En el tejado [Leira y Jack]

Quizás no era lo mas normal, pero, en el tiempo que Jack llevaba en la academia no había hecho mas que evitar a todos sus compañeros fuera de las clases... No era que le trataran mal ni nada por el estilo, simplemente eran demasiado simples. Muchos solo estaban donde estaban por que les entusiasmaba la idea de ser defensores de la luz, otros simplemente habían sido encontrados y no tenían nada mejor que hacer... Pero eso no le importaba tanto, en realidad lo que ocurría es que siempre se había sentido distinto a los demás, al menos desde el día en el cual escapó de el laboratorio Sith. Intentos por parte de la seguridad de adopción, acercamientos de otros niños que terminaban en burlas efímeras de su aspecto fuera de lo normal para un Arkaniano y de sus ojos, también poco comunes, así que al final siempre cavaba terminando en los tejados de algún edificio, observando al resto, desde las alturas, y es que como el solía decir e ocasiones, aunque muchos sueñan con llegar a lo alto, pocos son lo que alzan la vista... Así que nunca nadie lo veía en aquel lugar...

Y allí se encontraba una vez mas, en l tejado de la academia, observando pasar a la gente, entrar y salir de la academia sin percatarse en la gran mayoría de los casos de que alguien les observaba pasearse en su envidiable monotonía diaria, que en ocasiones el echaba de menos no haber vivido.

Sin mas comenzó a deslizar los dedos por las cuerdas del instrumento que portaba entre las manos... Se trataba de una guitarra clásica que había tenido la suerte de encontrar por la salas de ocio de la academia, por supuesto antes de cogerla preguntó, al menos aquella vez... Y es que durante el tiempo que estuvo viviendo por s cuenta, habiendo dejado de lado los entrenamientos que tanto odiaba hasta que se viera capacitado y listo para volver a comenzarlos, parte de su tiempo de ocio se había basado en aumentar su espíritu con lo que la gente solía denominar las artes... Daba igual si se trataba de música, dibujo... Aunque claro, un chico sin familia ni dinero que para sobrevivir robaba la comida que podía sin llamar la atención... Estaba claro que aquellos instrumentos o materiales no habían sido obtenidos de una manera demasiado legal... Por así decirlo, aunque en aquella ocasión Jack si había pedido permiso.

El ambiente con referencia a la gente que pasaba por debajo no cambio demasiado. De los que pasaban, ahora algunos miraban alrededor en busca de la procedencia del punteo, aunque ninguno consiguiera detectarlo, de nuevo por el simple hecho de que normalmente nadie miraba hacia arriba... Y los pocos que antes lo hacían, simplemente pasaban de largo, claro que tampoco es que tocara para llamar la atención, simplemente pasaba el rato de una manera peculiar, en el tejado.

Había transcurrido ya un tiempo desde que había dejado atrás su casa y su familia, trámite que comprendía todos y cada uno debían pasar al decidir convertirse en Jedi. No había vuelto a verlos, aun era débil al apego que podía sentir hacia ellos, por mi corta edad. Aunque en cierto modo no hubiese compartido demasiadas cosas con ellos por su continua ausencia, seguían siendo sus padres.

La Academia resultaba bastante acogedora aunque mucho más cosmopolita, aunque tampoco se hubiera esforzado en crear lazos con nadie, no sólo por lo que indicase el código, sino porque siempre había preferido observar. Todo su legado ahora se centraba en desarrollar al máximo su capacidad para con la Fuerza, algo como los sabios denominarían: búsqueda de la realización personal.

Había progresado bastante, la meditación era su gran fuerte, así era como mejor podía estudiar a los otros individuos y mejorar su percepción más allá de lo que al llegar ya había logrado. Continuo contacto con la Fuerza, leyéndola, estudiándola y comunicándose con ella. Y resultaba inevitable y divertido, pero de todos podía aprender algo.

Había estado un rato caminando por los exteriores de la Academia, respirando aire fresco mientras dedicaba su tiempo a su pasatiempo habitual: estudiar la Fuerza que armonizaba la naturaleza pura. Esperaba para realizar su examen de ascenso a Padawan, ya no tardarían mucho en citarla. Ya comenzaba a caer el sol por el horizonte y teñía el cielo de una explosión multicolor cálida. Todo estaba en su lugar, unos caminaban de un lado a otro paseando al son de una melodía, que a todos les parecía normal, en el atardecer o simplemente de regreso a la propia Academia para retomar sus deberes tras un descanso. Salvo... había notado la unión con la Fuerza de alguien que... Escaneó con la mirada a todos y cada uno de los presentes, alguno interceptó su mirada y la devolvió extrañado. Pero no... no se trataba de ninguno de ellos... ni siquiera miró hacia atrás, porque no lo percibía de allí, estaba por delante de ella...

Se detuvo y cerró los ojos para despejar su mente y no dejar que su propia visión humana pudiera confundirla, y se dejó guiar... caminó con los ojos cerrados dejándose llevar por su instinto hasta que se topó con un obstáculo y volvió a abrir los ojos. Suspiró y posó su mano sobre la pared, la energía procedía de arriba. Acto seguido abrió los ojos e inclinó la cabeza hacia arriba y a su izquierda para posar la mirada en su objetivo.

- Interesante... -Murmuró para sí. Aunque bajó de nuevo la mirada un instante. Era la primera vez, desde que sintió la presencia de la maestra Gallia, que otra nueva le llamaba la atención. ¿Merecería la pena entrometerse? Nadie se lo había ordenado, pero se encontraba en su tiempo libre.

Saltó propulsándose con la ayuda de la Fuerza y quedó clavada cerca del borde sobre la superficie del tejado a la derecha del torreón en el que aquella silueta se hallaba. Sin embargo, y a pesar de su curiosidad, esperó por cualquier tipo de reacción que pudiera tener antes de dirigirse verbalmente a él o ella, ya que no deseaba interrumpir su momento de inspiración, por lo que permaneció a la espera escuchando aquella melodía. Además, si no la hubiera visto desde arriba, no tardaría mucho en darse cuenta de su presencia.

Si bien no era el estudiante mas sensitivo de la academia ni mucho menos, durante el transcurso de su distracción Jack había percibido como alguien con una unión con la fuerza un tanto mayor a la normal y al parecer interesado de alguna manera se había situado a la espalda mientras el tocaba con soltura, comenzando a reducir el ritmo musical hasta que este dejó de existir.

Es extraño, normalmente la gente no suele quedarse mirando a un gato cuando maúlla con tanta tranquilidad... Suelen temer ser arañados.

Tras aquel misterioso comentario, no agresivo como algunos podrían pensar, el chico dejó el instrumento a un lado girando su cabeza y sus ojos hacia quien fuera que se hubiera situado a su espalda, viendo en aquel lugar a una joven, al parecer de su misma edad, que claramente era quien le estaba observando, al parecer con curiosidad. Logró percibir la sincronización que tenía la chica con la fuerza, mucho mayor que la suya propia, eso estaba claro, lo cual era interesante, ya que podía tratarse o bien de una Jedi... Lo cual dudaba por completo que fuera, no por otro detalle si no por el hecho de haber estudiado y aprendido cada uno de los nombres y apariencias de los Jedi, ya fueran padawans o maestros, regentes... O bien podía tratarse de por así decirlo una superdotada en la fuerza, algo que siempre le había despertado la curiosidad, ya que a pesar de haber sido creado como un prototipo de soldado perfecto Sith, nunca había logrado un gran vinculo con la fuerza, no mas el que podía ser considerado como normal en un usuario de nivel medio, al menos en su opinión lo que para sus ojos resultaba... Interesante.

No malinterpretes mis palabras. Lo que ocurre es que normalmente los demás suelen apartarse de mi... - Dejando la frase a medias, el joven, habiendo guardado ya la guitarra en su funda y teniéndola ya a la espalda, descendió del torreón, deslizándose por la pared inclinada hacia la zona circular, con facilidad, notándose que no era la primera vez que lo hacía, acabando la frase nada mas terminar su descenso, ahora a la misma altura de la chica y sus ojos de pupilas rasgadas clavados en los de esta - ...por si les araño.

