Kaltor Ondir
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Kaltor Ondir
Para el que no lo sepa, mi otro personaje es Kai
Nombre: Kaltor
Apellido: Ondír
Especie: Selkath (información de la raza aquí: [Solamente los administradores pueden ver este vínculo]
Edad: 17
Facción: República
Profesión: Jedi Gris
Rango: Sensible de la Fuerza
Descripción:
Físico: Kaltor es notablemente alto para su especie, midiendo 1,60 de altura. Tiene una contextura física moderada, sin ser musculoso o demasiado delgado y alfeñique. Sus ojos son completamente negros como el resto de sus compatriotas Selkath. Su piel es celeste con patrones azul oscuro por su cuerpo. Suele llevar un traje de viajero con una chaqueta café y un traje amarillo y café de una pieza. Como el resto de su especie, lleva los "pies" al descubierto.
[Solamente los administradores pueden ver este vínculo]
Psicologica: Kaltor es amistoso y confiable. Le gusta actuar de forma independendiente aunque también acepta en hacerlo en grupo. Confía mucho en sus habilidades y capacidades, siendo capaz de desenvolverse con coraje en muchas situaciones. Le encanta jugar pazaak pero sabe controlarse. Nunca se arriesgo al extremo pero cuando es necesario lo hace sin dudar. A pesar de lo anterior, le gustan los desafios. Es rebelde con las órdenes cuando no se ajustan a lo que cree que es correcto, cosa que le llevará a convertirse en Jedi gris. Uno de sus problemas es el apego a los seres queridos y que se deja llevarse por las emociones cuando se refiere a ellos, otro catalizador que lo llevará distanciarse con la Orden Jedi, muchas veces la nostalgia lo inunda y los recuerdos de tiempo en familia lo oprimen. Tiene facilidad para desenvolverse comunicativamente, logrando ser una persona carismática y con tendencia al liderazgo.
Atributos:
Fuerza: 2
Destreza: 3
Sabiduría: 3
Inteligencia: 3
Carisma: 4
Habilidades: Persuadir
Dotes:
-Competencia con sable de luz.
-Habitante del lugar.
Equipo: Por defecto:
- Vestimenta: La vestimenta que lleve el personaje.
- Objeto Personal: Baraja de Pazaak
- Cinturón Epra
Nave: Ninguna
Historia:
Kaltor nació en Manaan, planeta oceánico y también del kolto, la sustancia curativa más poderosa conocida en ese momento en la galaxia. También siendo un planeta codiciado tanto por la República y el Imperio Sith. Pero desde que Revan desenmascaró las intenciones Sith, los Selkath apoyan a la República sin ser parte de ella (esto sucede en un contexto en que todavía el kolto es usado y Manaan se mantiene neutral). Kaltor vivió su niñez en las ciudades subacuáticas de Manaan hasta que tuvo la edad suficiente para poder respirar oxígeno y su familia fue a vivir a la Ciudad Ahto, donde trabajabo su padre que trabajaba en el negocio del kolto en Relaciones Públicas y su madre era bióloga marina. Durante su adolescencia, recién Kaltor descubrió su sensibilidad a la Fuerza pero decidió entrar a lo Orden Jedi en vez de la Orden de Shasa, culto donde Selkath sensibles a la Fuerza defendían Manaan de los Sith. Esto debido a que Kaltor terminó queriendo a la República mientras ayudaba a su padre en su negocio, donde conoció a mucha gente de ella. En la Orden Jedi el podría no solo ayudar a la República, si no que al resto de la Galaxia. Su desición no agradó a sus vecinos, que les gustaba mantenerse en un punto neutro en el conflicto, pero respetaron su desición.
Kaltor empezó sus estudios en la academia, por lo general no habían problemas. Eso sí, la falta de miembros de su especie en la academia a veces lo deprimía y le hacía recordar su juventud bajo las aguas de Manaan. Pasó pronto un año en la academia siendo un Younling. Kaltor jugaba Pazaak las tardes libres con un mecánico que vivía por la academia, él se dedicaba a hacerle la mantención de algunos droides de la Academia. En una tarde de juego con el mecánico, sucedería algo que cambiaría por completor la fe de Kaltor por la orden.
-¡Un cinco!, da un total de veinte- exclamo con orgullo
-¡Suertudo!- exclamó el mecánico, frustado por haberle ganado una partida y le entregaba los 10 créditos apostados.
