instantes para recordar los lugares y los comercios cercanos al lugar donde se localizo el emplazamiento del refugio del Imperio, seguramente que nadie sabria del sitio, seguro estaba de ello que ni tan siquiera se molesto en preguntar el lugar, le guiaba la fuerza y seguro que llegaria al camino correcto.

La noche ya se cernia ya en los callejones, su intuicion y el holocron lo llevaron sin lugar a dudas al piso franco, aunque parecia que antes de llegar a el tenia que pasar por un pequeño callejon estrecho y oscuro, aquello podia ser una trampa, pero habia escondido ocultado la Fuerza desde que habia llegado al planeta, no le podian haber detectado, es por ello que se aventuro.

Desactivo el holocron, lo guardo en un bolsillo y comenzo andar por el callejon, habia absoluto silencio, quizas porque no habia animales de posible compañia o que los lugareños del lugar ya no estaban por la labor de quedarse despiertos aunque lo que no sabia con certeza es si lo estaban siguiendo con la mirada desde que habia penetrado en el lugar.

Llego hasta una puerta, estaba cerrada con llave, aquello era el fin del camino, suerte que pudiera intentar forzar aquella cerradura aunque le llevaria cierto tiempo en hacer, aun mas suerte que fuera automatica. La Fuerza le avisaba, el mismo lo habia detectado al entrar y ya se acercaba. Un "swing" le aviso de que un sable de luz se habia activado y su cabeza peligraba por momentos.

Consiguio vislumbrar la direccion que tomaba el sable, justo a su cabeza, no tenia otro remedio que rodar para el lado opuesto, estaba encerrado en un callejon sin salida y por desgracia para el que atentaba contra la vida del Tusken, habia abierto la puerta que estaba intentado forzar con el sable que casi le arranca la cabeza a Exan.

El brillo del sable ilumino el rostro del atacante, un Fallen sin duda, su piel verdosa a tono con la totalidad del planeta resaltaba ahora en aquel lugar y aun mas con la luz roja del sable, parece que habia encontrado lo que queria.

- ¿Que tu querer? - No parecia dominar demasiado el dialecto, seria un cabeza hueca.

- Creo que ya he encontrado lo que buscaba, pero dime, hay mas como tu aqui. - Dijo señalando el sable laser, dando a entender si habia mas Sith.

- Yo no decirtelo, pero estoy solo y yo matar tu... - Ya estaba comprobado ademas de no saber hablar, estupido.

- Confirmado, creo que me lo diras todo... - El sable que habia debajo de las ropas del Tusken se movio con rapidez a sus dedos.

Un nuevo brillo se ilumino en aquel callejon sin salida, muy pocos usaban aquella pose, con el sable invertido y aquel dominio del sable laser, Soresu, sin duda un esgrimista nato, aunque con algunos tonos modernos o creados tambien para el ataque y sobre todo el color del sable, pocos lo tenian, el amarillo de equilibrio.

El combate empezaba...

Ninguno de los dos hacia mas ruido del que se podia hacer, incluso una pelea de gatos pudiere ser aun mas ruidosa que el baile de sables que tenian aquellos dos esgrimistas, ninguno de los dos habia usado la fuerza aun, quizas el Fallen ni tan siquiera la usase, el simplemente se bastaria con su fuerza bruta que a duras penas conseguia bloquear el Tusken con rechazos del sable, como si fuera un autentico maestro.

Un pequeño descanso entre el baile, simplemente para evaluarse correctamente ya que antes no lo habia hecho.

- Ser fuerte, pero yo mas y por eso tu morir... - Decia el el piel verde apretando el sable con sus fuertes manos.

- Oh! me sorprendes, hasta te permites el lujo de hablar y todo... - Incito Exan al Fallen.

- Tu atrapar a mi maestro hace 2 años, yo recordar el color de tu sable luz, tus movimientos y por eso yo matar tu...

El Fallen enfurecio, aquello no era un lugar demasiado alegre, pero se sentia su ira, su odio y por tanto su profunda consideracion al lado oscuro.