Ahora, encontrándose a una distancia media de la joven, sus rasgos felinos eran completamente visibles, así que esperando no hacer retroceder a otra persona de nuevo, se inclinó levemente, a modo de presentación.

Mi nombre es Jack.

Leira cerró los ojos para poder sumergirse en la melodía. Sin embargo, ésta comenzó a menguar hasta terminar por ser completamente inexistente. Y el joven comenzó a hablar. Leira volvió a abrir los ojos y lo observó, él continuaba de espaldas. Leira sonrió de lado ante su comentario, momento en el cual él se giraba y establecía contacto visual. Comenzó a hablar de nuevo, mientras guardaba la guitarra en la funda, dejando la frase a medias para descender del torreón, colgándose la guitarra a la espalda. Demostró la misma gracilidad que un gato, al que aludió anteriormente, y terminó la frase nada más sus pies tomaron contacto con la superficie del tejado.

No podía destacar en sobremanera la manifestación de su unión con la Fuerza. Aunque sí su elegancia y gracilidad de movimientos.

- Los gatos son curiosos... -Aludió Leira también, prolongando suavemente el sonido de la última "S", al tiempo que estudiaba sus rasgos al detalle y terminaba reparando las afiladas pupilas que hacían destacar sus ojos verdes-. Son impredecibles aunque audaces, suelen calcular al milímetro sus movimientos, mientras con sigilo acechan a su presa. Quizá halla sido el maullido lo que atraiga a la presa, confiada... Realmente lo que tocabas era bello y estaba acompasado... aunque no haya sido el motivo de mi curiosidad.

Leira permitió que se acercara y, aunque le sorprendió la peculiaridad de sus ojos, no se dejó intimidar. De nuevo sonrió.

- Jack... -Repitió en un suave y ahogado suspiro, más para sí-. Leira... -Realizó una armoniosa aunque breve inclinación de cabeza acompañando a su presentación y luego volvió a clavar su analítica mirada en los gatunos ojos del joven-. Y los gatos me resultan interesantes... tienen un modo de actuar tan peculiar... Son elegantes por naturaleza, la viva expresión del arte en movimiento. En mi opinión, la mejor forma de llegar hasta ellos es mostrarles el respeto que se merecen.

Era la primera vez que entablaba conversación con alguien que no fuese un maestro desde que llegó a la Academia. Buscaba la inspiración ante todo, era el camino que mejor le influía a la hora de realizar su propio fin, la búsqueda del saber. Y la curiosidad era un principio fundamental para llegar a él. Sin inquietudes no se lograría nada en la vida. Es lo que nos motiva, genera y transforma nuestras ambiciones para llegar a nuestro objetivo.

- Siempre me he preguntado por qué los gatos amarán tanto las alturas... ¿Será porque desde ahí abarcan un mayor ángulo de visión y con ello pueden estudiar mucho mejor a su presa y la trayectoria que deben seguir para atraparla? Admiro la tranquilidad con que calculan sus movimientos... -Pudo vislumbrarse un ligero brillo de picardía en sus ojos-. Dime... ¿es también tu objetivo... Jack?

Mantuve la mirada expectante, a la espera de su respuesta, sin dejar de analizar su vínculo con la Fuerza, por si ella pudiese rebelarme algo especial sobre él.

Jack quedó sorprendido ante el comentario que le devolvió la chica, si bien no lo demostró en exceso en su expresión... Era la primera vez que alguien le contestaba de aquella manera, además, parecía mas interesada que intimidada, lo que agradó a Jack, el cual emitió una leve sonrisa, que duró en su rostro un par de segundos, antes de que se decidiera a contestar a los comentarios de la chica, la cual acababa de decir su nombre, seguido de una leve inclinación, como respuesta a la realizada anteriormente por Jack.

Valla... Tienes una forma de pensar interesante, pero no se si es conveniente que te gusten los gatos, ¿No podría resultar eso arriesgado? - "El gato" realizó su última pregunta con un toque notablemente pícaro y cierto deje cínico, aun notándose que aquello fuera solo una mera gracia, si bien podía resultar confusa.

Espiar desde las alturas hasta encontrar el momento exacto para saltar y coger el premio... Si, en ocasiones, en el pasado, he llegado a subir a los tejados por razones como esa... Pero ahora mismo estaba aquí arriba por el único otro motivo por el cual un felino o una persona podría subir al tejado... Evitar que nadie me viera... Aunque veo que , puede que para suerte mía, he fallado.

Mientras hablaba, el chico se movió alrededor de Leira, examinándola, hasta decidir que en definitiva no portaba sable láser alguno, por lo que definitivamente no había obtenido aún el título de Padawan.

Por curiosidad... Puedo preguntarte que te ha traído aquí? Me halaga que te haya gustado como tocaba, pero... Además, se te ha ocurrido buscar arriba, así que no ha sido una coincidencia.. no me malinterpretes, es solo eso, curiosidad, hasta el momento no me había cruzado con ningún estudiante medianamente interesante en la academia.

Efectuada esta última cuestión y volviendo a encontrarse en frente de Leira, el chico se cruzó de brazos, mirándola a los ojos a la espera de la respuesta, procurando no resultar intimidador y guardando ligeramente las distancias...

Leira sonrió nuevamente, contagiada por la sonrisa de él, que al escuchar la segunda parte de su comentario se esfumó, en parte por la sorpresa, y ladeó la cabeza entornando los ojos en una analítica y algo incrédula mirada, algo engañosa.

- ¿No se les puede admirar? -Fue la respuesta que dio, con suavidad. Se notó el leve tono pícaro, aunque ella se hubiera tornado más seria.

Le sorprendió la respuesta que dio a lo siguiente, al profundizar el interés sus sentidos se agudizaron un poco más.

- ¿Y por qué hacías eso? -Se notó el nuevo interés-. No es que no deje de admirarlo... pero me resulta curioso. Creía que sólo lo hacías para buscar la soledad y el escondite...

Leira le siguió con la mirada al tiempo que él se deslizaba calculadoramente alrededor de ella, quien no desvió la mirada ni un solo instante.

- Bueno... -Comenzó-. Eso ha sido voluntad de la Fuerza... creía que la melodía saldría por los altavoces del interior, por eso no se escuchaba tan fuerte aquí fuera... -Pudo detectarse cierta timidez ahora, bajó un instante la mirada-. Me resultó extraño detectar a alguien que no parecía estar haciendo algo monótono... o que estaba haciendo algo diferente al resto -Volvió a alzarla hacia sus ojos gatunos-. La Fuerza me guió hasta aquí... hasta... ti...

De nuevo la timidez se apoderó de Leira, pero para no dejar que la influyera, optó por darse la vuelta hacia el precipicio y tragar saliva dejando que la brisa nocturna le azotara la cara... por su puesto, sin pasar ni un segundo por alto aquello que la Fuerza pudiera chivarle de Jack.

La respuesta a modo de falsa pregunta sobre el gusto por los felinos despistó un instante a Jack, el cual tras recobrarse, sin mostrar en ningún momento el flaqueamiento, redirigió su atención a Leira cuando esta le hizo una nueva pregunta, referida en aquella ocasión al porque de que se ocultara en los tejados a la espera de que su presa se descuidara... Una pregunta que por otro lado se veía venir...

Para sobrevivir... ¿Porque iba si no a subirme con esos fines a un tejado? – La respuesta surgió de Jack con sorprendente frialdad... Como si aquel hecho careciera de importancia real, si bien con su siguiente comentario procuró aclarar la cuestión, surgiendo este con un tono parecido – No todos los que han acudido a esta academia han sido guiados por familiares o han tenido la suerte de ser encontrados... En mi caso vivir en las calles desde pequeño, así que en las alturas, de tejado en tejado y descendiendo en el momento preciso para coger algo de comida era el método mas efectivo de sobrevivir, era o eso o trabajar como criminal de pago, y ya estaba harto de presenciar muertes...