Mejor suerte para la próxima- decía Kaltor mientras miraba por las ventanas del taller con cierto aire de nostalgia.
-¿Pensando en Manaan?
-Si... Estoy recordando cuando con mi madre veía los atardeceres en el horizonte cuando acababa de llegar hace poco a la ciudad Ahto.
-Ah, tu madre... las cosas que pasan...
-¿Las cosas qué?
El mecánico sobresaltándose como si hubiese dicho algo indebido.
-Nada... Es solo algo que se me pasó por la cabeza...
Kaltor sintiendo que le ocultaba algo, siguió interrogándolo
-Me ocultas algo
-No es nada, es que...
Kaltor lo mira con el ceño fruncido
-¡Esta bien! ¡No le digas a nadie! ¡Por favor! Fui de paso a Khoonda para conseguir unos repuestos y me encontré con un amigo de correos. Me preguntó si conocía a alguien con el nombre tuyo. Le respondí que si y me entregó varios correos provenientes de Manaan...
-¡¿Que rayos?!
-Espera... Aún hay más, mi amigo sabía que los Jedi no podían mantener contacto con sus familiares y eso. Me pidió que te entregara esas cartas a escondidas, decía que era algo serio y que era necesitario que las veas. Los Jedis le habían prohibido que se te sean entregadas, decían que solo causarían problemas...
-¿¡Que esperas!? ¡Tengo que verlas, por favor!
-Toma, aquí las tienes.
-Gracias, me voy ahora.
El mecánico le entregó un manojo de cartas a Kaltor, habían venido por correo electrónico desde Mannan. Kaltor corrió a su habitación, lo que leería lo destrozaría hasta el alma.
La primera cartas eran clásicas cartas de preguntando como estaba, si se sentía bien en la Academia, a quien había conocido, etc. Las siguientes eran más o menos similares. Pero una de ellas hablaba sobre que su madre se había enfermado gravemente. Estaba fechada desde hace cuatro meses atrás, era su padre que le decía que estaba enferma y que no habían podido encontrar la cura ni tratamiento adecuado. En las siguientes hablaba de que se ponía peor su situación y rogaban de que sabían que la Orden no dejaba comunicarse con los familiares pero de que era necesario de que viniera a verla, de que tal vez su presencia la ayudaría.
Kaltor, sin poder salir de su asombro y del egoísmo que estaba haciendo contra él la Orden siguió a la siguiente carta, fechada un mes antes. Su madre había fallecido. Kaltor inundado por el dolor comenzó a llorar de dolor, no podía creer la crueldad de la Orden. Ni siquiera había dado de enterado de lo que sucedía. El llanto pasó a ira y se disponía a buscar respuestas.
Kai, enaltecido por un sentimiento de que hacía falta justicia por la ocultación de esa información tan importante. Las únicas respuestas que consiguió era el pesar del Consejo y de que no podían entregarle esa información, de que era peligroso, de que detendría de manera abrupta su entrenamiento, de que el dolor podría confundirlo y arriesgar a que caiga en el Lado Oscuro, de que había sido para protegerlo a él. Por ese motivo no había ningún contacto con la familia, el apego era un camino al Lado Oscuro que el apego llevaba a los celos, luego al miedo, posteriormente a la ira y al sufrimiento. Por mucho que siguieran, Kaltor se sentía defraudado y traicionado por los Jedi. Pronto comenzó a darse cuenta de otras cosas que les disgustaba, especialmente de que los Jedis debían reprimir sus sentimientos ¿valía la pena vivir una vida sin emociones? ¿ser tan frío como una piedra? ¿Como uno podía ayudar al inocente y a la galaxia si el corazón tenía que ser enterrado?.
Estas y otras muchas dudas hicieron que Kaltor perdiera su fe en la Orden, pensó y reflexionó si su camino era necesariamente el Lado Oscuro, pero se dio cuenta que ninguno le apetecía. Un bando se dedicaba a ayudar y defender al inocente a cambio de perder la libertad y vivir una vida restringida y aislada del mundo. Los Sith eran egoistas que se servían ellos mismos, sin preocuparse del prójimo, mataban sin piedad y solo aspiraban el poder. ¿Acaso no había nada en el medio? ¿Tenía que ser un extremo u otro? ¿No había una salida para él? Había oído de Jedis Grises pero eran tan pocos que no había posibilidad cercana de que encontrara alguno.
