Examen teórico - práctico [Nehknar]
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Examen teórico - práctico [Nehknar]
Ambos iniciados habían retornado finalmente tras su breve encuentro de combate con el Jedi, reuniéndose con el resto de younglings convocados a aquella evaluación. La emoción era evidente en todos ellos a cada paso que daban hacia la Cámara donde fueron llamados. Finalmente el esperado momento había llegado.
Susurros, comentarios en voz baja no ocultan el nerviosismo de aquellos doce.
— Nehk — Acotó el Nautolan cuando iba ingresando a aquella Cámara junto a su compañero. — Mucha suerte viejo, espero que lo consigas tú. — Una ligera palmada en la espalda y un leve sonreír le fue otorgado al humano tras lo cual el humanoide de piel verdosa se apartó.
La estructura de aquella Cámara era circular, sus muros curvados aseguraban una perfecta acústica. El techo era adornado por el paisaje celeste del cielo que trasluce entre el vítreo cristal de la cúpula, irradiando aquella Cámara del cálido tono y matiz del brillo solar. Los jóvenes, sentados sobre el suelo uno al lado del otro, forjaban un semicírculo.
Una puerta de acceso se despresurizó, aquel sonido alertó a los jóvenes que al unísono enfocaron su atención en aquella entrada, acallados instintivamente por respeto.
La erguida e imponente fisonomía de un humanoide se hizo presente.
Su piel estaba revestida de un grisáceo pelaje, su mandíbula inferior alojaba un par de pronunciados colmillos que junto a sus ojos color amarillo daban una posible fiera apariencia, rota al instante por aquel grácil sonreír y amable tono con el que aquel Maestro Jedi de raza whiphid da la bienvenida a los doce Younglings.
— Bienvenidos, yo seré el encargado de la parte teórica de su evaluación. —
Los pasos de aquel maestro Jedi lo acercan hacia el centro de la Cámara y a aquel grupo de jóvenes ante los que se presenta asegurándose de que sus palabras puedan ser claramente oídas por todos ellos.
— Hoy es un día muy importante para todos jóvenes, un nuevo camino se ha abierto ante ustedes gracias a su dedicación y empeño a lo largo de estos dos años de estudio. —
Sus palabras tranquilas y calmadas no pretendía transmitir nervios o miedo a los jóvenes; al contrario, su tono y mensaje trata de alentar la calma en aquellos iniciados..
— La Fuerza nutre a un Jedi, lo alimenta con su poder y bendice con sus habilidades. Es por ello que es una responsabilidad, el Jedi tiene la responsabilidad de proteger y cuidar la paz y seguridad en el universo. Pero para que un Jedi sea merecedor de esa responsabilidad debe ser capaz de comprender la Fuerza antes de querer dominarla y debe comprender al universo antes de querer salvarlo.
Despejen su mente de dudas y temores, de miedo e inseguridad, confíen en ustedes y en lo que han aprendido y vivido, dejen que la Fuerza los guíe, escúchenla.
El conocimiento es la principal herramienta de un Jedi, es por ello que su primera evaluación se basará en el Código y la filosofía de nuestra Orden. Uno a uno me irán respondiendo a la preguntaré que les plantearé… Dejen que la Fuerza los guíe. —
Sin mayor demora, el Maestro Jedi se encaminó hacia cada uno de los jóvenes. Uno a uno los younglings iban contestando las preguntas o las situaciones que este les planteaba hasta que, finalmente, llega el turno de Nehknar.
— Hábil para la esgrima y para el ajedrez si mal no escuché. Veamos, joven youngling, ya estas familiarizado con el Código Jedi… Toma uno de los enunciados y plantéalo a tu forma de verlo, y porque lo escogiste claro, elije sabiamente. —
OFF: Primera parte del exámen, la parte teórica. Como ves debes tomar uno de los enunciados del Código Jedi e interpretarlo según el punto de vista personal de tu personaje.
Susurros, comentarios en voz baja no ocultan el nerviosismo de aquellos doce.
— Nehk — Acotó el Nautolan cuando iba ingresando a aquella Cámara junto a su compañero. — Mucha suerte viejo, espero que lo consigas tú. — Una ligera palmada en la espalda y un leve sonreír le fue otorgado al humano tras lo cual el humanoide de piel verdosa se apartó.
La estructura de aquella Cámara era circular, sus muros curvados aseguraban una perfecta acústica. El techo era adornado por el paisaje celeste del cielo que trasluce entre el vítreo cristal de la cúpula, irradiando aquella Cámara del cálido tono y matiz del brillo solar. Los jóvenes, sentados sobre el suelo uno al lado del otro, forjaban un semicírculo.
Una puerta de acceso se despresurizó, aquel sonido alertó a los jóvenes que al unísono enfocaron su atención en aquella entrada, acallados instintivamente por respeto.
La erguida e imponente fisonomía de un humanoide se hizo presente.
Su piel estaba revestida de un grisáceo pelaje, su mandíbula inferior alojaba un par de pronunciados colmillos que junto a sus ojos color amarillo daban una posible fiera apariencia, rota al instante por aquel grácil sonreír y amable tono con el que aquel Maestro Jedi de raza whiphid da la bienvenida a los doce Younglings.
— Bienvenidos, yo seré el encargado de la parte teórica de su evaluación. —
Los pasos de aquel maestro Jedi lo acercan hacia el centro de la Cámara y a aquel grupo de jóvenes ante los que se presenta asegurándose de que sus palabras puedan ser claramente oídas por todos ellos.
