Comunicado especial [Idam y Rosk]

por **La Fuerza** Lun Mayo 18, 2009 9:32 pm

El sol se posaba sobre el ocaso cual futuro fantasma de la luz, resoplando los últimos vestigios de luz natural. Todo indicaba que la tarde comenzaba a caer en su continuo ciclo de vida, dejándo paso a un anochecer magnánimo. El día comenzaba a finalizar para muchos trabajadores del planeta, quienes guardaban sus fuerzas para un el siguiente amanecer, las primeras luciérnagas primaverales se asomaban por las oscuras sombras de los desnivelados llanos del lugar.

Mas el Alto Consejo no se podía permitir descanso alguno en una galaxia tan fragil como esperanzada. Eran tiempos duros para los jedi que muchas veces tenían que hacer labores totalmente desvirtuados de su función. Pues había quienes se les asignaban tareas de supervición de las resconstrucciones de los planetas, otros sobre el control del comercio, nada digno de la sabiduría de un Jedi. Sin embargo, la República se encontraba gravemente herida tras tantas guerras sin pausa...no cabía lugar para los idealistas en una galaxia en reconstrucción.

Los máximos exponentes del Consejo se reunían hoy en la sala de Dantooine, su central mas importante tras la suspensión de las actividades en Coruscant. El misterio abrumaba a estos individuos casi tanto como el motivo real de sus acciones, sin embargo se sabía que las reuniones eran frecuentes entre estos máximos mandatarios. El comunicado había sido enviada de inmediato a los dos Jedi solicitando su presencia inmediata...casualmente uno de ellos era un reconocido miembro de ese consejo...el otro su antiguo padawan.

[Se solicita la asistencia de Rosk e Idam para una sesión del Consejo]

por **Idam Quin Vas** Lun Mayo 18, 2009 10:27 pm

Otra mañana, y otros sucesivos "prrrrrriii" habían bautizado su inicio del día otorgándole unas lujosas ojeras y un sentido de la irritabilidad agudizado. No podía creer que en lo que va de sus vacaciones(dos días) no haya podido dormir mas que cuando lo hacía en medio del borde exterior. Mas la frase de "Así es la vida de un jedi" le consolaba por momentos, mientras que otros directamente se fundía en una profunda meditación.

Los pensamientos se transmutaban en imagenes y estas en acontecimientos pasados, puñaladas en su resquebrajado espíritu comenzaban a taladrar su conciencia con la certeza de que todo aquello era real. No podía evitar los espasmos y temblores en un esfuerzo sobrehumano por mantener la calma, el sudor era palpable en su torso descubierto. Aquellos sueños torturadores seguían atormentándole cada vez mas seguido, como si le quisieran transmitir algo, como si algo no hubiera quedado zanjado en su pasado.

Mas no era tiempo de proseguir con su cotidiana contienda, el "prrrrriii" del holoproyector sonaba tan incansablemente como de costumbre, y su estado de ánimo no era algo que le permitiera ignorarlo por mucho tiempo. - Bien? - Esbozaba el jedi con un claro signo de desatención e insolencia. - Maestro Vas, perdone que lo moleste, pero el consejo ha solicitado su presencia inmediatamente...no han precisado la causa - Respondió rápidamente la joven del holoproyector, como queriendo salir de aquella incomoda situación lo mas pronto posible.

( Estos viejos...como les gusta crear misterio... ) suspiró unos segundos el joven Caballero, mientras caminaba por la habitación buscando su camiseta perdida. - Bien, Nami...allí estaré - Y tras el debido asentimiento de la interlocutora, la comunicación se cortó. ( Donde estará mi camiseta...seguro que fue el droide de limpieza... ), decía mientras se resignaba a encontrarla y se disponía a pegarse una ducha y cambiar definitivamente de ropajes.