Kaltor ya no soportaba a los estrictos Jedi, tomó sus cosas y se fue en el transporte más cercano, a Coruscant. Kaltor, con dinero que había ganado jugando Pazaa, logró comprar un pasaje de tercera clase. El transporte venía de otros planetas, por lo que había todo tipo de gente. Kaltor esperaba que cuando llegara a Coruscant, formaría un plan. Pero Kaltor no esperaba que en ese transporte encontraría a la persona que le instruiría un camino distinto, el verdadero camino que Kaltor buscaba, el camino del Jedi Gris.
Off: Bueno, dejo la historia hasta aquí, me gustaría que alguien pudiese ofrecerse para ser el maestro de Kaltor para ayudarme con el rol. Estoy seguro que a Mithrandir le interesaría poder rolear un Jedi Gris mientras su personaje todavía no se vuelve uno. Así que mi plan sería abrir un post donde estaría en el transporte y me encontraría con ese Jedi Gris, dejando a la imaginación del que me ayude la apariencia y características de él. De todas formas, aunque estoy seguro que no va a suceder, si nadie se interesa, me encargaré yo, lo que me complicaría loas cosas un poco, pero de todas formas podría hacerlo yo.
Nombre: Kaltor
Apellido: Ondír
Especie: Selkath (información de la raza aquí: [Solamente los administradores pueden ver este vínculo]
Edad: 17
Facción: República
Profesión: Jedi Gris
Rango: Sensible de la Fuerza
Descripción:
Físico: Kaltor es notablemente alto para su especie, midiendo 1,60 de altura. Tiene una contextura física moderada, sin ser musculoso o demasiado delgado y alfeñique. Sus ojos son completamente negros como el resto de sus compatriotas Selkath. Su piel es celeste con patrones azul oscuro por su cuerpo. Suele llevar un traje de viajero con una chaqueta café y un traje amarillo y café de una pieza. Como el resto de su especie, lleva los "pies" al descubierto.
[Solamente los administradores pueden ver este vínculo]
Psicologica: Kaltor es amistoso y confiable. Le gusta actuar de forma independendiente aunque también acepta en hacerlo en grupo. Confía mucho en sus habilidades y capacidades, siendo capaz de desenvolverse con coraje en muchas situaciones. Le encanta jugar pazaak pero sabe controlarse. Nunca se arriesgo al extremo pero cuando es necesario lo hace sin dudar. A pesar de lo anterior, le gustan los desafios. Es rebelde con las órdenes cuando no se ajustan a lo que cree que es correcto, cosa que le llevará a convertirse en Jedi gris. Uno de sus problemas es el apego a los seres queridos y que se deja llevarse por las emociones cuando se refiere a ellos, otro catalizador que lo llevará distanciarse con la Orden Jedi, muchas veces la nostalgia lo inunda y los recuerdos de tiempo en familia lo oprimen. Tiene facilidad para desenvolverse comunicativamente, logrando ser una persona carismática y con tendencia al liderazgo.
Atributos:
Fuerza: 2
Destreza: 3
Sabiduría: 3
Inteligencia: 3
Carisma: 4
Habilidades: Persuadir
Dotes:
-Competencia con sable de luz.
-Habitante del lugar.
Equipo: Por defecto:
- Vestimenta: La vestimenta que lleve el personaje.
- Objeto Personal: Baraja de Pazaak
- Cinturón Epra
Nave: Ninguna
Historia:
Kaltor nació en Manaan, planeta oceánico y también del kolto, la sustancia curativa más poderosa conocida en ese momento en la galaxia. También siendo un planeta codiciado tanto por la República y el Imperio Sith. Pero desde que Revan desenmascaró las intenciones Sith, los Selkath apoyan a la República sin ser parte de ella (esto sucede en un contexto en que todavía el kolto es usado y Manaan se mantiene neutral). Kaltor vivió su niñez en las ciudades subacuáticas de Manaan hasta que tuvo la edad suficiente para poder respirar oxígeno y su familia fue a vivir a la Ciudad Ahto, donde trabajabo su padre que trabajaba en el negocio del kolto en Relaciones Públicas y su madre era bióloga marina. Durante su adolescencia, recién Kaltor descubrió su sensibilidad a la Fuerza pero decidió entrar a lo Orden Jedi en vez de la Orden de Shasa, culto donde Selkath sensibles a la Fuerza defendían Manaan de los Sith. Esto debido a que Kaltor terminó queriendo a la República mientras ayudaba a su padre en su negocio, donde conoció a mucha gente de ella. En la Orden Jedi el podría no solo ayudar a la República, si no que al resto de la Galaxia. Su desición no agradó a sus vecinos, que les gustaba mantenerse en un punto neutro en el conflicto, pero respetaron su desición.