Jack se arrepintió al momento de la parte final de lo último dicho, si bien procuró no darle importancia para que pareciera un simple comentario fortuito, ya que no le era conveniente que nadie pudiera encaminarse hacia los ocho años detrás de su escapada del infierno... Que por suerte no había sido tan obvio como para despertar una pregunta.

Ahora un nuevo dilema se le planteaba al muchacho... Ya que según Leira, la razón de que se hallara en aquel lugar era que la fuerza la había guiado... Se percató del leve desviamiento de mirada, el cual resultaba curioso, sin dejar de prestar atención en ningún momento a los comentarios realizados por esta. Se turbó un instante cuando la chica volvió a fijar sus ojos, realizando un último comentario, si bien volviendo a no mostrarlo... ¿Que tenía de especial para que la fuerza pudiera haber guiado a Leira hacia el? Lo desconocía... Después de todo, no era el estudiante mas destacado en cuanto al vínculo con la fuerza... Pero la reacción siguiente de la joven le resultó interesante, al igual que la sonrrisa amable que recorrió su propio rostro a espaldas de esta.

Ras unos segundos en la misma situación, Jack avanzó unos pasos hasta situarse a una distancia un tanto mas cercana a Leira, la cual se encontraba ahora de espaldas, al parecer o avergonzada o concentrada en el paisaje... Decidiendo el chico sacar el segundo tema para romper el repentino silencio que aún se encontraba en escena... Así que, percatándose ya por completo de que al fin el anochecer había dado entrada al momento que le daba su propio nombre, elevó la mirada al cielo, descubriendo en este los distintos astros y lunas que lo habitaban, todos en aparente tranquilidad, pareciendo que aquel lugar era el único con vida en toda la galaxia... Si bien Jack sabía que por supuesto aquello no era cierto.

Es preciosa... La galaxia, tiene una apariencia de tranquilidad y equilibrio que es claramente errónea... Podría decirse que está dividida por completo en dos bandos, y que cada uno elige aquel que le es mas cercano o mas inculcado. Aunque e ocasiones no sea así.... Nací en Arkania, lejos de la república y peligrosamente cerca de los Sith... Sin embargo elegí este camino, guiado en parte por la fuerza... En parte... Pero bueno... ¿No se está haciendo un poco tarde?

El Arkaniano pronunció sus últimas palabras volviendo a fijar sus ojos de color esmeralda en los de la Younling, esperando a un comentario por parte de esta, a modo de respuesta.

Leira contemplaba las estrellas en el gran abismo estrellado mientras recibía el impacto de la brisa en el rostro, guardando silencio. El tono que empleó Jack para responder la curiosidad de Leira fue más que inesperado para ella. Parecía que fuese algo evidente para él, aunque desconocido para ella. No había sido su intención ofenderle, todo lo que sentía era curiosidad, aunque él le hubiera demostrado que parecía no haberle agradado la pregunta por la respuesta que le dio, o más bien por el tono que empleó para ello.

Decidió dejar el tema de los gatos a un lado. El silencio, la soledad, hasta ahora habían sido factores que la tranquilizaban. Para bien o para mal, era algo a lo que estaba ya acostumbrada.

El silencio fue roto de nuevo, esta vez por Jack. El chico era sigiloso, había logrado sorprenderla, no había estado prestando atención más que al propio cosmos y a sus sentimientos en ese intervalo. Le devolvió la mirada, no parecía mostrar signos de molestia ahora. De nuevo le sorprendieron sus palabras, tenía una particular visión sobre la Galaxia, sin embargo poco común. Leira formaba parte de lo común, aunque ella particularmente también fuera peculiar. ¿Quién podría adivinar si habría nacido con sus creencias o se las habrían inculcado? Algo sí había de cierto en aquello, que si alguien que había nacido y educado en un mundo, finalmente definía su educación y sus creencias como totalmente opuestas, entonces es que la regla no se cumplía siempre.

Asintió lentamente respondiendo en un primer momento a su última pregunta.

- Aun no es hora de cenar... sino podríamos colarnos en la cocina más tarde para picar algo... si te parece... -Respondió a lo segundo primero, para luego sumergirse en exponer su opinión frente a lo primero-. Yo nací en Aldera, capital de Alderaan, en el seno y bajo la educación y creencias republicanas. Siempre me he decantado por ese bando, es el que creo más correcto. Pero no por nacimiento ni educación, así es como lo siento. Porque para mí existen tres bandos. Dos de ellos creados por la sociedad, por sus creencias y prejuicios, y al que suele tender por unas cosas u otras la mayoría de la sociedad. Luego está la Fuerza... en medio de todo el caos y diversidad de opiniones... pura y neutral, mateniendo la armonía entre todo ello. Los Jedis y los Siths tienen una visión bastante particular sobre ella... Limitada... Enfocada únicamente a su fin predilecto... A base de pasar tanto tiempo meditando y leyendo los archivos de la Biblioteca, he llegado finalmente a esa conclusión.

Le observó detenidamente, por si quisiera decir algo al respecto, atenta ahora también a su vínculo con la Fuerza.

Jack escuchó con atención el argumento de Leira... Desde luego no era nada particular y asombrosamente parecido al suyo propio, que se había decidido a ocultar por el momento... En parte a creer que no hubiera nadie mas que compartiera dicho sentimiento.

Estoy de acuerdo... Creo que la Fuerza es el equilibrio, ni es buena ni mala, todo depende del uso que le de su canalizador y en ocasiones llega a ser el contrario al que se pretende... Hay casos de Jedi que hayan llegado a esconderse tras la escusa de usar la parte luminosa como hecho para limpiar un crimen, después de todo... ¿No es acaso ese lado el bueno? Al final todo es teórico... Y aunque es cierto que elegí este bando, no fue porque creyera mas en esta visión de la fuerza, si no por los ideales, seria incapaz de compartir los ideales Sith aunque...

Jack guardó silencio por precaución, dado que, si bien sentía que podía confiar en Leira, no creia conveniente aumentar con tanta rapidez la confianza... No al menos en ese momento.

Si que podríamos pasarnos mas adelante para comer algo, ahora mismo sigue siendo pronto a pesar de la oscuridad... Además, prefiero la noche, sobretodo cuando la luna es visible, no solo por su presencia, si no por la luz nocturna que entrega al paisaje... Y en este planeta hay dos.

El chico se acercó al extremo del tejado, hasta quedarse con los pie a ras del final de este, mirando hacia el horizonte... Todo se encontraba ya sumido en la oscuridad nocturna, sin siquiera el mas mínimo resplandor solar, habiendo terminado de ocultarse ya en el horizonte unos cuantos minutos atrás... Solo la luz lunar, de únicamente una luna amarillenta por el momento iluminaba la zona, creando una sensación de paz que tanto agradaba al muchacho, el cual alzó la vista de nuevo al cielo, quedándose unos segundos sumido en la nada, comenzando a recordar años atrás, descendiendo la mirada de manera brusca, aparentemente perturbado durante un par de segundos al haberle vuelto a ocurrir... A pesar de su resistencia, esta no era perfecta... y e parte era uno de los principales motivos por los que su vinculo con la fuerza era débil y por lo que se había callado con antelación.. Quisiera o no, había vivido tantos años de su infancia en un ámbito Sith que estaba tocado por el lado oscuro y de vez en cuando, en momentos inesperados, al azar, sentía como un leve pulso de Fuerza le recorría el cuerpo... Un pulso oscuro, solía ocurrir en algunas de las ocasiones en las cuales pensaba en el pasado, o mas bien cuando lo hacía de una manera mas intensa.

Disculpa... Me he... distraído... - El tono de voz que salió del joven fue un tanto vago, suave y desesperanzado....

Leira escuchó con atención, una vez más, el argumento de Jack. Al parecer tenían más en común de lo que parecía. Sonrió comprensivamente dirigiéndole una mirada con algo de complicidad cuando éste calló.