— Hoy es un día muy importante para todos jóvenes, un nuevo camino se ha abierto ante ustedes gracias a su dedicación y empeño a lo largo de estos dos años de estudio. —
Sus palabras tranquilas y calmadas no pretendía transmitir nervios o miedo a los jóvenes; al contrario, su tono y mensaje trata de alentar la calma en aquellos iniciados..
— La Fuerza nutre a un Jedi, lo alimenta con su poder y bendice con sus habilidades. Es por ello que es una responsabilidad, el Jedi tiene la responsabilidad de proteger y cuidar la paz y seguridad en el universo. Pero para que un Jedi sea merecedor de esa responsabilidad debe ser capaz de comprender la Fuerza antes de querer dominarla y debe comprender al universo antes de querer salvarlo.
Despejen su mente de dudas y temores, de miedo e inseguridad, confíen en ustedes y en lo que han aprendido y vivido, dejen que la Fuerza los guíe, escúchenla.
El conocimiento es la principal herramienta de un Jedi, es por ello que su primera evaluación se basará en el Código y la filosofía de nuestra Orden. Uno a uno me irán respondiendo a la preguntaré que les plantearé… Dejen que la Fuerza los guíe. —
Sin mayor demora, el Maestro Jedi se encaminó hacia cada uno de los jóvenes. Uno a uno los younglings iban contestando las preguntas o las situaciones que este les planteaba hasta que, finalmente, llega el turno de Nehknar.
— Hábil para la esgrima y para el ajedrez si mal no escuché. Veamos, joven youngling, ya estas familiarizado con el Código Jedi… Toma uno de los enunciados y plantéalo a tu forma de verlo, y porque lo escogiste claro, elije sabiamente. —
OFF: Primera parte del exámen, la parte teórica. Como ves debes tomar uno de los enunciados del Código Jedi e interpretarlo según el punto de vista personal de tu personaje.
La Fuerza- Narrador/GM
- Cantidad de envíos : 52
Fecha de inscripción : 15/05/2009
Re: Examen teórico - práctico [Nehknar]
El Youngling recordó el Código Jedi, murmurando cada frase de aquél sabio texto. Cada oración, cada enunciado demostraba como es un Jedi verdadero...
-No hay muerte, está la Fuerza- dijo decidido el jóven.
-Un Jedi no muere, la Fuerza lo mantiene vivo. Puede que no fisicamente, pero sí su alma. La Fuerza es tan poderosa y maravillosa que hasta sobrepasa los limites de la vida y la muerte. Por eso, un Jedi no tiene miedo a morir. Por eso...- El muchacho hizo una pausa, la imágen de su padre dando su vida por él se le vino a la mente -...un verdadero Jedi es capaz de sacrificar su propia vida por alguien.- mencionó con ojos vidriosos, pero con una sonrisa en la cara
-¿Por qué elegí este enunciado...? Porque es el que me consoló, el que me mostró hasta que punto un Jedi es capaz de luchar... y el que me demostró que mi padre no esta muerto...- Dijo finalizando su respuesta.
Nehknar miró fijamente a los ojos del Maestro, esperando la devolución de éste...
-No hay muerte, está la Fuerza- dijo decidido el jóven.
-Un Jedi no muere, la Fuerza lo mantiene vivo. Puede que no fisicamente, pero sí su alma. La Fuerza es tan poderosa y maravillosa que hasta sobrepasa los limites de la vida y la muerte. Por eso, un Jedi no tiene miedo a morir. Por eso...- El muchacho hizo una pausa, la imágen de su padre dando su vida por él se le vino a la mente -...un verdadero Jedi es capaz de sacrificar su propia vida por alguien.- mencionó con ojos vidriosos, pero con una sonrisa en la cara
-¿Por qué elegí este enunciado...? Porque es el que me consoló, el que me mostró hasta que punto un Jedi es capaz de luchar... y el que me demostró que mi padre no esta muerto...- Dijo finalizando su respuesta.
Nehknar miró fijamente a los ojos del Maestro, esperando la devolución de éste...
Nehknar- Padawan Jedi
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Fecha de inscripción : 30/07/2009
Localización : El Templo Jedi
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Habilidades/Dotes/Poderes:
Re: Examen teórico - práctico [Nehknar]
El Whiphid escucha con atención las palabras del iniciado, un silencioso asentir del Jedi aprueba la respuesta dada por Nehknar.
— Muy bien, lo han hecho todos muy bien. Las emociones no están prohibidas para un Jedi, pero un Jedi es aquel que puede controlarlas antes que sus propias emociones lo controlen. —
Un tranquilo paso conduce al Jedi hacia el frente de aquel grupo al cual finalmente se dirige, con la formalidad que todo integrante de la Orden expresa.
— La Fuerza es lo que une y mantiene al universo, es lo que conecta a cada ser en el universo, la Fuerza lo es el todo… así no quedara un sólo ser vivo la Fuerza seguirá ahí, esperando que su voz y voluntad sea oída por quienes quieran escucharla.
Busquen la paz de sus mentes, aprendan a apartar de ella toda duda y temor y podrán escuchar la voluntad de la Fuerza. Nunca olviden lo que han aprendido. El conocimiento es experiencia, la experiencia es sabiduría, la sabiduría es uno de los pilares de la fuerza de un Jedi. —
Un ligero sonreír en la expresión del Jedi es dedicando hacia el grupo de younglings, aquel consejo y última lección antes del veredicto del examen, el nerviosismo había mermado pero era visible aún.
