Ficha de Catherina
Página 1 de 1.
Ficha de Catherina
Nombre: Catherina
Apellido: Summers
Especie: humana
Edad: 15
Facción: República
Profesión: jedi
Rango: younling
Descripción:
Físico: cabello castaño levemente ondulado, largo hasta los hombros. Ojos marrones con un matiz dorado que resulta más visible en torno a la pupila, con un brillo especial que da la apariencia de estar siempre entusiasmada. Estatura media, tirando a baja (1,6 m) y delgada, lo que le confiere una engañosa apariencia de fragilidad.
Psicología: es una chica dulce y simpática, bastante tímida y retraída en algunos momentos. Observadora y curiosa, con un fuerte sentido de la justicia, puede llegar a ser bastante desconfiada si algo no le encaja. Es valiente y un tanto impaciente, siempre ansiosa por aprender más, y si a la hora de ayudar a alguien lo da todo.
Atributos :
Fuerza: 2
Destreza: 3
Sabiduría: 3
Inteligencia: 4
Carisma: 3
Habilidades:
Informática: relacionada con la Inteligencia. Esta habilidad expresa tu facilidad para el control de ordenadores o elementos electrónicos manipulables.
Dotes:
Competencia con arma: sable
Preparación física
Equipo:
Vestimenta: pantalones y túnica beige, camiseta azul de tirantes bajo la túnica, zapatos, cinturón y manto negro con capucha, aunque casi nunca lo lleva puesto.
Objetos personales: un colgante con un medallón plateado con una piedra de ámbar incrustada que tiene sus iniciales grabadas en la parte de atrás y dos anillos, uno pequeño, de plata y con una piedra de ámbar, a juego con el medallón, y otro más grande, de plata también, labrada con signos extraños sin significado conocido, y una gema azul tallada incrustada en medio.
Cinturón Epra
Historia:
Nacida en Alderaan de padres desconocidos, su primer recuerdo es irrumpir corriendo en una gran plaza, con mucha gente a su alrededor, a los 5 años. Apretado en su manita estaba un pequeño paquete junto con una carta, y se sentía confusa y desorientada. No sabía quién era, qué hacía allí o qué sitio era aquel, tan solo que tenía mucho frío y mucho miedo, tanto que rompió a llorar al tiempo que caía sentada al suelo. Sus débiles sollozos llamaron la atención de dos hombres que estaban sentados cerca, conversando, quienes se acercaron para conocer el motivo de su llantina. Al no saber ella decirles quién era, el más joven la tomó en brazos y la llevó al interior de un edificio cercano.
El chico que la había llevado dentro era un aprendiz de jedi y el hombre que lo acompañaba era su maestro, como supo ella más tarde. La llevaron a una enfermería para que comprobasen si estaba herida, y de paso le hicieron un recuento de midi-clorianos, pues ambos habían percibido su potencial. Los resultados revelaron su sensibilidad para la Fuerza, y tras intentar averiguar algo sobre ella sin ningún éxito, advirtieron el sobre y el paquete de los que no se separaba y la convencieron de que los dejase verlos.
Catherina nunca supo qué contenía el sobre, tan solo que les hizo abrir mucho los ojos y mirarla con compasión. Le entregaron los anillos y el medallón que contenía el paquete, pero no le devolvieron la carta, y después, se la llevaron con ellos durante el transcurso de su misión y posteriormente la ingresaron en la Academia Jedi de Dantooine.
Pasaron los años y Catherina fue creciendo y aprendiendo en la Academia junto con los demás aprendices, sin diferenciarse especialmente de sus compañeros hasta que, al cumplir los 12 años, comenzaron las pesadillas.
Primero fueron una vez al mes más o menos, y siempre era el mismo sueño:
Un ruido atronador la despertaba. Estaba acostada en una cama bastante cómoda y grande, demasiado grande para su pequeño cuerpo de 5 años. A su alrededor había muchos instrumentos musicales y varias pinturas, entremezcladas con muchos juguetes. El techo semejaba un cielo estrellado y el suelo estaba decorado como si de hierba se tratase. Se sentaba en la cama, con los ojos muy abiertos y apretando las mantas contra el pecho. De pronto, alguien entraba corriendo en su cuarto y la sacaba de la cama, cogiéndola en brazos. Por alguna razón se sentía invadida por el terror, y sus ojos infantiles buscaban a toda prisa los ojos del desconocido...
Siempre se despertaba en aquel punto, chillando y despertando a todo el mundo.
La visión de aquellos ojos verdes la aterrorizaba.
Al cabo de un año, los sueños eran una vez a la semana, y así aumentó progresivamente hasta que al cumplir los 15 años, rara era la noche en que no los tenía. Poco a poco, los sueños empezaron a ser más nítidos, hasta el punto de poder averiguar el origen del ruido que la despertaba.
Era un grito, un grito desgarrador. Un grito de mujer, que decía:
-¡No! ¡Catherina! ¡No!