Unos cuantos minutos despues su presencia ya se hayaba en la entrada de la sala...espectante, ante semejante misterio no resuelto...

por **Rosk Taa´kal** Mar Mayo 19, 2009 2:02 am

La Fuerza se arremolinaba a su alrededor, la sentía en lo mas profundo de su ser, conectada a la roca sobre la que se encontraba sentado, en los troncos mas grandes de los árboles mas alejados y en las pequeñas florecillas que poblaban la zona próxima al enclave mecidas por la suave brisa de la mañana. Entonces empezó a sentir también una presencia, la reconocía, según se acercaba con mayor claridad.

Abrió los ojos y lo vio, el joven Padawan Triipto había salido del enclave y corría hacia donde Rosk se encontraba. -Maestro!- gritaba todavía acercándose a la carrera. -Vaya Triipto, parece que hoy te han hecho madrugar- Comentó el Maestro Jedi antes de que el Padawan tuviera tiempo a explicarse. El muchacho jadeaba recuperando el aliento perdido en la carrera. -Asi es Maestro Taa´kal- respondió con resignación. -El Consejo solicita su presencia, el maestro Groninho me ha pedido que lo avise- -Entiendo, parece que por esta mañana se ha terminado la meditación- Sonrió al Padawan, -puedes marcharte, aprovecha y coge buen puesto en la fila del desayuno- -Gracias Maestro, asi lo haré.- Dijo mientras ya se giraba para iniciar una nueva carrera, ahora de sentido contrario.

(¿Una audiencia tan temprano?, espero que no haya habido ningún problema con el pacto de Ryloth... a veces los senadores republicanos no hacen mas que enredar las relaciones diplomáticas.) Con paso tranquilo y sumido en sus pensamientos recorrío el trecho que lo separaba del enclabe. Entró apurando el paso, y derrepente se acordó, -Claro! Hoy debemos de hacer oficial la asignación de Maestros...- Murmuró.

Apenas un minuto después el Maestro Taa´kal entraba en la sala del Consejo, -buenos días- haciendo una leve inclinación de cabeza hacia el resto de Maestros. Adviertió la presencia del Caballero Idan, (que sorpresa se va a llevar), pensaba con cierta ironía al imaginar la cara que pondría su antiguo Padawan cuando sepa que el Consejo quiere asignarle la tutela de algún alumno.

por **La Fuerza** Mar Mayo 19, 2009 7:47 am

La presencia unida de aquellos tremendos sensibles a la Fuerza se percibía con total claridad dentro de aquella sala. Solo existía un pasillo que llevaba a este recinto sagrado y se encontraba custodiado por una computadora que controlaba el ingreso ocular de los que entraban, aquél que no tuviera el permiso debido se estamparía contra un escudo invisible. Algunos habían catalogado esta medida como un tanto excesiva, pero aún así había sido implementada dada las continuas sospechas de espías dentro de la Orden.

Los dos individuos citados ya se encontraban en la entrada de la gran Sala, esperando que la puerta les permitiera el paso. No tardó en efectuarse tal acto y la imagen se tornó visible...

La columna de individuos formaban los doce asientos que ocupaban el recinto. Sentados en sus especialmente fabricados sillones se distinguía la imagen de los distintos miembros de la Orden, en su mayoría relativamente jóvenes para pertenecer a ese organísmo. La purga jedi tras el arrase de Revan y la posterior sed de Darth Nihilus, habían dejado en clara fragilidad la Orden Jedi. Mas la recuperaciones estaban siendo exitosas y había motivos por los cuales entrever que todo aquello podía irse encaminando a un futuro mas esperanzador.

- Pasen, mis jóvenes hermanos - Apresuraba a dirigirles el Maestro Tsuang, con su amabilidad de siempre. Solía tratar a los demás como hermanos debido a su concepción de la fuerza, en la cual percibía que todo aquél sensible a ella tenía por lo tanto una vinculación mayor con las demás personas, como hermanos, sin necesidad de mediar la sangre.

- Tome asiento Maestro Taa'kal - Siguió procediendo el Maestro de cabellos marrones, indicándole su pertenencia a aquél magnánimo consilio. Un sillón preparado especialmente para la compostura de Rosk se levantó desde un pasadizo del suelo y se posicionó en el debido lugar vacío.