Los sellos magnéticos del portón metálico hacia la siguiente Cámara se liberan, la puerta cruje con levedad al abrirse mientras un silencioso asentir por parte del Jedi les indica el continuar.
— Adelante jóvenes, su prueba final los espera. Que la Fuerza los acompañe. —
Las sonrisas no tardaron en aparecer en la expresión de los jóvenes, la emoción se hacía presente en cada uno de ellos. Uno a uno los doce se pusieron en pie y dejaron tras de si aquel salón rumbo a su nuevo examen.
El pasillo era algo extenso, iluminado; la cálida luz blanca irradiaba el corredor a medida que los jóvenes transitaban en el. Murmullos y felicitaciones eran dedicadas entre cada uno de ellos, la camaradería sale a flote y la moral se había elevado tras la aprobación del Maestro Jedi. Al fin, la prueba final tan esperada esta frente a ellos.
El portón de la nueva Cámara les da la bienvenida tras el ligero siseo del aire a presión que se libera de su mecanismo, la vista del campo de entrenamiento sale a relucir y la sorpresa se apodera del gesto de la mayoría.
Paneles de luces, altas, fuertes, puntuales. El techo estaba elevado metros por sobre lo normal y el perímetro era cercado por curvadas y metálicas placas de acero forjando la forma circular de la Cámara, como un coliseo. En sus paredes, oscuros vitrales que seguramente eran empleados por Jedis en su evaluación de los iniciados.
La superficie del suelo era adornada por un cuadrilátero de considerable tamaño, ciertamente prueba de que el reto requiere de gran movilidad.
La azulada piel de una fémina Twi’lek contrasta en el centro de aquella Cámara. Erguida en pie, la Maestra Jedi da la bienvenida al nuevo grupo de doce quienes uno a uno hacen su ingreso y espera que terminen de reunirse algunos metros frente a si, dando inicio a su presentación.
— El segundo Clan de Younglings evaluados hoy, jeje. Bienvenidos todos, mi nombre es Aayla Secura y me encargaré de su segunda y final prueba. —
Sus manos yacen ocultas tras la espalda de la Jedi en una cómoda y suelta postura. Erguida en pie, su mano derecha se libera y se extiende frente a si misma hacia aquellos iniciados. Su palma extendida sostiene una, de unos 15 centímetros de radio, revestida de un azulado tono la cual levita algunos centímetros sostenida por el efluvio de Fuerza de la Jedi.
— Para ello usaremos esto. Esta esfera está revestida de una frágil coraza que oculta la verdadera estructura del droide, está formada por tres pequeñas unidades independientes, cada una revestida de una capa de adhesivo.
Los paneles del techo liberarán doce esferas, una para cada uno de ustedes. Cada esfera está programada y responderá solamente a la biométrica de ustedes (ojos, huellas dactilares, escaneo y estructura facial, etc.), así que no habrá confusiones. —
La Jedi expone y demuestra sus palabras en el transcurso de su explicación.
Su telequinesia deja caer al suelo la esfera, rompiendo y liberándose al instante su contenido. Tres metálicos y pequeños droides, cada uno de un diámetro de 10 centímetros, los cuales al instante orbitan en torno a la fisonomía de la Maestra Jedi.
— Pero no se confíen, los droides tienen sensores de movimiento con los cuales tratarán de seguirlos, confundirlos y adherirse a ustedes.
Su reto consiste en permanecer a salvo durante un minuto; tomen sus lugares, comenzaremos dentro de un momento. —
Los iniciados van tomando distancia entre si, un ligero nerviosismo vuelve a presentarse en ellos mientras la Jedi de azulada piel abandona la Cámara.
— Despejen su mente, usen la Fuerza y déjenla fluir en ustedes. A mi señal… Uno… dos… tres… ¡Comiencen! —
Su voz finalmente se vuelve a hacer presente a través de los intercomunicadores. Un leve sonido advierte del mecanismo que va separando y descubre un compartimiento en el techo de la Cámara.
El silencio estaba presente, el nerviosismo, los iniciados yacen a la espera del reto sin apartar su vista del techo.
Finalmente la voz de la Jedi da la orden precisa, una sirena resuena en acústico tono que advierte de la presencia de aquellas esferas que no tardan en caer.
Una tras otra aquellas doce esferas descienden guiadas por la gravedad, emitiendo cada una un leve destello rojizo en que su mecanismo selecciona y escanea a uno de los iniciados.
Cada esfera había seleccionado a su objetivo, al instante sus frágiles corazas se rompen liberando a los tres droides que parten en busca de su blanco. Su movimiento era errático, inesperado, los tres droides orbitaban y formaban diversas figuras tratando de confundir al iniciado previamente seleccionado.
OFF: Segunda y final parte del exámen. Debes narrar en forma detallada como evadir aquellas esferas.
Suerte.
— Muy bien, lo han hecho todos muy bien. Las emociones no están prohibidas para un Jedi, pero un Jedi es aquel que puede controlarlas antes que sus propias emociones lo controlen. —
Un tranquilo paso conduce al Jedi hacia el frente de aquel grupo al cual finalmente se dirige, con la formalidad que todo integrante de la Orden expresa.