Kaltor empezó sus estudios en la academia, por lo general no habían problemas. Eso sí, la falta de miembros de su especie en la academia a veces lo deprimía y le hacía recordar su juventud bajo las aguas de Manaan. Pasó pronto un año en la academia siendo un Younling. Kaltor jugaba Pazaak las tardes libres con un mecánico que vivía por la academia, él se dedicaba a hacerle la mantención de algunos droides de la Academia. En una tarde de juego con el mecánico, sucedería algo que cambiaría por completor la fe de Kaltor por la orden.
-¡Un cinco!, da un total de veinte- exclamo con orgullo
-¡Suertudo!- exclamó el mecánico, frustado por haberle ganado una partida y le entregaba los 10 créditos apostados.
Mejor suerte para la próxima- decía Kaltor mientras miraba por las ventanas del taller con cierto aire de nostalgia.
-¿Pensando en Manaan?
-Si... Estoy recordando cuando con mi madre veía los atardeceres en el horizonte cuando acababa de llegar hace poco a la ciudad Ahto.
-Ah, tu madre... las cosas que pasan...
-¿Las cosas qué?
El mecánico sobresaltándose como si hubiese dicho algo indebido.
-Nada... Es solo algo que se me pasó por la cabeza...
Kaltor sintiendo que le ocultaba algo, siguió interrogándolo
-Me ocultas algo
-No es nada, es que...
Kaltor lo mira con el ceño fruncido
-¡Esta bien! ¡No le digas a nadie! ¡Por favor! Fui de paso a Khoonda para conseguir unos repuestos y me encontré con un amigo de correos. Me preguntó si conocía a alguien con el nombre tuyo. Le respondí que si y me entregó varios correos provenientes de Manaan...
-¡¿Que rayos?!
-Espera... Aún hay más, mi amigo sabía que los Jedi no podían mantener contacto con sus familiares y eso. Me pidió que te entregara esas cartas a escondidas, decía que era algo serio y que era necesitario que las veas. Los Jedis le habían prohibido que se te sean entregadas, decían que solo causarían problemas...
-¿¡Que esperas!? ¡Tengo que verlas, por favor!
-Toma, aquí las tienes.
-Gracias, me voy ahora.
El mecánico le entregó un manojo de cartas a Kaltor, habían venido por correo electrónico desde Mannan. Kaltor corrió a su habitación, lo que leería lo destrozaría hasta el alma.
La primera cartas eran clásicas cartas de preguntando como estaba, si se sentía bien en la Academia, a quien había conocido, etc. Las siguientes eran más o menos similares. Pero una de ellas hablaba sobre que su madre se había enfermado gravemente. Estaba fechada desde hace cuatro meses atrás, era su padre que le decía que estaba enferma y que no habían podido encontrar la cura ni tratamiento adecuado. En las siguientes hablaba de que se ponía peor su situación y rogaban de que sabían que la Orden no dejaba comunicarse con los familiares pero de que era necesario de que viniera a verla, de que tal vez su presencia la ayudaría.
Kaltor, sin poder salir de su asombro y del egoísmo que estaba haciendo contra él la Orden siguió a la siguiente carta, fechada un mes antes. Su madre había fallecido. Kaltor inundado por el dolor comenzó a llorar de dolor, no podía creer la crueldad de la Orden. Ni siquiera había dado de enterado de lo que sucedía. El llanto pasó a ira y se disponía a buscar respuestas.