Unos minutos de silencio invadieron la sala, expresando que el tema a tratar sería bastante importante. Situación que aprovecho Tsuang para tomar asiento también en su respectivo lugar. La fuerza se podía percibir intensamente en aquella sala, multitud de ondas y oscilaciones parecían ser el devenir de las sabias mentes de aquellos individuos. Los últimos rayos de luz, por otro lado, terminaban por desaparecer por el firmamento.

- El consejo ha meditado sobre la situación en Bandoomer, todas las consignas indican que el único fenómeno importante del lugar es esta inmigración repentina. Pero escasos ya somos como para seguir investigando esta situación. De todas formas un grupo de soldados de exploración han sido enviados para iniciar maniobras e intentar acercarnos mas al asunto - Tomó la voz el Máximo exponente del la Orden, el Maestro Shoota.

El canoso alienigena rascaba su mentón mientras se tomaba el respiro deseado para proseguir con la reunión...

por **Idam Quin Vas** Mar Mayo 19, 2009 9:56 am

La espera no fue la suficiente como para renombrarse en sus meditaciones, y la puerta del Consejo se abrió despues de unos instantes pasajeros. Allí dentro la figura de los reconocidos maestros de la Orden se sucedían unos a otros, cada cual mas exótico y sabio que el otro. No podía evitar cierta incomodidad ante semejante presencia.

La duda comenzó a carcomer su conciencia. ( Si fuera solo para informarme acerca de Bandomer, podrían haberlo hecho por holoproyector...así que esto debe esconder un fin mayor ), meditaba el medio echani con suma sutileza, mientras hacía la debida reverencia a los allí presentes. Fue cuando se percató de la cercanía de su antiguo mentor, ahora miembro del Alto Consejo. ( O no...conozco esa mirada... ), sin duda, estaba en lo cierto, la conexión entre un maestro y su padawan era tal que podían hablarse solo con gestos o variaciones en sus sensaciones. Era claro el mensaje de su maestro al respecto..." Esto no te gustará ", y si él así lo exponía era porque así sería.

- Maestros - Y volvió a hacer otra reverencia en el centro del círculo, invadido ahora por las miradas de todos los allí presentes. ( Acaso algún incidente en grave...mmm, no...¿¿me harán Maestro??...no lo creo tampoco... ), seguía cuestionando el joven Caballero intentando hallar la naturaleza de aquél misterio. No era un individuo al que le gustase estar mucho tiempo esperando, pero su semblante se mantenía irrasible, absolutamente sereno y escudado de todas las curiosidades que quisieran buscar estos maestros en su interior.

( Veo que tambien esta el Maestro Tsuang... ), decía mientras presenciaba la imagen de este recien incorporado individuo al consejo, y su característica tendencia a la amabilidad. No podía evitar preguntarse si realmente era capaz de llevar ese tipo de personalidad todo el tiempo o solo lo hacía como protocolo "chupamedias" delante de los maestros del consejo. Bah!...ya importaba poco la naturaleza de estos actos, simplemente quería saber de una vez por todas a que se debía tanto misterio de golpe...

- El consejo ha meditado sobre la situación en Bandoomer, todas las consignas indican que el único fenómeno importante del lugar es esta inmigración repentina. Pero escasos ya somos como para seguir investigando esta situación. De todas formas un grupo de soldados de exploración han sido enviados para iniciar maniobras e intentar acercarnos mas al asunto - En ese entonces adquirió la voz cantante el Gran Maestro Shoota, lider del consejo, y una leyenda en la fuerza. Pero estaba claro que todo aquello pretendía desviar el tema de converzación real al cual debería de "protestar".

- Comprendo, Maestro...pero estoy seguro que no me habrás citado solo para informarme sobre Bandomer - Al grano y con menos sutileza que un Hutt enfadado, exponía su curiosidad ante el verdadero tema de la cuestión. Sin embargo, estaba claro que aquella osadía impulsiva no era algo que los Maestros se fueran a tomar muy agradablemente...y es que hacía mas de dos meses que tampoco dormía de manera adecuada...

por **Rosk Taa´kal** Miér Mayo 20, 2009 12:53 am

Una sonrisa se dibujó en su cara al ver al maestro Tsuang dándoles la bienvenida. -Gracias- Respondió escuetamente mientras esperaba a que su asiento emergiera en su totalidad. Una vez acomodado dejó que su mente entrara en sintonía con la Fuerza, mas intensa en ese lugar que en cualquier otro cuando los Maestros mas duchos de la Orden se encontraban reunidos.