— La Fuerza es lo que une y mantiene al universo, es lo que conecta a cada ser en el universo, la Fuerza lo es el todo… así no quedara un sólo ser vivo la Fuerza seguirá ahí, esperando que su voz y voluntad sea oída por quienes quieran escucharla.
Busquen la paz de sus mentes, aprendan a apartar de ella toda duda y temor y podrán escuchar la voluntad de la Fuerza. Nunca olviden lo que han aprendido. El conocimiento es experiencia, la experiencia es sabiduría, la sabiduría es uno de los pilares de la fuerza de un Jedi. —
Un ligero sonreír en la expresión del Jedi es dedicando hacia el grupo de younglings, aquel consejo y última lección antes del veredicto del examen, el nerviosismo había mermado pero era visible aún.
Los sellos magnéticos del portón metálico hacia la siguiente Cámara se liberan, la puerta cruje con levedad al abrirse mientras un silencioso asentir por parte del Jedi les indica el continuar.
— Adelante jóvenes, su prueba final los espera. Que la Fuerza los acompañe. —
Las sonrisas no tardaron en aparecer en la expresión de los jóvenes, la emoción se hacía presente en cada uno de ellos. Uno a uno los doce se pusieron en pie y dejaron tras de si aquel salón rumbo a su nuevo examen.
El pasillo era algo extenso, iluminado; la cálida luz blanca irradiaba el corredor a medida que los jóvenes transitaban en el. Murmullos y felicitaciones eran dedicadas entre cada uno de ellos, la camaradería sale a flote y la moral se había elevado tras la aprobación del Maestro Jedi. Al fin, la prueba final tan esperada esta frente a ellos.
El portón de la nueva Cámara les da la bienvenida tras el ligero siseo del aire a presión que se libera de su mecanismo, la vista del campo de entrenamiento sale a relucir y la sorpresa se apodera del gesto de la mayoría.
Paneles de luces, altas, fuertes, puntuales. El techo estaba elevado metros por sobre lo normal y el perímetro era cercado por curvadas y metálicas placas de acero forjando la forma circular de la Cámara, como un coliseo. En sus paredes, oscuros vitrales que seguramente eran empleados por Jedis en su evaluación de los iniciados.
La superficie del suelo era adornada por un cuadrilátero de considerable tamaño, ciertamente prueba de que el reto requiere de gran movilidad.
La azulada piel de una fémina Twi’lek contrasta en el centro de aquella Cámara. Erguida en pie, la Maestra Jedi da la bienvenida al nuevo grupo de doce quienes uno a uno hacen su ingreso y espera que terminen de reunirse algunos metros frente a si, dando inicio a su presentación.
— El segundo Clan de Younglings evaluados hoy, jeje. Bienvenidos todos, mi nombre es Aayla Secura y me encargaré de su segunda y final prueba. —
Sus manos yacen ocultas tras la espalda de la Jedi en una cómoda y suelta postura. Erguida en pie, su mano derecha se libera y se extiende frente a si misma hacia aquellos iniciados. Su palma extendida sostiene una, de unos 15 centímetros de radio, revestida de un azulado tono la cual levita algunos centímetros sostenida por el efluvio de Fuerza de la Jedi.
— Para ello usaremos esto. Esta esfera está revestida de una frágil coraza que oculta la verdadera estructura del droide, está formada por tres pequeñas unidades independientes, cada una revestida de una capa de adhesivo.
Los paneles del techo liberarán doce esferas, una para cada uno de ustedes. Cada esfera está programada y responderá solamente a la biométrica de ustedes (ojos, huellas dactilares, escaneo y estructura facial, etc.), así que no habrá confusiones. —
La Jedi expone y demuestra sus palabras en el transcurso de su explicación.
Su telequinesia deja caer al suelo la esfera, rompiendo y liberándose al instante su contenido. Tres metálicos y pequeños droides, cada uno de un diámetro de 10 centímetros, los cuales al instante orbitan en torno a la fisonomía de la Maestra Jedi.
— Pero no se confíen, los droides tienen sensores de movimiento con los cuales tratarán de seguirlos, confundirlos y adherirse a ustedes.
Su reto consiste en permanecer a salvo durante un minuto; tomen sus lugares, comenzaremos dentro de un momento. —
Los iniciados van tomando distancia entre si, un ligero nerviosismo vuelve a presentarse en ellos mientras la Jedi de azulada piel abandona la Cámara.
— Despejen su mente, usen la Fuerza y déjenla fluir en ustedes. A mi señal… Uno… dos… tres… ¡Comiencen! —
Su voz finalmente se vuelve a hacer presente a través de los intercomunicadores. Un leve sonido advierte del mecanismo que va separando y descubre un compartimiento en el techo de la Cámara.
El silencio estaba presente, el nerviosismo, los iniciados yacen a la espera del reto sin apartar su vista del techo.
Finalmente la voz de la Jedi da la orden precisa, una sirena resuena en acústico tono que advierte de la presencia de aquellas esferas que no tardan en caer.
Una tras otra aquellas doce esferas descienden guiadas por la gravedad, emitiendo cada una un leve destello rojizo en que su mecanismo selecciona y escanea a uno de los iniciados.
Cada esfera había seleccionado a su objetivo, al instante sus frágiles corazas se rompen liberando a los tres droides que parten en busca de su blanco. Su movimiento era errático, inesperado, los tres droides orbitaban y formaban diversas figuras tratando de confundir al iniciado previamente seleccionado.
OFF: Segunda y final parte del exámen. Debes narrar en forma detallada como evadir aquellas esferas.