Kai, enaltecido por un sentimiento de que hacía falta justicia por la ocultación de esa información tan importante. Las únicas respuestas que consiguió era el pesar del Consejo y de que no podían entregarle esa información, de que era peligroso, de que detendría de manera abrupta su entrenamiento, de que el dolor podría confundirlo y arriesgar a que caiga en el Lado Oscuro, de que había sido para protegerlo a él. Por ese motivo no había ningún contacto con la familia, el apego era un camino al Lado Oscuro que el apego llevaba a los celos, luego al miedo, posteriormente a la ira y al sufrimiento. Por mucho que siguieran, Kaltor se sentía defraudado y traicionado por los Jedi. Pronto comenzó a darse cuenta de otras cosas que les disgustaba, especialmente de que los Jedis debían reprimir sus sentimientos ¿valía la pena vivir una vida sin emociones? ¿ser tan frío como una piedra? ¿Como uno podía ayudar al inocente y a la galaxia si el corazón tenía que ser enterrado?.
Estas y otras muchas dudas hicieron que Kaltor perdiera su fe en la Orden, pensó y reflexionó si su camino era necesariamente el Lado Oscuro, pero se dio cuenta que ninguno le apetecía. Un bando se dedicaba a ayudar y defender al inocente a cambio de perder la libertad y vivir una vida restringida y aislada del mundo. Los Sith eran egoistas que se servían ellos mismos, sin preocuparse del prójimo, mataban sin piedad y solo aspiraban el poder. ¿Acaso no había nada en el medio? ¿Tenía que ser un extremo u otro? ¿No había una salida para él? Había oído de Jedis Grises pero eran tan pocos que no había posibilidad cercana de que encontrara alguno.
Kaltor ya no soportaba a los estrictos Jedi, tomó sus cosas y se fue en el transporte más cercano, a Coruscant. Kaltor, con dinero que había ganado jugando Pazaa, logró comprar un pasaje de tercera clase. El transporte venía de otros planetas, por lo que había todo tipo de gente. Kaltor esperaba que cuando llegara a Coruscant, formaría un plan. Pero Kaltor no esperaba que en ese transporte encontraría a la persona que le instruiría un camino distinto, el verdadero camino que Kaltor buscaba, el camino del Jedi Gris.
Off: Bueno, dejo la historia hasta aquí, me gustaría que alguien pudiese ofrecerse para ser el maestro de Kaltor para ayudarme con el rol. Estoy seguro que a Mithrandir le interesaría poder rolear un Jedi Gris mientras su personaje todavía no se vuelve uno. Así que mi plan sería abrir un post donde estaría en el transporte y me encontraría con ese Jedi Gris, dejando a la imaginación del que me ayude la apariencia y características de él. De todas formas, aunque estoy seguro que no va a suceder, si nadie se interesa, me encargaré yo, lo que me complicaría loas cosas un poco, pero de todas formas podría hacerlo yo.
Kaltor- Sensible a la Fuerza
- Cantidad de envíos : 5
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Hoja de Personaje
Habilidades/Dotes/Poderes:
Re: Kaltor Ondir
FICHA ACEPTADA
Bueno, la ficha aceptada, pero, tienes opciones, si vas a empezar el jedi gris, tienes varias opciones, Dantooine si empiezas como jedi y te exilias, y las otras opciones son Sulon (En resto de la galaxia), Kashyyyk, y Coruscant, la otra opcion es el planeta inicial de los sith, en caso de que te iniciases como tal.
Mas info aqui: [Solamente los administradores pueden ver este vínculo]
tigresj- Maestro Jedi
- Cantidad de envíos : 665
Fecha de inscripción : 24/04/2009
Edad : 41
Hoja de Personaje
Habilidades/Dotes/Poderes:
Re: Kaltor Ondir
Bueeeeno, al fin te hiciste la ficha. Se me adelantaron para aceptarla... ¬¬'
Tan sólo decirte que cuentes conmigo para lo que sea. Dudas, para que me inmiscuya en tu historia como narrador, etc. Qué te vaya bien por este territorio... ^^
EDITO: Acabo de darme cuenta, al pasar la ficha a la zona staff, que tenías mal puesto tu rango. Eres Sensible, no Adepto de la Fuerza. Ya te lo corregí.
Tan sólo decirte que cuentes conmigo para lo que sea. Dudas, para que me inmiscuya en tu historia como narrador, etc. Qué te vaya bien por este territorio... ^^
EDITO: Acabo de darme cuenta, al pasar la ficha a la zona staff, que tenías mal puesto tu rango. Eres Sensible, no Adepto de la Fuerza. Ya te lo corregí.
Mithrandir- Caballero Jedi
- Cantidad de envíos : 389
Fecha de inscripción : 10/06/2009
Edad : 38
Localización : Dantooine
Hoja de Personaje
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