- El consejo ha meditado sobre la situación en Bandoomer, todas las consignas indican que el único fenómeno importante del lugar es esta inmigración repentina. Pero escasos ya somos como para seguir investigando esta situación. De todas formas un grupo de soldados de exploración han sido enviados para iniciar maniobras e intentar acercarnos mas al asunto - - Comprendo, Maestro...pero estoy seguro que no me habrás citado solo para informarme sobre Bandomer -

Escuchaba pensativo como se había iniciado la reunión de forma precipitada... -Paciencia Idan, todo llegará a su debido momento- Dijo mirando al Caballero con un tono neutro, característico de las sesiones del Consejo. Acto seguido hizo un gesto con la mano hacia el Maestro Schoota. -Es cierto que en apariencia solo son las inmigraciones las que han provocado perturbaciones, sin embargo, aunque estoy en completo acuerdo con el maestro Schoota sobre que tenemos asuntos mas importantes y recursos mas escasos... pienso que no debemos apartar nuestra atención totalmente del asunto. Hizo una pausa para mirar alternativamente a cada uno de los presentes.

-No podemos pasar por alto que la Galaxia se haya sumida en un velo de desconcierto e incertidumbre. No somos tan poderosos como antaño y sentir con tanta precisión como antes no podemos. Y todos sabemos quien se aprovechará de esta circunstancia... si no lo está haciendo ya.- Guardó silencio, ya que no pretendía desviar el tema a tratar, solo pretendía dar su punto de vista sobre el estado en que la Orden se encontraba.

Respiró hondo y expulsó despacio el aire buscando la serenidad que hacía falta para continuar con lo que tenía que decir. Casi de forma involuntaria clavó su mirada en el Caballero Jedi. -Para volver a ser lo que un día fuimos debemos comenzar por el principio... los Padawans recién ascendidos. Sin un maestro que los tutele o un ejemplo a seguir se ha demostrado que pueden perder de vista el camino correcto a seguir. Nuestra principal prioridad ahora debe ser reconstruir la Orden, y para ello debemos asegurar unos fuertes y robustos pilares.-

No quiso continuar porque sabía que alguno de los miembros del consejo querría o tendría algo que decir al respecto, además, quería observar como su antiguo alumno deducía que iba a ocurrir a continuación.

por **La Fuerza** Miér Mayo 20, 2009 5:53 am

La sesión continuaba su curso, mas acelerado del que normalmente se tomaban. Era común que los maestros debatiesen en profundidad cada tema estipulado, pero la de hoy era una de esas reuniones especiales y debían despachar rápidamente el resto de temas hasta lograr centrarse en el verdaderamente importante. De hecho esa fue el sistema protocolar que se llevo a cabo.

La respuesta precipitada y descolgada del Caballero Jedi había desagradado a un grupo considerable de maestros afines a las viejas teorías de "disciplina ante todo", otros simplemente optaron por obviar el comentario, sapientes de aún la juventud del joven Jedi, a pesar de su experimentado rango. Sin embargo, como era debido, su maestro con actitud tutorial amansó las aguas de la situación con unos condimentos de "paciencia" bien fundados en el momento adecuado.

Unos segundos se hicieron palpables en la comunión de aquél lugar, algunos no tenían buenas referencias de aquél Caballero Jedi que se posaba en frente de ellos. Establecían que era demasiado temerario y desobediente para llevar el cargo de Caballero, sin embargo, alababan con creces al Maestro Taa´kal, su antiguo maestro. Mas la última palabra siempre la tenía el Maestro Shoota, fuente indiscutible de sabiduría y conocimientos, y uno de los pocos jedi que habían sobrevivido a las Dos Guerras.