Ciertamente, había dos lunas en Dantooine. Una amarilla, cuya luz ya había comenzado a bañar la oscuridad que había dejado atrás el astro que iluminaba durante el día, y otra lavanda, que aun tímida no se había atrevido a mostrarse. Y Jack parecía haberse ensimismado mirando hacia lo alto, a la primera de ellas, quedando peligrosamente al borde del abismo... y a Leira le preocupó cuan ensimismado podría estar como para que se pudiera resbalar... No le quitó ojo de encima.

De repente Jack dejó caer bruscamente la cabeza hacia delante, y Leira percibió entonces una perturbación en el vínculo del Arkaniano con la Fuerza... como si se hubiera desequilibrado repentinamente...

Su vínculo con la Fuerza para su edad era bastante fuerte y aunque no lo hubiera percibido todavía porque no se había cruzado con ningún Sith, estaba segura de haber percibido el lado oscuro en Jack... pero era un tanto desconcertante... ¿Cómo podía alguien como él expresar algo como aquello? No le terminaba de cuadrar...

Leira lo meditó unos instantes. Echó marcha atrás en cuanto a las las palabras y argumentos que el chico le había proferido y recordó entonces cuando le habló sobre su origen... Arkania, territorio Sith... Pero, teniendo esos orígenes, ¿por qué habría elegido quedarse con los Jedi? "Seguramente alguna experiencia dolorosa le sucedería", pensó.

Pero lejos de sacar conclusiones, decidió preguntar.

- ¿Te... encuentras bien... Jack? -Preguntó lentamente. Las palabras de disculpa de Jack habían desconcertado a Leira aun más. No estaba muy segura de lo que estaba preguntando. O sí... Aunque esa creía era la mejor forma de comenzar.

Jack escuchó la pregunta de Leira sin mostrarse demasiado inmutado, volviendo a elevar la mirada al cielo, contemplando de nuevo la luna en su mas alto esplendor, iluminando todo aquello que le rodeaba, sin alcanzar en lo mas mínimo a su interior... Que si le pasaba algo... Esa era una buena pregunta, pero, ¿Podía responderla?

No me encuentro del todo bien la verdad... Pero no se si debería hablar sobre lo que me ocurra. No soy tonto ni tengo un nivel tan bajo, sabía desde hace un rato que me estabas escaneando, de manera que se que has notado algo... Me sorprende y agrada que te preocupes en lugar de correr a delatarme... Y supongo que eso debería ser bastante para confiar en ti.

Todas las palabras del chico salieron con un tono calculador y un tanto frío... Lo cual era algo normal dada la situación.

Jack caminó con tranquilidad hacia Leira, alejándose del precipicio hasta quedarse a corta distancia de esta, volviendo a miarla a los ojos, pudiéndose observar en ese momento en los suyos propios la preocupación y el extrañamiento de alguien que confía en otra persona desconcierto del todo el porque, algo que al chico, acostumbrado incluso a huir del contacto, era la primera vez que le ocurría, si bien en un primer momento no pasó a plantearse seriamente las razones, quizás y en cierta manera como método de prevención para no encontrarse algo que no debiera.

Siéntate si quieres, es una historia un tanto larga... Pero tiene una explicación sencilla. Quiero que sepas antes de nada que por mas extraño que te resulte eres la primera persona a la que se lo cuento y puede que única que lo sepa... A pesar de que antes otros conocieran toda la historia...

Tras aquella breve introducción y una vez Leira se sentara o le indicara que comenzara, empezó con la historia de su vida... Temiendo de manera peculiar una reacción negativa, pero sin miedo en el fondo a estarse equivocando.

Como ya te he dicho antes, Arkania es un planeta que está dominado por los Siths en su gran parte... Además de la sede de una de las razas humanoides con mas fama, o infamia mundial como investigadores y genéticos, y ahora comienza. Leira... ¿Has oído hablar de la alquimia Sith?

Palabra tras palabra el joven fue narrando los detalles mas importante de su vida, aquellos que le marcaron y forjaron como el que era... Desde el comienzo y principio de su entrenamiento, hasta la escapada del laboratorio y la supervivencia propia durante los años anteriores a su llegada a la academia... por supuesto habían detalles en blanco, detalles que ni Jack conocía, como el que le hubiera ocurrido a su madre, al Sith encargado de la investigación... Muertos probablemente, pero, ¿como? Eso era algo que posiblemente ni siquiera el Younling pudiera llegar a saber alguna vez... Una vez finalizado todo el relato, guardó unos instantes de silencio, no a la espera e una respuesta u opinión, si no como periodo de asimilación, antes de hacer su última aclaración.

Eso es todo y eso es lo que me ocurría antes... En ocasiones recuerdo mi aprisionamiento y sentimientos confusos acuden a mi, no busco la venganza, seria ridículo y se que a la larga acabaran expulsándome de la orden... Pero mientras tano me gustaría servirla. Fuera de lo que soy... fuera de lo que querían que fuera, sigo teniendo un alma y voluntad, y en mi caso es algo superior al camino que se me quería marcar... De nuevo, discúlpame por mi sinceridad... No comprendo el porque, pero sentía que necesitara contártelo.

Leira le dirigió una mirada comprensiva, mientras escuchaba cada palabra dentro del argumento que Jack le exponía sobre sí mismo. Cierto era que le preocupaba, pero ella no habría ido a hablar con sus superiores por una pequeña perturbación sin conocer el origen y haber valorado las opciones. No era su estilo. Además, a lo mejor ella quizá podría hacer algo por él para ayudarle.

Entonces Jack se alejó del abismo para volverse de nuevo hacia Leira, esta vez aproximándose un poco más, mientras ella trataba de averiguar el por qué de aquella mirada nostálgica y que la desconcertaba en cierta medida.

Jack la invitó a sentarse, pero ella negó en respuesta, retrocediendo unos pasos hacia el siguiente torreón para apoyarse de lado en él, sin dejar de prestarle atención. Leira sonrió agradecida por depositar en ella aquella confianza y con una sutil mirada le indicó que podía comenzar, preparándose para analizar su vínculo a la par que escuchara su historia.

"¿Alquimia Sith?" Repitió en su mente, asintiendo suavemente en respuesta. Había leído sobre ella en los libros de Historia Sith de la Biblioteca. Era una clase de práctica catalogada como oscura cuyo objetivo estaba basado en la influencia celular para conseguir diferentes fines sobrenaturales.

Palabra tras palabra, cada vez más adentrada en el relato, ponían inevitablemente los bellos de punta a Leira. Se trataba de un ritual muy siniestro, sobretodo para crear armas biológicas. En cierto modo, Leira encontraba la práctica de la Alquimia Sith en algunos casos interesante, si se empleaba bien. La regeneración celular aplicada a la medicina podía ayudar a sanar heridas que podrían resultar mortales. Pero creía antiético y antimoral que se usara para crear vida ajena, criaturas cuyo único fin fuese la destrucción, capaces de modificar genéticamente a seres que estuvieran naturalmente sanos para dotarlos de una mayor capacidad para la destrucción. Lo peor es que Jack hubiera sido víctima de ello... Leira tuvo que hacer grandes esfuerzos por sobreponerse, aquello le daba rabia y le causaba verdaderas náuseas hacia el que hubiera sido el impulsor y todos aquellos que se hubiesen dejado influir y manipular para llevar a cabo su fin... Pero lo más escalofriante y a la vez más confuso es que su propia madre hubiera estado implicada en el proceso... ¿Cómo su propia madre permitió que se le hiciera algo así a su hijo? ¿Y lo peor que fuera ella misma quien se lo hiciera bajo las órdenes del Lord Sith? Lo más confuso de todo... aunque en su opinión la terminan de incriminar es que al final fuese ella quien le liberara de aquella prisión...

Leira, compadecida y confusa, terminó posando su mano derecha en el hombro izquierdo de él, mirándole a los ojos con preocupación.