Suerte.
La Fuerza- Narrador/GM
- Cantidad de envíos : 52
Fecha de inscripción : 15/05/2009
Re: Examen teórico - práctico [Nehknar]
Un sonido marcó el comienzo de aquella prueba final. Los Younglings estaban nerviosos, aquél sonido hizo que se sobreexaltaran.
El techo liberaba una a una de aquellas esferas. Éstas se detenían y hacían un escaneo en el área para encontrar a su presa. Seguido de esto, comenzaron a moverse.
Las Bolas mecánicas volaban a gran velocidad hacia sus víctimas. Unos comenzaban a correr sin rumbo fijo, otros trataban de esquivarlas al azar y otros se concentraban en éstas.
Kun también estaba allí, quieto, tranquilo, concentrado y con su típica sonrisa en aquél rostro. Infundía paz y tranquilidad.
Nehknar se percató de un chirrido que provenía justo encima de él. ¡Una esfera apuntaba directo hacia el jóven!
Éste la miró fijamente y se sorprendió.
El Iniciado, por autoreflejo, dió un paso hacia atrás. La esfera no se movió de su lugar y liberó a 3 droides pequeños.
''¡Rayos, esa cosa tiene droides dentro!'' -pensó
Los droides aterrizaron en el suelo y se dirigieron hacia sus tobillos. Éstos estaban a tan solo medio metro de distancia.
Aquél Iniciado recordó que un Jedi nunca pierde control de sus emociones. Si se quedaba allí paralizado por el miedo a perder, no llegaría a nada, todo estaría perdido.
Anbúe cerró sus ojos y se concentró en los droides. Cada movimiento en su mecanismo era una pista para descubrir cual sería su próximo movimiento.
El sonido se preparaba, estaba a punto de realizar una acción. ¡Se dirige a sus tobillos!
Nehknar saltó rápidamente, dejando que los droides atacaran en vano.
Repentinamente, recordó que los droides tenían una sustancia adhesiva. Si los aplastaba.... ¡El quedaría pegado!
La fuerza de gravedad empujaba a Nehknar a su perdición. Sus piernas flexionadas, bajaban a medida que su cuerpo lo hacía. Aprovechando el impulso, el jóven tiró su cuerpo hacia adelante, mandando todo el peso posible hacia allí, para poder alejarse de aquella zona peligrosa.
El Iniciado estaba a punto de aplastarlos, pero gracias a aquél impulso apoyo sus antebrazos en el suelo. Seguido de esto, su nuca tocó el piso, siguiéndole la espalda y finalizando aquella maniobra.
¡Eso estuvo demasiado cerca! ¡Pero ahí vienen! - decía con satisfacción pero a la ves preocupación.
La prueba continuaba, varios Youngling intentaban en vano huir de aquellos mini-droides. Unos corrían frenéticamente y tropezaban. Mientras que otros como Kun, estaban concentrados en el movimiento de ellos e intentaban confundirlos.
Los droides no se detenían. Eran ágiles e inteligentes. Los tres que seguían a Nehknar, decidieron hacer una formación. Uno delante, otro detrás y el restante estaba preparándose para un ataque sorpresa.
El Youngling estaba acorralado. Estaba siendo atacado de adelante y de atrás. A demás, uno de sus atacantes estaba oculto.
El muchacho cerró sus ojos, intentó olvidarse de todas sus preocupaciones. Se olvidó de los droides, se olvidó de la presión, se olvidó de la prueba, se sacó un gran peso de encima.
Se dejó llevar por la Fuerza, ésta le guiaría en sus movimientos. No pensaba en lo que iba a realizar, solo lo hacia.
Los músculos de sus piernas se tensaron y flexionaron. Los droides se iban encaminando hacia él, a la misma distancia y velocidad que el otro. Más... más... y más cerca estaban.
Uno de ellos saltó repentinamente hacia la cabeza del Iniciado, mientras que el otro se ocuparía de sus piernas para inmovilizarlo.
La tensión acumulada se liberó. El cuerpo de Nehknar se impulsó hacia atrás, haciendo que sus pies dejasen el suelo.
Los droides pasaban a toda velocidad por ambos lados del Iniciado. Éste pudo sentir como apenas rozaba el cuerpo del mini-robot del suelo con su tobillo; mientras que el otro no llegaba a alcanzarlo.
Nehknar calló de espalda al suelo. Fue un golpe fuerte, pero valió la evasión de aquél ataque.
-Esto es increiblemente dificil... esos droides son muy inteligentes y ágiles... debo tener suma precaución. -
Aquella sala era como un salón de tortura. Younglings siendo atrapados por los robots, otros sumamente nerviosos y al borde del desmayo por tanta presión, era algo que no era lindo de ver...
Pero… ¿Y el otro atacante? ¿Dónde se había ido?
Nehk se encontraba exhausto en el suelo, intentando levantarse de aquella maniobra. Cuando de pronto, vió una sombra que saltaba a su cara.
Los ojos del Iniciado se abrieron repentinamente. Una sensación fría y escalofriante recorrió toda su columna vertebral. Lo había tomado por sorpresa.
Sin embargo, el joven no perdió la noción de la situación. No debía dejarse atrapar por sus emociones.
El droide estaba a tan solo 15 centímetros de distancia con él. Sin pensarlo, el Youngling pasó el peso de su cuerpo a su brazo izquierdo, provocando que dé una media vuelta en el suelo, esquivando al agresor.