El Tusken recordo cuando lo atrapo, no lo mato pero si lo mutilo para que no pudiera luchar nunca mas, en estos tiempos eso es casi imposible, pero puso de su parte para que ello pudiera ser, despues de aquello lo entrego a la fuerza de la republica y ellos ya lo llevaron ante la orden Jedi, seguro que ellos ya hicieron algo con aquel maestro del Sith.

El piel verde se lanzo como si su vida dependiera de aquel ultimo sablazo, cosa que el Tusken no permitiria, salto como pudo el Fallen intentando pillar desprevenido a Exan y este lo que hizo no fue otra cosa que usar la fuerza, lo agarro con fuerza, aprobechando el salto que dio, y lo paso por encima de su cabeza para estamparlo contra la pared que el Tusken tenia detras.

De esta manera podria aprobechar ahora el espacio que tenia libre a su espalda, todo el callejon y ahora el que estaba encerrado era sin duda el piel verde.

- Tu ira no te ayudara, tan solo tu manejo del sable, si solo te basas en la fuerza bruta no aprenderas nunca... - No era un gran orador, tampoco un maestro, pero alguna lecciones que impartia eran dignas de un maestro de la fuerza.

Un Sith en sus cabales no aceptaria aquel consejo y como Sith que era hizo exactamente eso, no aceptarlo y centrarse en lo que sabia.

Si hubiera tenido otro maestro quizas hubiera aprendido algo mas, ojala una mente tan cerrada no hubiera caido en el lado oscuro, tan solo se habia estropeado su posible talento esculpiendo el diamante de manera erronea rompiendolo.

El Sith se levanto como si no hubiera pasado nada, y volvio la carga quizas con mas ira que antes, el baile continuaba sin descanso, esperando que alguno de los dos cometiera algun fallo y se cometio, el piel verde dejo un hueco que el Tusken aprobecho, ya habia visto muchos sables laser y sabia donde tenia que cortar para que dejara de funcionar o mas bien que era lo que tenia que destruir, el cristal, sabia la localizacion, por lo que lo hizo llevandose con la rotura del sable, algunos dedos de las manos del Fallen, el no era medico, tan solo un destructor.

El sable estaba inutilizado y el piel verde estaba en el suelo, el combate habia acabado mas rapido de lo que el mismo habia esperado.

Exan uso la fuerza para recoger el sable, no sabia porque, pero tenia un presentimiento, debia coger ese sable y deshacerse del cristal rojo, guardo lo que quedo del sable en un bolsillo de la tunica y se acerco al Fallen lastimero, era el momento de sacarle la informacion.

Pequeños gemidos por parte del piel verde rompia la tranquila noche, aunque nadie se atrevia a entrar al oscuro callejon para ver que ocurria, alli ya se habia terminado el espectaculo ahora tocaba terminar el trabajo de espionaje, aunque no esperaba que fuera tan facil.

- Ya puedes empezar a cantar, no tengo mucha paciencia...

Se cruzo de brazos esperando alguna contestacion que fuera positiva, aunque al Fallen no pretendia colaborar.

- Mi no hablar. La testarudez de un miembro de esa raza era encomiable, pero mas poderosa podria ser la fuerza del Tusken ante aquella afrenta cabezoneria.

El lastimero Fallen, se sostenia la mano donde se habia quedado sin la mitad de sus dedos esperando volverlos a recuperar aunque para recuperarlos tendria que volver al imperio y no creo que eso pasara, estaria el resto de su vida en una celda.

- No tengo el cuerpo hecho a mas juego se bueno y...

- No hablar

- Se acabo. Puntualizo antes de usar la fuerza para coger al piel verde del cuello y levantarlo varios palmos del suelo.

- No suelo ser asi, pero me estas obligando tan solo quiero saber que haceis aqui, tan solo eso, se bueno y dimelo. Decia el Tusken, se habia visto un atisvo de sentimientos, pero lo reprimio rapidamente, las pasiones llevaban al lado oscuro, y eso no estaba del todo bien con su pensamiento.