- Sinceramente, Jack... me gustaría poder ayudarte, pero me temo que no tengo ni el poder ni la experiencia suficiente para hacerlo... y es que mucho me temo que por más que intentes sobreponerte a ello, a la larga te acabará pasando factura... -Sentenció, guardando silencio unos instantes, durante los cuales examinó de nuevo el vinculo del Arkaniano con la Fuerza esperando no haberle herido con sus palabras-. Podría ayudarte a que mejores tu autocontrol... pero si el Consejo no lo sabe ya, no creo que tarde mucho en averiguarlo y es un motivo de riesgo más que evidente para la Orden si no solucionas tu conflicto mental... Con ello quiero decir que tus dudas te atormentarán, ya lo están haciendo. Necesitas sembrar paz en tu pasado. No vas a descansar tranquilo hasta que logres enterrarlo y me parece que no serás capaz hasta que averigües el por qué de todo esto. ¿Por qué te hicieron esto a ti? ¿Qué le empujó a tu madre a implicarse? ¡Y si aun sigue viva! Cualquier superviviente de aquella operación podría traerte serios problemas si llegases a encontrarte con ellos... -Calló un instante, para autocontrolarse, sus emociones la habían dominado, sus ojos humedecidos lo demostraban y llegó a temblarle ligeramente la voz. Le soltó y se dio la vuelta bajando la cabeza, tratando de re-controlarse. El vínculo, la preocupación, la habían hecho implicarse... y ahora sentía rechazo hacia aquellas personas. Lo peor es que ahora ella era cómplice, y debía esforzare para que no se le notase. No quería que por su culpa, el conocimiento de aquello le causase problemas a Jack.

- Discúlpame, Jack... -Se dejó caer al vacío, procurando que la telekinesis amortiguara su aterrizaje, echando a correr hacia el interior de la Academia. Necesitaba aislarse y ponerse a meditar de inmediato, era bastante urgente que recobrara el control sobre sus propias emociones... si no lograba controlarlas seguramente descubrirían lo que sabía.

Jack escuchó atento todas las palabras de la Younling, percatándose de que la cosa iba mal encaminada, y no solo por la falta e entendimiento... Hablaba de olvidar su pasado, de dejarlo de lado y tan siquiera había esperado a saber su postura ante todo... ¿Se creía que alguien de su calibre de inestabilidad, dada su naturaleza, sería capaz de mantenerse mas de cinco segundos en el sendero luminoso si no hubiera dejado de lado su pasado?

Las cosas no son commo piensas...

Leira no solo pareció no hacer caso de sus palabras, quizás por la tensión interna del momento, continuando hablando y empezando a sacar detalles cada vez mas escabrosos y corruptos de lo que ella creía podía ser su propia mente... Cada uno de ellos peor que el anterior, con un solo factor común, eran preguntas que ya habían quedado respondidas para el chico tiempo atrás, durante aquellos años antes de atreverse al fin a entrar en la academia Jedi, durante aquellos años en los que aprendió a olvidar y vivir con el único objetivo de eliminar el mal extremo, para evitar que nadie mas se viera en su situación, no por venganza, si no por piedad...

Me lo hicieron por mi unión con la fuerza. Mi madre se implicó para hacerme huir. Y... - Respondió todas las preguntas de Leira, quedándose atrancado en la última mientras esta se giraba... No era que no conociera la respuesta, si no que, a pesar del tiempo y de todo lo acontecido, seguía siendo su madre y era un detalle difícil de aceptar, o mas bien de afirmar rotundamente, a pesar de que...

Mi vinculo era fuerte con ella, podía sentir en casi cualquier momento que lo deseara como se encontraba... Se que está muerta, en el momento de la explosión dejé de sentirla, como el resto de la vida de aquella zona. - Jack observó como Leira se lanzaba al vacío, durante sus últimas palabras y antes de terminar de escucharle, cayendo al suelo y comenzando a correr hacia la academia, pronunciando el joven unas últimas palabras antes de que esta entrara dentro, con un tono reclamador - Algo te trajo a mi y he confiado en ti... ¿No quieres saber que ha sido?

Tras esto Leira desapareció por la puerta de entrada, seguido por la mirada de Jack, el cual se encontraba observándola desde el borde del tejado, con un semblante frío, conocedor del que posiblemente fuera a ser ahora su destino. Suponía que ahora solo le quedaría esperar a que alguien fuera en su búsqueda para su expulsión... Esperaba que el único castigo fuera esta misma... Y no pensaba revelarse, después de todo, sabía a que se enfrentaba desde el principio.

A los pocos segundos de que Leira hubiera desaparecido, Jack, con una frialdad que solo el sabía lograr en los momentos de mas tensión, caminó hacia una de las torretas del tejado, para, ayudándose de la fuerza, ascender a esta ayudándose de la inclinada pared que la recorría en uno de sus lados... Una vez arriba simplemente se tumbó, de cara a la luna, esperando con tranquilidad y con un único arrepentimiento... Aún desconocía el porque de esa ciega confianza hacia Leira, que posiblemente le hubiera costado su camino...

Leira se arrepintió al momento en que cruzó la puerta, pero no llegó a adentrarse más allá, sino que se quedó bajo el amparo de la entrada de la Academia, pensando en lo que Jack le había dicho... Precisamente andar entre la gente estando vulnerable era lo menos recomendable, aunque de todas formas sintiera que no hubiera obrado bien.

Jack había dicho algo justo cuando Leira cruzó al interior... Era verdad. Había sido voluntad de la Fuerza encontrarle y ella, por temor a perjudicarle había decidido desertar. Pero no, a pesar del desplante el chico había confiado en ella, no podía defraudarle.

Se concentró un instante para ver si hubiera alguien por los alrededores y cuando estuvo segura volvió a salir y se dirigió directamente hacia el mismo lugar por el que había ascendido anteriormente, y nuevamente se ayudó de la Fuerza para ascender.

- Confío en la Fuerza, pero seguramente haya algún motivo por el que estoy aquí -Dijo lo suficientemente alto como para que la escuchara, en respuesta a la pregunta que Jack le hubo formulado antes de verla desaparecer hacia el interior. Luego esperó a que él le respondiera o le diera alguna clase de señal para que ella supiera que hubiera recibido el mensaje-. Espero que me puedas perdonar, Jack... No tenía intención de ir a hablar con nadie... pero tienes un pasado que impacta y me confundió bastante, necesitaba despejar mi mente para poderle hacer un hueco a la Fuerza que me permitiera ver la luz. Te pido disculpas por mi comportamiento... -Realizó una inclinación en la que el cuerpo quedó formando un ángulo de noventa grados y la cabeza incluso por debajo de la vertical como muestra de arrepentimiento.

Por suerte, en Dantooine el clima era cálido, hecho que permitía que Jack se mantuviera al amparo de la noche sin temor a poder coger una pulmonía como mal extra a los que ya podían estar en curso... Pasaron segundos, minutos y curiosamente aún no se percibía ningún cambio en el entorno... Era curioso, dado que incluso el, cuyo vinculo con la fuerza era débil debido a su indisposición de permitir que hubiera la posibilidad de que el lado oscuro se amplificara en el... No al menos por el momento, habría sido capaz de sentir la alteración de Leira, así que en aquel momento ya debería de encontrarse rodeado de al menos dos o tres personas... Claro que esto era solo si tenía en cuenta que Leira hubiera seguido adentrándose en la academia, cosa que por el momento a Jack le era imposible saber...

Unos escasos minutos mas tarde de la repentina marcha de Leira, el chico notó como alguien, un pulso de Fuerza, se situaba a una escasa distancia suya, tras haber subido al tejado... ¿Habría comenzado ya? No... No podía ser, a pesar de no ser bueno en ello, reconocía aquel vínculo con la fuerza, aunque le sorprendió su aparente tranquilidad, haciéndole esta dudar hasta el último momento, en el cual giró la cabeza ligeramente hacia la presencia, dejando de mirar a la luna, para ver a escasa distancia, cerca de donde antes se encontraban Leira y el reunidos a la chica... La cual comenzó a hablar de nuevo, diciendo lo que parecía ser una disculpa.