Nehknar estaba de boca al piso, mientras que aquélla pequeña maquina estaba a un costado de su cara. Situación difícil e incomoda.
El Iniciado flexionó su antebrazo para poder apoyar sus manos en el piso. Tensó sus músculos y seguido de esto, liberó aquella presión extendiendo sus brazos.
De un solo tirón, el cuerpo de aquél chico se elevaba majestuosamente del suelo.
Nehknar estaba agotado. Sus últimas energías habían sido gastadas en aquél empujón. Los droides no se cansaban, eran imparables. Se acercaban a él. Estaba perdido.
Un gran sonido se pudo oír en la sala. La prueba había finalizado. Los droides se apagaron automáticamente, cayendo al suelo. Varios Younglings estaban heridos, otros no tanto. Pero eso sí.... todos estaban exhaustos.
Nehknar recordó a Kun, rápidamente se volteó a ambos lados para descubrir donde se encontraba su amigo Nautolan. Luego de un par de segundos lo localizó, se encontraba exhausto y agotado, pero su sonrisa seguía presente y por suerte droide lo atrapó. Ambos amigos resultaron victoriosos.
El techo liberaba una a una de aquellas esferas. Éstas se detenían y hacían un escaneo en el área para encontrar a su presa. Seguido de esto, comenzaron a moverse.
Las Bolas mecánicas volaban a gran velocidad hacia sus víctimas. Unos comenzaban a correr sin rumbo fijo, otros trataban de esquivarlas al azar y otros se concentraban en éstas.
Kun también estaba allí, quieto, tranquilo, concentrado y con su típica sonrisa en aquél rostro. Infundía paz y tranquilidad.
Nehknar se percató de un chirrido que provenía justo encima de él. ¡Una esfera apuntaba directo hacia el jóven!
Éste la miró fijamente y se sorprendió.
El Iniciado, por autoreflejo, dió un paso hacia atrás. La esfera no se movió de su lugar y liberó a 3 droides pequeños.
''¡Rayos, esa cosa tiene droides dentro!'' -pensó
Los droides aterrizaron en el suelo y se dirigieron hacia sus tobillos. Éstos estaban a tan solo medio metro de distancia.
Aquél Iniciado recordó que un Jedi nunca pierde control de sus emociones. Si se quedaba allí paralizado por el miedo a perder, no llegaría a nada, todo estaría perdido.
Anbúe cerró sus ojos y se concentró en los droides. Cada movimiento en su mecanismo era una pista para descubrir cual sería su próximo movimiento.
El sonido se preparaba, estaba a punto de realizar una acción. ¡Se dirige a sus tobillos!
Nehknar saltó rápidamente, dejando que los droides atacaran en vano.
Repentinamente, recordó que los droides tenían una sustancia adhesiva. Si los aplastaba.... ¡El quedaría pegado!
La fuerza de gravedad empujaba a Nehknar a su perdición. Sus piernas flexionadas, bajaban a medida que su cuerpo lo hacía. Aprovechando el impulso, el jóven tiró su cuerpo hacia adelante, mandando todo el peso posible hacia allí, para poder alejarse de aquella zona peligrosa.
El Iniciado estaba a punto de aplastarlos, pero gracias a aquél impulso apoyo sus antebrazos en el suelo. Seguido de esto, su nuca tocó el piso, siguiéndole la espalda y finalizando aquella maniobra.
¡Eso estuvo demasiado cerca! ¡Pero ahí vienen! - decía con satisfacción pero a la ves preocupación.
La prueba continuaba, varios Youngling intentaban en vano huir de aquellos mini-droides. Unos corrían frenéticamente y tropezaban. Mientras que otros como Kun, estaban concentrados en el movimiento de ellos e intentaban confundirlos.
Los droides no se detenían. Eran ágiles e inteligentes. Los tres que seguían a Nehknar, decidieron hacer una formación. Uno delante, otro detrás y el restante estaba preparándose para un ataque sorpresa.
El Youngling estaba acorralado. Estaba siendo atacado de adelante y de atrás. A demás, uno de sus atacantes estaba oculto.
El muchacho cerró sus ojos, intentó olvidarse de todas sus preocupaciones. Se olvidó de los droides, se olvidó de la presión, se olvidó de la prueba, se sacó un gran peso de encima.
Se dejó llevar por la Fuerza, ésta le guiaría en sus movimientos. No pensaba en lo que iba a realizar, solo lo hacia.
Los músculos de sus piernas se tensaron y flexionaron. Los droides se iban encaminando hacia él, a la misma distancia y velocidad que el otro. Más... más... y más cerca estaban.
Uno de ellos saltó repentinamente hacia la cabeza del Iniciado, mientras que el otro se ocuparía de sus piernas para inmovilizarlo.
La tensión acumulada se liberó. El cuerpo de Nehknar se impulsó hacia atrás, haciendo que sus pies dejasen el suelo.
Los droides pasaban a toda velocidad por ambos lados del Iniciado. Éste pudo sentir como apenas rozaba el cuerpo del mini-robot del suelo con su tobillo; mientras que el otro no llegaba a alcanzarlo.
Nehknar calló de espalda al suelo. Fue un golpe fuerte, pero valió la evasión de aquél ataque.
-Esto es increiblemente dificil... esos droides son muy inteligentes y ágiles... debo tener suma precaución. -
Aquella sala era como un salón de tortura. Younglings siendo atrapados por los robots, otros sumamente nerviosos y al borde del desmayo por tanta presión, era algo que no era lindo de ver...