- Habla

- Egtar bieg, bagta, bagta.... Gritaba el Fallen suspendido en el aire.

El Tusken lo libero y lo dejo caer al suelo bruscamente, no tenia otra alternativa que usar la fuerza, quizas no sacara nada en claro, muchas veces por lo metodos normales, tan solo esperaba que en uno de esos arrebatos no callera en el lado oscuro.

- Y ¿bien?

El callejon permanecio en silencio durante unos minutos esperando a que el piel verde se recuperase de la agresion por medio de la fuerza, una gran cantidad de veces lo habia experimentado seguro por parte de su maestro, pero al parecer el Fallen no lo habia sentido con tanta intensidad antes, quizas era mas suave en el agarre pero mucho mas asfixiante que la del lado oscuro. Ese uso de la fuerza tan solo era usado por los Sith asique para el piel verde aquello era un ataque de un maestro del lado oscuro, pero no lo parecia en absoluto.

- Neimoidia, estar alli preparando algo gordo, no saber lo que es, pero cortar la informacion... Decia mientras reia el piel verde sosteniendose la mano herida.

- Yasta, ¿eso es todo?, no es suficiente, seguro que tienes algo mas, ¿eh?. Decia mientras analizaba el estado y la comprension de las palabras, aquello no era todo lo que tenia que decir el piel verde o seguramente no todo lo que podia decir.

- Tu diras, que hay dentro de esa casa...

- Yo no decir La cabezoneria del intrepido Fallen era digna de respeto, casi de elogio.

- Esta bien, creo que ya puedes dormir. Finalizo moviendo la mano con delicadeza delante de los ojos del su anterior enemigo.

Al caer el Fallen en un profundo sueño, tan solo le esperaba entrar en aquella casa para ver que era lo que habia en su interior quizas descubriera algo mas sobre Neimoidia.

Absolutamente nada, no habia ningun indicio de que hubiera mucha mas informacion que lo que el piel verde ahora yaciente en el suelo alla afuera, le hubiera dicho, y parece que apreciaba su vida. Comenzo a registrar lo mas evidente, encima de mesas y escritorios en busca de algo que pudiera decirlo mas pero no habia nada, tan solo un sobre donde le indicaba el lugar a donde debia enviar informacion desde Alderaan a Neimoidia, era extraño pero seguramente efectivo.

- Es extraño, ¿Porque enviar inforamacion desde aqui a Neimoidia?

- Nosotros tambien nos lo preguntamos. Se adelanto su amigo el Arkaniano.

Exan miro a la puerta, se preguntaba en este momento que hacia alli, ese arkaniano tenia demasiados ases bajo la manga, resultaba que al final iba a ir el tambien, seguramente seria alguna estrategema para que no descubriesen la relacion entre Velrosh, guardia del senador Khil-Don, y el una simple sombra.

- No hay mucho mas de lo que ves, tan solo he conseguido sacarle lo de Neimoidia... Acentuo a decir el Tusken cruzado ahora de brazos.

- Captamos transmisiones hace poco tiempo, pero nada claro, tan solo el tema de Neimoidia, no mucho sacamos en limpio.

- Entonces el trabajo se acaba aqui, Velrosh. Hay que hacer algo con el Sith, pero que lo tengas en cuenta que le pongas unos grilletes aptos para el, sino se nos escaparia y sabrian que ya conocemos el plan.

Es lo mas conveniente, sera mejor que volvamos a Coruscant, esta vez juntos lo que tarde en informar al senador de lo ocurrido me pondre en contacto contigo.

- Asi sea, que la fuer...cierto a ti esas cosas no te van, nos vemos... Dijo antes de salir de la casa y dejarle el resto de lo importante al arkaniano.

El viaje de regreso no seria tan movidito, lo que tardara en llegar a casa, dormiria por dos dias seguidos, simplemente por la vagueza.