Es inútil... - Jack, ayudado de el peso de su propio cuerpo y de su equilibrio y preparación física, apoyó la palma de la mano en el suelo, para, al tiempo que se levantaba con el impulso de un rápido giro de piernas, lanzarse con esto mismo hacia abajo, hacia la zona del tejado en la que se hayaba Leira, cayendo en cuclillas, en frente suya y sin emitir prácticamente sonido alguno, - Y por favor esta vez déjame aclararlo... Es inútil, porque no necesitas ser perdonada... Y ahora por favor ponte recta, o te entrará dolor de espalda si sigues esperando un perdón que no tengo que entregar. - Los ojos del joven se encontraban clavados a escasa distancia de los de Leira, gracias al hecho de encontrarse en cuclillas, ya que si no, al estar esta inclinada, de ningún otro modo podría mirarla en aquella posición.

En cuanto la joven dejó de estar inclinada, Jack se puso también en pie, sin apartarse ni el ni sus ojos.

He sido discriminado e incluso rechazado por el mero hecho de mi aspecto distinto... Sin que ni siquiera los demás se pararan a saber la razón de este... Y tu solo has dudado unos segundos después de tener el lote completo, para luego aceptarme... Mas bien debería darte yo las gracias... Aunque también tengo que decirte que el tuyo es un comportamiento extraño... Aunque interesante.

Desviando durante un par de segundos la mirada, el joven giró su rostro hacia la columna de la que acababa de bajar, para tras esto, volver a fijar sus iris verde esmeralda en el iris esmeralda oscuro de Leira, extendiendo hacia ella su mano diestra, a modo de ofrecimiento.

La verdad es que pensaba quedarme en aquel pilar hasta que viniera alguien a por mi... Pero visto que erré al pensar precipitadamente que no debería haber confiado en ti... ¿Te apetecería estar unos minutos en el pilar? La vista es claramente mejor que desde aquí y sería una pena terminar ahora esta conversación... Puedes aceptar el ofrecimiento y si lo necesitas te ayudo, si no, puedes subir tu misma o si lo deseas irte... Mientras podrías preguntarme algún detalle del que tuvieras dudas.

Lo primero que dijo Jack como respuesta, desconcertó otro tanto a Leira, que alzó la mirada un tanto desconcertada hacia él. Aunque la aclaración la alivió, no pudo evitar abrumarse tras el consejo del Arkaniano, irguiéndose de nuevo para escuchar la explicación que éste procedió a darle, sin interrumpirle. Sus palabras para Leira habían sido suficientes, Jack había comprendido el mensaje aunque no quisiera otorgarle el perdón porque no lo considerara necesario.

La cercanía del chico hacia ella podría haberla perturbado, pero no lo hizo. El ver que Jack no le guardaba rencor alguno la alivió, haciendo así que se sintiera algo más cómoda a su lado.

El comentario que Jack le hizo a Leira sobre su comportamiento en un principio la desconcertó, aunque luego pareció ruborizarla de nuevo. Aun así, volvió a ruborizarse nuevamente con sus palabras, aunque se le apagaran lentamente un instante sus mejillas al asumir que él realmente creyera que lo iba a delatar. Bajó un instante la mirada apesadumbrada. "No sé cómo no debí haberlo previsto... ¡Y también me desconcierta el haberme asustado de repente! Pero no de él, sino de mí..." Miró un instante su mano extendida antes de tomarla, devolviéndole la mirada ante la invitación.

- ¿Por qué te gustan tanto las alturas? -Preguntó, dándole tiempo a responder si es que quisiera explicárselo. No es que a ella le asustasen, pero era extraño que prefiriera estar al límite que sobre seguro.

- Realmente puedo resultar impredecible... -Comenzó a hablar, decidiendo darle una explicación a su comportamiento-. Trato de controlar demasiado mis emociones para que no me dominen... pero, es que... aun soy principiante en esto del autocontrol, hago mi mejor esfuerzo... pero eso fue demasiada información de golpe... me saturé -Se disculpó, con la mirada gacha. Y al finalizar volvió a mirarle, esta vez con timidez-. ¿Y qué es lo que tiene mi comportamiento de interesante? -Inquirió, una vez abierto el turno de preguntas, un tanto pícara. Se había estado guardando la pregunta esperando el momento oportuno para bombardearle-. De momento no tengo ninguna duda más. Pero si me surge alguna te lo haré saber -Sonrió.

A pesar de las apariencias, a Leira no le resultaba extraño. Estaba acostumbrada a cruzarse con diferentes razas y dentro de lo que cabía él era bastante parecido a los humanos, aunque más pálido.

Nada mas que Jack sintió como la joven había aceptado el ofrecimiento, retrocedió con relativa rapidez, sin soltarla, para subir en unos segundos al pilar en el cual se encontraba con anterioridad, escuchando durante la ascensión a Leira, a la cual ayudó a subir mientras tanto, procurando que no tuviera ningún tipo de desliz por el cual pudiera precipitarse hacia abajo.

En cuanto se encontraron en el piso superior, Jack e detuvo un instante, terminando de escuchar a Leira, antes de soltar su mano y girarse hacia uno de los extremos del pilar, con una sonrisa oculta en su acción.

Todo lo extraño y desconocido es normalmente a la vez especial e interesante... ¿Verdad? - Jack pronunció estas palabras con un tono tranquilo y que incitaba a entregar una respuesta, pero crear duda, dándose a si mismo tiempo para responder por la interrogada - En ese caso descubre tu misma por que me resultas interesante. - La contestación que dada con un tono suave, aunque un tanto cínico y pícaro, tras la cual el joven volvió a girar su rostro hacia Leira, con una leve sonrisa casi imperceptible marcada en este.

El Arkaniano se estiró levemente, antes de continuar mirando al horizonte, hacia el cielo, con la mirada perdida en este mismo, pensando en la primera pregunta que había realizado Leira. ¿Que porque le gustaban las alturas? Esa era una pregunta que se había hecho muchas veces desde pequeño, a la cual no había llegado a tener respuesta propia hasta unos años atrás, cuando comprendió cual debía de ser su nuevo camino en la fuerza... Era una pregunta complicada para el.

Una vez perdí el sol... Metafóricamente hablando claro... La razón por la que me gustan la alturas es en parte en realidad la misma por la que me gusta la luna. Al principio pensaba que era simplemente por el hecho de mi genética felina, pero comprendiendo que no subo a los tejados exclusivamente para acechar, esconderme... O maullar... Yo diría que es por que me encuentro mas relajado, en parte por la soledad, en parte por la tranquilidad y en la noche por la oscuridad, interrumpida únicamente por la luz lunar... Es básicamente mi manera de relajarme y ordenar mi interior cuando así lo necesito.

Jack se sentó al borde del tejado, con una de las piernas colgando de este mismo, cerrando un instante los ojos, para sentir el silencio que en aquel momento rodeaba el ambiente, durante el tiempo en el cual Leira estuviera asimilando las palabras del joven, o bien acomodándose si así lo deseaba... Poco podía saberlo estando de espaldas a esta... Tras unos segundos, el Arkaniano volvió a hablar, no in ante girar de nuevo levemente el rostro hacia Leira, hasta volver a cruzar sus iris con los de la Younling.

Si has terminado ... Entonces me toca a mi preguntar... ¿Porque has confiado en mi palabra? Después de todo lo que parecías haberte alterado y como había interpretado todo... Que es lo que te ha hecho confiar en que no te mintiera... en que no sea simplemente una mancha oscura... Para hacerte volver sin casi pensarlo? Nadie confiaría en otra persona tan rápido, mucho menos con mis antecedentes... Y sin embargo me has creído y en cierta manera aceptado... ¿Por que?

