Una nueva amenaza...
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Una nueva amenaza...
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- Senador Ulam, espero haya preparado ya su discurso - Se escuchó el tono un tanto agudo de una voz proviniente de una de las habitaciones de ese lujoso edificio. En el planeta de los puentes y las nubes, era común que ciertas edificaciones parecieran flotar en el aire como arte de magia, de hecho no era magia sino las industrias Trans Corp las que hacían posible semejante acto. Ciudades enteras sin necesidad de apoyo y entre ellas solo unos finos y metálicos puentes que conectaban los distintos sectores.
- Así es, mi Rey. No se preocupe, todo se llevará a cabo en el timpo establecido - Respondió una voz parecida por un holoproyector de segunda escala, un nuevo sistema que había sido implementado hace unos pocos años, que disponía de una base con cuatro patas que permitía el avance de la imagen "acompañando" al locutor. La imagen del Rey Shanray, con su larga vestimenta adornada con minerales Ainth y Luth, una variación del conocido oro galáctico, caminaba por la sala dirigiéndose hacia las escaleras que separaban el pasillo de la habitación continua.
- Bien, no podemos defraudar al poderosísimo Hulam el Hutt, oh señor de la galaxia - Hacia incapié el enriquecido neimoidiano. - Si este negocio nos sale tal y como él ha dicho, estaremos sirviéndonos de todo un borde de la galaxia - Continuaba, poniendo claro énfasis en la idea de dominar esa inimaginable parte de la galaxia. La siguiente sala que prosiguió a los escalones, parecía un gran pasillo que era rodeado por una pared baja y unos arcos de color arena, dejándo la visión de las nubes y el recorrer del aire. Al final, una imagen robot se mantenía fírme y rígida.
- ¿Seguro que es de fiar, señor? - Terminó de preguntar un tanto dubitativo el Senador, mientras el holoproyector andante caminaba al lado del Rey Shanray. - Cíñase al plan Senador - Contestaba rápidamente la voz del rey, al que parecía había calado mas de lo debido la pregunta establecida. " Sin riesgo no hay beneficios ", se apuró a citar en sus pensamientos complaciéndose a olvidar tal duda. La converzación llegaba a su fin, desapareciendo la imagen del holoproyector.
Al final del pasillo la imagen que le esperaba se fue haciendo cada vez mas nítida y perceptible, era un nuevo metálico ser que disponía de módulo de combate experto y visión sensitiva. Un nuevo droide de combate...una nueva amenaza...
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Espíritu Supremo- Admin
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Re: Una nueva amenaza...
No había pasado el suficiente tiempo como para apreciar unos pocos minutos galacticos estandar cuando un droide hizo su aparición en el lugar. - Señor, Lord Ren le espera en la sala de audiencias - Pronunció con un tono robótico el módulo lingüistico del aparato, aparentemente relacionado con la labor de Relaciones Públicas. En definitiva se trataba de una versión modificada de un C2PU, una nueva gama de droides multilingües.
El Rey Shanray simplemente levantó su abultada papada y puso rumbo hacia el lugar predesignado. Los pasillos parecían competir por cual englobaba mas objetos únicos. Simplemente con un leve ojeo a sus paredes se podía decir que aquél hombre disponía de una fortuna sin igual. El sumbido de sus zapatos de talón puntiagudo extreñía con su peso el alfombrado rojizo de las salas. Unos pocos segundos fueron necesarios para finalizar su trayecto.
- Un gusto el verle, Lord Ren. Su pedido se encuentra de camino, tal y como habíamos quedado - Expuso apenas entrar en el lugar donde se hallaba un holoproyector similar al de la habitación anterior. La imagen de un ser espectral se divisaba entre los pixelajes de la holoimagen proyectada en el amplio visor. Algunos se lo pensarían dos veces antes de dirigirle la palabra a tal individuo, pero para los negocios no había distinción alguna, solo el dinero.
- La Orden Sith que antaño me rechazó arderá en el infierno por fin, y la Secta de Lord Ganzar se alzará como la única capaz de ostentar el título de verdaderos Sith - Expresaba aquella voz de ultratumba, tan destruída como su putrefacto cuerpo. Sin embargo, sus palabras sentenciaban la ira de años de sed de venganza.
- Así es, los dos destructores insignia y los escuadrones de cazas han sido enviados. En ellos estan los escuadrones droides HK-4 que solicitaron, junto con el resto del pedido. Esperemos les sea de su agrado, Lord - Reponía de manera aclaratoria el Rey de los Neimoidianos con la oratoria propia de un comerciante experimentado. El pago hacía tiempo que se había pagado, dado que los neimoidianos eran muy precabidos con sus negocios.
- Estoy seguro de que no me fallará, Rey Shanray - Finalizaba el Sith en un tono claramente amenazador. Parecía no gustarle los engaños, y mucho menos defraudar a su supuesto Maestro. La comunicación finalizó concluyendo el diálogo entre los dos negociantes...sin embargo la agenda del experto dueño de las Industrias Trans Corp, Inux Inc. y otras tantas empresas no "reconocidas" hacían que se apretara su tiempo.
Para los negocios no había moral ni ética, solo números...
El Rey Shanray simplemente levantó su abultada papada y puso rumbo hacia el lugar predesignado. Los pasillos parecían competir por cual englobaba mas objetos únicos. Simplemente con un leve ojeo a sus paredes se podía decir que aquél hombre disponía de una fortuna sin igual. El sumbido de sus zapatos de talón puntiagudo extreñía con su peso el alfombrado rojizo de las salas. Unos pocos segundos fueron necesarios para finalizar su trayecto.
- Un gusto el verle, Lord Ren. Su pedido se encuentra de camino, tal y como habíamos quedado - Expuso apenas entrar en el lugar donde se hallaba un holoproyector similar al de la habitación anterior. La imagen de un ser espectral se divisaba entre los pixelajes de la holoimagen proyectada en el amplio visor. Algunos se lo pensarían dos veces antes de dirigirle la palabra a tal individuo, pero para los negocios no había distinción alguna, solo el dinero.
- La Orden Sith que antaño me rechazó arderá en el infierno por fin, y la Secta de Lord Ganzar se alzará como la única capaz de ostentar el título de verdaderos Sith - Expresaba aquella voz de ultratumba, tan destruída como su putrefacto cuerpo. Sin embargo, sus palabras sentenciaban la ira de años de sed de venganza.
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- Así es, los dos destructores insignia y los escuadrones de cazas han sido enviados. En ellos estan los escuadrones droides HK-4 que solicitaron, junto con el resto del pedido. Esperemos les sea de su agrado, Lord - Reponía de manera aclaratoria el Rey de los Neimoidianos con la oratoria propia de un comerciante experimentado. El pago hacía tiempo que se había pagado, dado que los neimoidianos eran muy precabidos con sus negocios.
- Estoy seguro de que no me fallará, Rey Shanray - Finalizaba el Sith en un tono claramente amenazador. Parecía no gustarle los engaños, y mucho menos defraudar a su supuesto Maestro. La comunicación finalizó concluyendo el diálogo entre los dos negociantes...sin embargo la agenda del experto dueño de las Industrias Trans Corp, Inux Inc. y otras tantas empresas no "reconocidas" hacían que se apretara su tiempo.
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Espíritu Supremo- Admin
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