Pero… ¿Y el otro atacante? ¿Dónde se había ido?
Nehk se encontraba exhausto en el suelo, intentando levantarse de aquella maniobra. Cuando de pronto, vió una sombra que saltaba a su cara.
Los ojos del Iniciado se abrieron repentinamente. Una sensación fría y escalofriante recorrió toda su columna vertebral. Lo había tomado por sorpresa.
Sin embargo, el joven no perdió la noción de la situación. No debía dejarse atrapar por sus emociones.
El droide estaba a tan solo 15 centímetros de distancia con él. Sin pensarlo, el Youngling pasó el peso de su cuerpo a su brazo izquierdo, provocando que dé una media vuelta en el suelo, esquivando al agresor.
Nehknar estaba de boca al piso, mientras que aquélla pequeña maquina estaba a un costado de su cara. Situación difícil e incomoda.
El Iniciado flexionó su antebrazo para poder apoyar sus manos en el piso. Tensó sus músculos y seguido de esto, liberó aquella presión extendiendo sus brazos.
De un solo tirón, el cuerpo de aquél chico se elevaba majestuosamente del suelo.
Nehknar estaba agotado. Sus últimas energías habían sido gastadas en aquél empujón. Los droides no se cansaban, eran imparables. Se acercaban a él. Estaba perdido.
Un gran sonido se pudo oír en la sala. La prueba había finalizado. Los droides se apagaron automáticamente, cayendo al suelo. Varios Younglings estaban heridos, otros no tanto. Pero eso sí.... todos estaban exhaustos.
Nehknar recordó a Kun, rápidamente se volteó a ambos lados para descubrir donde se encontraba su amigo Nautolan. Luego de un par de segundos lo localizó, se encontraba exhausto y agotado, pero su sonrisa seguía presente y por suerte droide lo atrapó. Ambos amigos resultaron victoriosos.
Nehknar- Padawan Jedi
- Cantidad de envíos : 22
Fecha de inscripción : 30/07/2009
Localización : El Templo Jedi
Hoja de Personaje
Habilidades/Dotes/Poderes:
Re: Examen teórico - práctico [Nehknar]
El movimiento de los droides era incesante, errático, inesperado.
La situación era dura, podía verse a más de uno de los iniciados perder la calma e iniciar un frenético y descuidado mover que terminaba por hacerlo chocar contra alguno de sus compañeros, quedando a merced del inmisericorde adhesivo de los droides.
Los droides sorprendían a varios con calculados movimientos, giraban y se iban contra descuidados younglings adhiriéndose a estos como prueba de su descuido. Aunque claro, algunos iniciados las evadían, se enfocaban en los droides tratando de predecir sus movimientos sin ceder a la desesperación.
La escena era casi dramática, younglings tratando de liberarse, forcejeando con uno o más droides que se sujetaban con fuerza a sus extremidades, mientras algunos más luchaban aún en pie.
Finalmente el resonar de una sirena de alarma dio por concluido aquel eterno minuto.
Los droides que no se habían adherido a algún iniciado frenaron en seco, su programa de ataque había finalizado y ahora orbitan inofensivos algunos metros por sobre el suelo. Los pasos de la maestra Jedi denotan su cercanía y la humanoide de azulada piel no tarda en reingresar a la Cámara de entrenamiento.
— Si que fue todo un reto, ¿verdad? Descansen, se lo ganaron. Ha sido una prueba dura y puso en práctica todos sus sentidos. La finalidad de la prueba fue que comprendan y apliquen la filosofía de la Orden, un Jedi usa la Fuerza como conocimiento y defensa, nunca para atacar… si hubieran atacado a las esferas hubieran sido víctimas de su adhesivo. —
El eco de sus palabras iba a la par que el de sus pisadas. Un tranquilo paso conduce a la Jedi entre aquel grupo de exhaustos iniciados a quienes observa con detenimiento descartando a quienes yacían con algún droide sujeto a si.
— Lo siento viejo, no te acompañaré esta vez. —
El nautolan murmura con levedad hacia Nehk, el cansancio era evidente en sus palabras. Una de sus manos se eleva con lentitud descubriendo al metálico y pequeño droide que lleva sujeto a su antebrazo; a pesar de ello, aquel sincero y visible sonreír yace en la expresión del nautolan.
— Pero aunque seas un Padawan ahora, prometo vencerte en esgrima la próxima vez; da lo mejor de ti, por tu padre. —
Una de las manos de la Maestra Jedi se posa en el hombro de Nehknar, apartándolo ligeramente del grupo mientras sus palabras van dirigidas hacia los once restantes.
— No se desanimen, todos lo hicieron bien y dieron su mejor esfuerzo, eso es lo importante. Nuestras mentes a veces pueden distraernos o hacernos perder enfoque, usen la Fuerza para aprender a tranquilizarlas en los momentos más difíciles, así podrán sobreponerse a cualquier reto. No podemos cambiar el pasado pero podemos aprender de nuestras experiencias, aprendan de sus propios errores y confíen en ustedes y en la Fuerza para salir adelante y la próxima vez lo conseguirán. Pueden retirarse. —
Uno a uno los iniciados iban retirándose de la Cámara dejando solamente a Nehknar.
La atención de la Maestra Jedi vuelve hacia Nehknar, quedando en pie frente a este a quien muestra un leve sonreír.