Respuesta interesante a la vez que evasiva, un tanto desconcertante y tentadora para Leira, la cual la dejó un poco cortada, aunque sutilmente lo disimuló con una sonrisa entre tímida y pícara. Al parecer no iba a resultarle tan fácil averiguar lo que Jack encontraba interesante de ella. "¿Qué ocultará?" Cuestionó en su mente, examinándole con su penetrante y analítica mirada, buscando alguna clase de pista que lo delatara en su vínculo con la Fuerza. ¿La estaría provocando para que ella misma le hiciera preguntas comprometedoras? Sólo había una forma de averiguarlo...

Sin embargo, aunque un tanto ansiosa por comenzar a interrogarle de nuevo, respetó su turno de palabra dejándole terminar primero a él, prestándole toda la atención que sabía ofrecer, observándole mientras él se ponía de perfil a ella para volver a observar el cielo, como preparándose para responder a la pregunta que con bastante interés Leira le había formulado a Jack anteriormente.

- Me gusta tu forma de usar los recursos estilísticos para describir tu situación... así como la forma particular que tienes de adorar a aquellos elementos que la mayoría de la gente simplemente obvian que están ahí -Comenzó ella, pausadamente, tras la exposición de él-. Te gusta la soledad, como a mí... en ella te guareces porque te da seguridad y tranquilidad sobre ti mismo. Sin embargo no te has alejado de mi, al contrario... Eso es contradictorio y a la vez interesante... es la excepción que rompe la regla... -Explicó ella tras la explicación de Jack, precipitándose hacia abajo calculadamente para sentarse sobre la superficie de lo alto del torreón. Sintió la mirada de Jack sobre ella, abrumándola durante un instante, tras lo cual desvió la mirada de la nueva Luna color lavanda que comenzaba a ascender por el horizonte para posarla en Jack, cruzando su mirada con la de él. Ahora preguntó él. La pregunta fue del mismo estilo a la que Leira le hubo formulado anteriormente, por lo que ésta en un principio vaciló, incrédula-. Contraatacas, ¿eh? -Preguntó con picardía-. Me decepcionas... eres más vengativo de lo que creía... -Su tono indicaba que estaba bromeando, pero a la vez trataba de provocarle duda para que continuara con el pique-. ¿Y qué te hace pensar que yo también te responderé... eh, Jack?

Dejó que el silencio se adueñara del ambiente mientras ella, una vez más, le miraba con picardía como esperando una posible reacción de él, de nuevo permitiendo a la Fuerza una vía libre para que le confesara algún que otro secreto más sobre Jack. Parecía más un duelo de miradas en el que perdería el primero en desviarla, permitiéndose reír o sonreír, pero que el propio pestañear interrumpiría el propio contacto visual otorgándole la victoria al oponente...

- Todo el mundo puede mentir, Jack. Es una opción a la que todas las criaturas con un mínimo de inteligencia pueden optar, eso es obvio. Al igual que el decidir si crees o no en sus palabras... Para mi, como ya te he dicho antes, confío en la Fuerza, y si ella me condujo hasta ti sería por algo. ¿Por qué habría de desconfiar? -Fue su primera respuesta, por la cual esperó y analizó las posibles reacciones que Jack pudiera expresar-. Además, a pesar de todo, me has inspirado confianza. No has huido de mí cuando he osado perturbar tu soledad, ni tampoco has atentado contra mí. La curiosidad en esos términos incrementa la confianza al recibir respuestas favorables. Sino, ¿qué motivo podrías tener para inventarte una historia como esa y relatarla de una forma tan creíble? ¿Acaso eres buen actor? ¿O eres sincero? Yo me decanto por la segunda opción. La Fuerza no me mentiría en ese aspecto. ¿O acaso la crees con la posibilidad de mentir? Ella tiene todas las respuestas. Sólo hay que saber escucharla.

Satisfecha con su respuesta volvió a observar la Luna color lavanda que se alzaba poco a poco desde el horizonte para unirse a la armonía que conformaba el firmamento de Dantooine.

- Y ahora si fueses tan amable de aclarar mis dudas, te lo agradecería -Solicitó desinteresadamente. Sin ánimo de recibir respuesta alguna, ya que lo estaba pidiendo como un favor y bien podría ser rechazada-. Creo que podría ser uno de los motivos por el que decidiste a expresar tus sentimientos conmigo. Tú también has confiado en mí. ¿Cómo? ¿Por qué? Bien podría haberte traicionado... Aunque si me fui fue porque aun no domino mi autocontrol sobre mis emociones y soy reticente a ser vulnerable ante algunos agentes. No quería perjudicarte, necesitaba canalizar y esclarecer mis emociones...

Se giró de nuevo para mirar a Jack dando muestras de arrepentimiento.

El joven Younling simplemente continuó mirando al cielo mientras escuchaba el análisis de Leira, decidiéndose a sentarse en el suelo para una mayor relajación, aun escuchando cada uno de sus argumentos, analizándolos a fondo para captar todos los detalles tanto verbales como personales que pudieran mostrarse en todos aquellos argumentos.

El comienzo de estos hizo sonreír un instante por lo bajo al joven, ante la manera de decir de esta que la agradaba lo dicho por el... Además de por el hecho de comprobar que su comentario esquivo hacia la primera pregunta de esta había dado el resultado que el esperaba, provocando una reacción de pique hacia la evasiva, que esta devolvió con un comentario que le dejaba como "vengativo" y ue cuestionaba el hecho del por que ahora ella debería contestar...

Pues supongo que porque el vengativo soy yo no tu... ¿Verdad?

El comentario fue lanzado con limpieza y frialdad, como si hubiera salido sin mas, aunque y a pesar de que el tono no mostrara que fuera para nada cómico, si que el contenido de este podía interpretarse fácilmente como una respuesta irónica ante la anterior pregunta... Que fue respondida devolviendo la mirada a Leira, notándose un brillo pícaro en los ojos que mostraba aún mas el objetivo malicioso de su respuesta. Tras esto, continuó escuchando todos los razonamientos y preguntas de la joven, algunas de las cuales para el eran sencillas de responder... Pero sería mejor esperar a que terminara de preguntarle para comenzar a a responderla, después de todo, ahora era su turno para preguntar... Y no quería interrumpirla sin motivo alguno después de que ella no lo hubiera hecho.

Aunque aprecie la soledad... ¿Por que iba a huir? Después de todo, tu misma has dicho que a ti también te agrada, y sin embargo te has acercado, ¿verdad? Supongo que la explicación mas lógica es que a pesar de todo ninguno de los dos, a excepción de los minutos en los que te he hablado de mi pasado... Hemos perturbado la tranquilidad del otro, que es la principal razón, al menos por mi parte, por la cual aprecio la soledad... Además, hasta el momento la gente suele apartarse, no acercarse y menos venir de cabeza a mi... Lo cual ya es otro motivo, mas de confianza que de desconfianza... Y sobre el hecho de que pudieras delatarme... Si bien es una posibilidad, se que en algún momento acabarán descubriéndome, eso si algún maestro no lo ha hecho ya... Además sentí que podía fiarme de ti, aunque yo no sea tn bueno en el uso de la fuerza.

Simple pero cierta... Todo ello era la razón principal por la que Jack había confiado en la joven, aunque, a pesar de ser la menos nombrada la razón principal fuera la última de todas, percibía cierto vínculo... Si bien nunca había sido tampoco un experto en cualquier relación, ni siquiera de mínima confianza con nadie aparte de su difunta madre, la cual en si era básicamente su único vínculo con la cordura y quizás por ello aún la apreciara, a pesar de el "abandono" hacia el durante los años que estuvo retenido.... Aunque al final fuera gracias a ella a quien huyó.