Apellido: Summers
Especie: humana
Edad: 15
Facción: República
Profesión: jedi
Rango: younling
Descripción:
Físico: cabello castaño levemente ondulado, largo hasta los hombros. Ojos marrones con un matiz dorado que resulta más visible en torno a la pupila, con un brillo especial que da la apariencia de estar siempre entusiasmada. Estatura media, tirando a baja (1,6 m) y delgada, lo que le confiere una engañosa apariencia de fragilidad.
Psicología: es una chica dulce y simpática, bastante tímida y retraída en algunos momentos. Observadora y curiosa, con un fuerte sentido de la justicia, puede llegar a ser bastante desconfiada si algo no le encaja. Es valiente y un tanto impaciente, siempre ansiosa por aprender más, y si a la hora de ayudar a alguien lo da todo.
Atributos :
Fuerza: 2
Destreza: 3
Sabiduría: 3
Inteligencia: 4
Carisma: 3
Habilidades:
Informática: relacionada con la Inteligencia. Esta habilidad expresa tu facilidad para el control de ordenadores o elementos electrónicos manipulables.
Dotes:
Competencia con arma: sable
Preparación física
Equipo:
Vestimenta: pantalones y túnica beige, camiseta azul de tirantes bajo la túnica, zapatos, cinturón y manto negro con capucha, aunque casi nunca lo lleva puesto.
Objetos personales: un colgante con un medallón plateado con una piedra de ámbar incrustada que tiene sus iniciales grabadas en la parte de atrás y dos anillos, uno pequeño, de plata y con una piedra de ámbar, a juego con el medallón, y otro más grande, de plata también, labrada con signos extraños sin significado conocido, y una gema azul tallada incrustada en medio.
Cinturón Epra
Historia:
Nacida en Alderaan de padres desconocidos, su primer recuerdo es irrumpir corriendo en una gran plaza, con mucha gente a su alrededor, a los 5 años. Apretado en su manita estaba un pequeño paquete junto con una carta, y se sentía confusa y desorientada. No sabía quién era, qué hacía allí o qué sitio era aquel, tan solo que tenía mucho frío y mucho miedo, tanto que rompió a llorar al tiempo que caía sentada al suelo. Sus débiles sollozos llamaron la atención de dos hombres que estaban sentados cerca, conversando, quienes se acercaron para conocer el motivo de su llantina. Al no saber ella decirles quién era, el más joven la tomó en brazos y la llevó al interior de un edificio cercano.
El chico que la había llevado dentro era un aprendiz de jedi y el hombre que lo acompañaba era su maestro, como supo ella más tarde. La llevaron a una enfermería para que comprobasen si estaba herida, y de paso le hicieron un recuento de midi-clorianos, pues ambos habían percibido su potencial. Los resultados revelaron su sensibilidad para la Fuerza, y tras intentar averiguar algo sobre ella sin ningún éxito, advirtieron el sobre y el paquete de los que no se separaba y la convencieron de que los dejase verlos.
Catherina nunca supo qué contenía el sobre, tan solo que les hizo abrir mucho los ojos y mirarla con compasión. Le entregaron los anillos y el medallón que contenía el paquete, pero no le devolvieron la carta, y después, se la llevaron con ellos durante el transcurso de su misión y posteriormente la ingresaron en la Academia Jedi de Dantooine.
Pasaron los años y Catherina fue creciendo y aprendiendo en la Academia junto con los demás aprendices, sin diferenciarse especialmente de sus compañeros hasta que, al cumplir los 12 años, comenzaron las pesadillas.
Primero fueron una vez al mes más o menos, y siempre era el mismo sueño:
Un ruido atronador la despertaba. Estaba acostada en una cama bastante cómoda y grande, demasiado grande para su pequeño cuerpo de 5 años. A su alrededor había muchos instrumentos musicales y varias pinturas, entremezcladas con muchos juguetes. El techo semejaba un cielo estrellado y el suelo estaba decorado como si de hierba se tratase. Se sentaba en la cama, con los ojos muy abiertos y apretando las mantas contra el pecho. De pronto, alguien entraba corriendo en su cuarto y la sacaba de la cama, cogiéndola en brazos. Por alguna razón se sentía invadida por el terror, y sus ojos infantiles buscaban a toda prisa los ojos del desconocido...
Siempre se despertaba en aquel punto, chillando y despertando a todo el mundo.
La visión de aquellos ojos verdes la aterrorizaba.
Al cabo de un año, los sueños eran una vez a la semana, y así aumentó progresivamente hasta que al cumplir los 15 años, rara era la noche en que no los tenía. Poco a poco, los sueños empezaron a ser más nítidos, hasta el punto de poder averiguar el origen del ruido que la despertaba.
Era un grito, un grito desgarrador. Un grito de mujer, que decía:
-¡No! ¡Catherina! ¡No!
Catherina Summers- Civil
- Cantidad de envíos : 1
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.