Tras escuchar el discurso ejemplar del Maestro Jedi humano, todos establecieron un asentimiento bastante perceptible asemejando cierta satisfacción con las palabras propuestas por él. Ninguno se atrevió a agregar argumento alguno cuando finalizó el jedi, sabían a quién le tocaba hablar...

- Mucha razón tiene Maestro Taa´kal, sin duda. Pero aún así no debemos ceder ante la necesidad y seguir afines a nuestras creencias, la Fuerza solo así nos guiará sobre el recto camino - Exponía el Maestro Shoota, haciéndose protagonista de la sala. Su voz grave y un tanto quebradiza, enseñaba la experiencia de sus extensos años. Nadie se atrevía a estipular la edad del reconocido Jedi, dado que los thissispisianos podían vivir muchísimo tiempo.

Y continuó. - El consejo Jedi ha tomado la decisión.. - Decía apretando un puño, con referencia a la férrea unión de la decisión. - De otorgar dos pádawans por Maestro Jedi, con el fin de equilibrar la situación - Y el número dos se dibujaba en sus dedos. Estableció un breve silencio para meditar las siguientes palabras, pues importante debía ser su adecuada elección...recurrió a la Fuerza, cerrando sus casi ocultos ojos y respirando profundamente.

- Tus aprendices - Los Maestros no les gustaba denominarlos como pádawans hasta no ser concientes de la conexión con su estipulado Maestro. - serán el joven Reitz Loire y la jovencita Marin Valentine. Educarles deberás, así como tu maestro lo hiciera alguna vez contigo, para convertirlos en los Guardianes de la Paz que la República necesita y la Fuerza establece - Establecía con precisión el humanoide, al compás en que reabría sus ojos. No era él quién había hablado, sino la Fuerza a través de su voz, bendiciéndolos con su voluntad.

Todos los allí presentes tenían bien sabido que aquello no era todo lo que se debía de decir en esa reunión, pero se había tomado mas detallismo con el Caballero Jedi, debido a su inexperiencia como Maestro. No era muy común que a un joven Jedi le concediesen este honor, pero los tiempos eran distintos y la voluntad suprema así lo reclamaba.

- Debes respetar la decisión del consejo, pues en la sabiduría de la Fuerza se basa - Levantó la voz luego de un largo silencio el Maestro Jedi de repente, haciendo hincapié en el claro disconforme que el joven Jedi mostraría. Era algo muy propio del Maestro Shoota adelantarse a los argumentos del adversario, estableciendo su retórica experimentada como medio de respeto a la Fuerza. No muchos se atrevían a contradecir o dudar de sus palabras, y ninguno a cuestionar su mandato.

Y ahora las miradas se establecieron en el Maestro Rosk Taa´kal, todos sapientes del siguiente paso de la reunión. Esperaban así, callados, la inevitable intervención del barbudo humanoide concediendo la segunda consigna de la trama argumental en cuestión. - Maestro Taa´kal - Inquirió con el fin de establecer nuevamente su protagonismo en la situación. - También de dos aprendices deberás encargarte. Los establecidos serán Azula y el joven Aoi Kiryu - Sentenció con firmeza el hombre de prominente pelaje, con otro profundo respirar, era claro que sus decisiones no venían tomadas a la ligera, sino ampliamente meditadas.

- Deberán comenzar de inmediato. Pues sus servicios la República precisará - Finalizó dando por terminada claramente la reunión. La cuestión había sido estipulada y las consignas establecidas, aquellos dos Jedi deberían ahora de iniciar el camino mas importante en su vida...transmitir su sabiduría a una nueva generación de Guardianes de la Paz....

Uno a uno al cabo de un disimulado tiempo los maestros se fueron retirando de la sala, algunos relatando alguna anécdota interesante de representar, otros simplemente en silencio y pacíficamente. - Felicidades joven Vas, que honor se te ha concedido por fin. Y usted Maestro Taa´kal ya comienza su segunda etapa, debe de estar contento - Les dirigía la conversación el siempre simpático de Tsuang, mientras todos salían del recinto.