— Felicidades joven Padawan, tu calma y autocontrol ha rendido frutos. Acabas de dar un gran paso en el camino de un Jedi, pero hay muchos más… el camino es duro, difícil y lleno de retos… pues un Jedi es el guardián de la paz y el orden en el universo.
Continúa esforzándote, ahora puedes ir a descansar pues tu camino acaba de comenzar, Padawan. —
OFF: Felicidades. Te enviaré por MP las recompensas recibidas.
Si quieres postar algo mas aquí, deja el mensaje de "tema cerrado" al final del post.
La situación era dura, podía verse a más de uno de los iniciados perder la calma e iniciar un frenético y descuidado mover que terminaba por hacerlo chocar contra alguno de sus compañeros, quedando a merced del inmisericorde adhesivo de los droides.
Los droides sorprendían a varios con calculados movimientos, giraban y se iban contra descuidados younglings adhiriéndose a estos como prueba de su descuido. Aunque claro, algunos iniciados las evadían, se enfocaban en los droides tratando de predecir sus movimientos sin ceder a la desesperación.
La escena era casi dramática, younglings tratando de liberarse, forcejeando con uno o más droides que se sujetaban con fuerza a sus extremidades, mientras algunos más luchaban aún en pie.
Finalmente el resonar de una sirena de alarma dio por concluido aquel eterno minuto.
Los droides que no se habían adherido a algún iniciado frenaron en seco, su programa de ataque había finalizado y ahora orbitan inofensivos algunos metros por sobre el suelo. Los pasos de la maestra Jedi denotan su cercanía y la humanoide de azulada piel no tarda en reingresar a la Cámara de entrenamiento.
— Si que fue todo un reto, ¿verdad? Descansen, se lo ganaron. Ha sido una prueba dura y puso en práctica todos sus sentidos. La finalidad de la prueba fue que comprendan y apliquen la filosofía de la Orden, un Jedi usa la Fuerza como conocimiento y defensa, nunca para atacar… si hubieran atacado a las esferas hubieran sido víctimas de su adhesivo. —
El eco de sus palabras iba a la par que el de sus pisadas. Un tranquilo paso conduce a la Jedi entre aquel grupo de exhaustos iniciados a quienes observa con detenimiento descartando a quienes yacían con algún droide sujeto a si.
— Lo siento viejo, no te acompañaré esta vez. —
El nautolan murmura con levedad hacia Nehk, el cansancio era evidente en sus palabras. Una de sus manos se eleva con lentitud descubriendo al metálico y pequeño droide que lleva sujeto a su antebrazo; a pesar de ello, aquel sincero y visible sonreír yace en la expresión del nautolan.
— Pero aunque seas un Padawan ahora, prometo vencerte en esgrima la próxima vez; da lo mejor de ti, por tu padre. —
Una de las manos de la Maestra Jedi se posa en el hombro de Nehknar, apartándolo ligeramente del grupo mientras sus palabras van dirigidas hacia los once restantes.
— No se desanimen, todos lo hicieron bien y dieron su mejor esfuerzo, eso es lo importante. Nuestras mentes a veces pueden distraernos o hacernos perder enfoque, usen la Fuerza para aprender a tranquilizarlas en los momentos más difíciles, así podrán sobreponerse a cualquier reto. No podemos cambiar el pasado pero podemos aprender de nuestras experiencias, aprendan de sus propios errores y confíen en ustedes y en la Fuerza para salir adelante y la próxima vez lo conseguirán. Pueden retirarse. —
Uno a uno los iniciados iban retirándose de la Cámara dejando solamente a Nehknar.
La atención de la Maestra Jedi vuelve hacia Nehknar, quedando en pie frente a este a quien muestra un leve sonreír.
— Felicidades joven Padawan, tu calma y autocontrol ha rendido frutos. Acabas de dar un gran paso en el camino de un Jedi, pero hay muchos más… el camino es duro, difícil y lleno de retos… pues un Jedi es el guardián de la paz y el orden en el universo.
Continúa esforzándote, ahora puedes ir a descansar pues tu camino acaba de comenzar, Padawan. —
OFF: Felicidades. Te enviaré por MP las recompensas recibidas.
Si quieres postar algo mas aquí, deja el mensaje de "tema cerrado" al final del post.
La Fuerza- Narrador/GM
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Re: Examen teórico - práctico [Nehknar]
Nehknar se desilucionó al enterarse de que su camarada Nautolan había fallado aquella prueba. Él deseaba ir juntos en este gran camino, pero se ve que la Fuerza lo quiso así. Le devolvió la sonrisa a su amigo.
-Lo haré amigo mio. Espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse!-
El jóven veía como uno a uno los Younglings se retiraban de la habitación. La Maestra Jedi lo felicitaba, era un Padawan por fin. Su sueño se había cumplido, ahora llegó el tiempo de aprovecharlo.
El Aprendiz Jedi se levantó e hizo una reverencia a Aylaa y se retiró del salón, con una sonrisa en la cara, y un gran futuro por delante...
-Lo haré amigo mio. Espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse!-
El jóven veía como uno a uno los Younglings se retiraban de la habitación. La Maestra Jedi lo felicitaba, era un Padawan por fin. Su sueño se había cumplido, ahora llegó el tiempo de aprovecharlo.
El Aprendiz Jedi se levantó e hizo una reverencia a Aylaa y se retiró del salón, con una sonrisa en la cara, y un gran futuro por delante...
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Nehknar- Padawan Jedi
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