El último como era obvio fue el Maestro Shoota, su destino sería el Salón de los Ancianos...

por **Idam Quin Vas** Miér Mayo 20, 2009 9:42 am

La incomodidad le iba carcomiendo por dentro, quizá aún esos efectos de los sueños tormentosos no le convirtiesen en alguien tan calmado como creía. Pero no podía ceder, tenía que mantener su entrenamiento Jedi ante cualquier situación. Recordaba como de niño no le perseguían estas cosas, como su ingenuidad le infundía un profundo placer por cualquier cosa que le sucediese.

La reunión proseguía y su meditabundo estado no podía seguir anteponiéndose en esas circunstancias, la situación le exigía un protocolo estipulado, que si bien podía tener sus diferencias con tanto "formalismo", entendía que era algo a respetar. -Paciencia Idan, todo llegará a su debido momento -Las palabras de su antiguo maestro se sucedían unas a otras, recordándole aquellas ya viejas enseñanzas que hoy hacían de él un Jedi, aunque denotaba cierta formalidad en sus argumentaciones debido a que no se hallaba en la intimidad de una conversación entre maestro y padawan, sino entre los principales mandatarios de la Orden. - Perdonen Maestros - Sus ojos se cerraron acompañando un muy disimulado ademán de reverencia de su cabeza.

La conversación siguió su curso sin hacer demasiado hincapié en la insolencia del Caballero Jedi, aún cuando podía percibir el reproche dentro de aquellas almas allí presentes. Sabía que muchos no le toleraban o incluso desconfiaban de su criterio, pero era un Caballero Jedi experimentado con años de servicio exitoso y eso era suficiente para acallar los posibles rumores de "desobediencia".

Una espina se clavo en la conciencia del Echani con la sapiencia de que el último argumento establecido por Rosk no había caído por arte de magia. ( ¿Me han traído aquí para charlar sobre el futuro de los Padawans?...no es lógico...un momento...no serán tan atrevidos como para... ), la continuación del diálogo interrumpió sus pensativas cuestiones, dejando paso al habla del peludo Maestro Jedi.

- Mucha razón tiene Maestro Taa´kal, sin duda. Pero aún así no debemos ceder ante la necesidad y seguir afines a nuestras creencias, la Fuerza solo así nos guiará sobre el recto camino - Decía el Maestro Shoota, siempre tan irascible y calmo, como si nada interfiriera a sus conclusiones. Sin duda en muchas situaciones podía estar en contra de esta actitud tan "pasiva", pero era claro que admiraba enormemente a este individuo ejemplar. ( Esto no tiene ni pies ni cabeza...no irán a... ), todo comenzaba a darle vueltas y no le gustaban nada sus intuiciones.

- El consejo Jedi ha tomado la decisión de otorgar dos pádawans por Maestro Jedi, con el fin de equilibrar la situación.... Tus aprendices serán el joven Reitz Loire y la jovencita Marin Valentine. Educarles deberás, así como tu maestro lo hiciera alguna vez contigo, para convertirlos en los Guardianes de la Paz que la República necesita y la Fuerza establece - Le confirmaba el Maestro Jedi prediciendo sus predichos temores. Una sensación de clara disconformidad comenzó a invadirle por todo el cuerpo como si hubieran faltado a su integridad como individuo, como si hubieran pinchado en la aguja de su conciencia. Su rostro se fue tornando cada vez mas serio, sabía que aquello no era algo normal en los Jedi, obligar a alguien a tener un padawan de ese modo iba contra todas las teorías que había estudiado sobre la conexión entre "Maestro y Padawan". Era una osadía y sin duda no se callaría al respecto.

- Discrepo absolutamente Maestro, yo no he solicitado un Padawan aún. No tengo constancia de que a un Jedi se le haya obligado de esa forma sin su consentimiento. Aún no estoy preparado para esto - Sus palabras comenzaron con un tono disimuladamente enfurecido, pero cada vez que proseguía su exposición se iba tornando de un amargo desconsuelo. El problema no era que no supiera qué transmitirles a los demás, sino cómo debía hacerlo. Tenía ganas de decirles mucha mas cosas de las relatadas, de hacerles saber que su opinión también importaba, de que habían obviado su criterio como tantas otras veces. Optó, sin embargo, por no ceder ante estas sensaciones e intentar ocultar sus pensamientos con su frase favorita "Nadie dijo que el camino de un Jedi fuera fácil"... la idea de seguir ante toda adversidad, de trazar el camino de la Paz, le imponía una voluntad superior. Tenía un compromiso ante todo...un compromiso para con el universo entero...

- Debes respetar la decisión del consejo, pues en la sabiduría de la Fuerza se basa - Pero estos maestros jamás daban el brazo a torcer luego de una decisión tomada, sabía muy a su pesar que toda protesta por su parte no haría sino reafianzar su inconformismo. Un muy sensible suspiro bañó sus emociones a una resignación propia de alguien a quién le han encomendado una misión con la que no se siente a gusto, con la que no esta de acuerdo. Mas no le quedaba sino meditar sobre lo expuesto, calmar sus sensaciones y dejar fluir sus pensamientos, imbuirse en la Fuerza para hallar en ella el camino que anhelaba conocer. Sin embargo, la conversación proseguía, impidiéndole su retirada a la habitación.

El Maestro Shoota también había dispuesto dos aprendices para Rosk, lo cual reflejaba la situación desesperada en la que se encontraba la Orden, tan falta vapuleada por las últimas guerras. Comprendía esta condición, pero no al punto de obligar a los Maestros a acoger aprendices como si fueran simples marionetas a las que había que "educar". No veía la hora de poder retirarse de aquella horrible situación...( Inmediatamente??, genial...sin duda...genial ).

Y finalmente dieron las campanadas de salida con la última frase del Maestro Shoota, y sin siquiera esperarse para responder al Maestro Tsuang, se dispuso a salir...en busca de refugio...a apreciar el consuelo de las estrellas y respiración purificadora del aire de los llanos de Dantooine...necesitaba pensar sobre esto...

por **Rosk Taa´kal** Jue Mayo 21, 2009 1:09 pm

- Maestro Taa´kal - Inquirió con el fin de establecer nuevamente su protagonismo en la situación. - También de dos aprendices deberás encargarte. Los establecidos serán Azula y el joven Aoi Kiryu - Sentenció con firmeza el hombre de prominente pelaje, con otro profundo respirar, era claro que sus decisiones no venían tomadas a la ligera, sino ampliamente meditadas.

Para Rosk, esta no era una decisión que le sorprendiera... Llevaba tiempo encargándose de asuntos críticos para la República, tales como la mediación en Ryloth, sin embargo sabía que su deber mas inmediato en los tiempos de incertidumbre que vivían se encontraba en la propia Orden Jedi. -Si esos son los designios de la Fuerza que así sea- Contestó con absoluta tranquilidad, tal como todos esperaban.

- Discrepo absolutamente Maestro, yo no he solicitado un Padawan aún. No tengo constancia de que a un Jedi se le haya obligado de esa forma sin su consentimiento. Aún no estoy preparado para esto -

Rosk clavó su mirada en el joven Caballero, lo cierto es que esperaba su reacción, aun así no se vió obligado a intervenir, pues el maestro Shoota dejó bien claro la postura del consejo al respecto y eso era algo inamovible.

Cuando por fin empezaron a abandonar la sala, el Maestro Jedi se dirigía directo hacia Idan, quería comentar con él cuales eran los fundamentos de la decisión tomada, pero Tsuang se adelantó. - Felicidades joven Vas, que honor se te ha concedido por fin. Y usted Maestro Taa´kal ya comienza su segunda etapa, debe de estar contento - -Asi es Maestro Tsuang, el camino para nosotros no ha hecho mas que empezar.- Respondía con cortesía mientras veía como Idan abandonaba la sala. (Será en otro momento pues.) Pensaba al ver con que prisa se había marchado el Caballero. -Ahora si me disculpa Maestro Tsuang...- Dijo a modo de despedida mientras salía a paso rápìdo.

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