Auto control sobre las emociones... En realidad todos los que se hayan en esta academia se dejan influir por sus emociones... El legado Jedi, es puro, pero no es completamente cierto... Todos sienten todo tipo de emocione, el legado en si consiste en evitar mostrarlas y dejarse llevar por estas... Pero no es acaso la propia emoción de ser un Jedi, de proteger la luz... La que ha hecho que todos los grandes Jedi estén donde están? En si se supone que en realidad se trata de evitar las emociones que puedan llegar a mostrar debilidad... Dándose por hecho que el no sentir evita debilidades innecesarias... Pero a la larga es peor no sentir, corrompe y acaba destruyendo a uno mismo y a lo que le rodea... A lo que voy, es que creo que nadie debería disculparse por tener algún tipo de emoción, después de todo, todos estamos aquí por una de ellas, mas que no sentir, lo importante es no actuar de manera equivocada... Y tu no ibas a delatarme ¿verdad? Entonces, de que tendrías que disculparte? ¿De alterarte porque alguien se declare como un experimento genético de los peores enemigos Jedi? Lo raro hubiera sido que eso no te hubiera alterado lo mas mínimo... Aunque quizás si deberías desarrollar autocontrol, mas que nada por evitarte problemas en la academia... Tómalo como un consejo de alguien que se ha pasado gran parte de su vida sin sentir... No abandone a tus emociones, solo evita ser perjudicada por ellas... - Jack se quedó un segundo atónito ante sus palabras, mirando tras esto a Leira con cierta suspicacia y complicidad - No creo que este haya sido un comentario demasiado conveniente... Pero es mi punto de vista y no puedo disculparme por el.

Jack volvió a mirar de nuevo al cielo, percatándose en aquel momento de que ahora la segunda luna había salido a la noche, mostrándose junto a la primera en pleno esplendor... No todas las noches ocuría, de hecho en ocasiones ni siquiera podía verse en aquella parte del mundo alguna, pero en aquella ocasión las os se mostraban en lo alto, en distintas tonalidades pero igual de relucientes - Parecen haberse puesto de acuerdo - El comentario iba en esta ocasión dirigido mas hacia si mismo, siendo un pensamiento en voz alta mas que alguna otra cosa, tras el cual miró a Leira, a la espera de una respuesta o comentario ante algo de lo dicho por el... Observando la extraña aura que la rodeaba por la luz de ambas lunas, era algo distinta.

Vengativo... "O más bien pícaro..." Pensó Leira contradictoriamente a la limpia y rápida respuesta picajosa que Jack le ofreció al juicio que ella emitió anteriormente, aunque no en serio. El caso era llevarle la contraria. Pero el caso era que... ¿había caído en su juego? De hecho sí. Lo había hecho al responderle de la misma forma. Sin embargo, esta vez no iba a caer. Simplemente se limitó a sonreír con malicia, dejando que el silencio hiciera el resto, tomando parte en el duelo de miradas que ahora se disputaban, que continuó hasta que Jack decidió romperlo para responder a la última petición que Leira le había solicitado, limitándose a escucharla redimiendo toda clase de reacción por su parte.

Otro nuevo factor que se adhería a lo que parecían tener ya en común.

–Pues, eres la primera persona cuyo instinto ha empujado a confiar en mi... –La mirada de Leira penetró una vez más las rasgadas pupilas de Jack–. Al menos de manera visible... Y digo el Instinto, porque si bien no ha sido la Fuerza, ha sido tu propia intuición –Esbozó una grata sonrisa.

De nuevo, su particular visión sobre lo que había sucedido en comparación con lo que a él le agradaba, se asemejaba bastante a lo que Leira pensaba, o simplemente compartía la misma opinión porque también a ella le agradaba de la misma manera la soledad.

Un nuevo debate se abría, o más bien Jack había dado pie a ello respondiendo a lo que ella misma había expresado sobre su propio autocontrol sobre las emociones. Asintió a cada cosa que Jack comentaba con la que estaba de acuerdo y guardó sus réplicas para cuando Jack hubiese terminado su exposición. Y sonrió, un tanto ruborizada, al evidenciar Jack con sus palabras, que la reacción de Leira había sido normal.

–Normal para cualquier persona... pero no para un Jedi –Sentenció, con suavidad–. Ten en cuenta que aquí todos, o la mayoría, pueden conocer lo que le ocurra a cada uno individualmente si se paran a analizarlo, y eso puede ser un peligro si ocultas algo que pueda afectar negativamente a tus emociones –Comenzó con suavidad, basándose en lo que a ella le había sucedido respecto a Jack–. Ciertamente, aquí todos deben tener un cierto control sobre sus emociones... Expresar las "buenas" y disipar o reprimir las "malas". Aunque depende de la especie, algunos son más reticentes a unos u otras, y los humanos en cambio somos más bipolares, por eso de igual manera podemos expresar unas u otras según la situación nos haga reaccionar –Dijo con tranquilidad, demostrando cierto énfasis en aquellas palabras que lo requerían, para darles mayor importancia–. A eso se le llama Ilusión... Todas las personas tenemos el deseo de llegar a ser alguien en la vida, y siempre nos empujará con mayor fuerza aquello que deseamos por encima de lo demás. Si consigues tu objetivo, se te plantearán nuevas metas por las que fortalecerte, acabando convirtiéndose esa Ilusión en pura Ambición... –Hizo una breve pausa, volviéndose de nuevo para mirarle a él a los ojos–. La Ilusión... es buena. En cambio la Ambición, si la dejas dominarte, puede ser perjudicial. Hay que saber determinar dónde está el límite de cada uno, para frenarte a tiempo de que te corrompa.

Leira tornó su mirada de nuevo a los dos satélites bicolores que iluminaban la noche. Brillantes, contrastantes... era curioso, pero al mezclarse ambas tonalidades de luz en un rosado muy claro, únicamente se podía apreciar el individual centrándose en observar sólo a una de ellas.

–No es sencillo, ni mucho menos –Continuó, mirando las estrellas–. Nadie ha dicho que lo sea. Pero como todo, se puede aprender a controlar en tu favor.

Se volvió de nuevo hacia Jack, manteniendo la mirada una vez más, tranquila, antes de levantarse.

–Comienza a hacerse tarde... y mañana tenemos deberes que atender –No fue un despido, sino un aliciente para ir concluyendo la conversación–. Ha sido muy interesante hablar contigo, Jack. Confieso que hacía mucho tiempo que no mantenía una conversación en esos términos, y a la vez experimentaba de nuevo las emociones típicas humanas al recibir una información impactante.... Gracias. Y no te preocupes. Haré mi mejor esfuerzo. No quiero que nadie salga herido por mi culpa.

Fue su última palabra. Le dedicó una sonrisa que aparte de complicidad, inspiraba confianza.

Jack escuchó con atención lo que Leira dijo sobre que el era el primero en confiar en ella por instinto, algo que ciertamente era curioso - No solo eso, también eres la primera persona en la que confío algo mas de lo normal... Soy distinto... No se si eso es bueno o malo, pero lo acepto.

Tras este añadido, se mantuvo en silencio el resto del tiempo escuchando y asimilando cada una de las palabras de la muchacha... Que para un Jedi no era bueno mostrar así sus sentimientos, que no deba mostrarlo... Eran cosas que conocían y en su mayoría las cuales le habían hecho dudar sobre el camino que había escogido... Desde el principio, sopesó los pros y contras de su elección, pero al final solo le quedaban esos contras, la extrema repulsión e cualquier cosa que pudiera terminar encaminando en lo mas mínimo al lado oscuro... pero... Acaso eso significaba que para ser un Jedi firme, había que dejar de ser persona? Amor, instinto, supervivencia, poder, comprendía que estos y otros podían ser emociones que hacían desestabilizarse la mente de aquel que las poseyera, pero... Acaso no eran también en muchos casos estas emociones, estos ideales... Los que habían hecho que todo avanzara? Que las distintas razas mejoraran y alcanzaran el punto en el que se hallaban ahora?

Soy completamente contrario a esa opinión... Entonces todos los caballeros del lado de la fuerza bueno, honrado... ¿Son unos mentirosos? Se ha sabido de muchas relaciones ocultas, todos los seres sienten, quieran o no, si no, estarían locos o serían unos Psicópatas completos... ¿No es el evitar enfrentarse a las emociones acaso el camino mas cobarde de huir de la vida? Quizás haya sido por lo que he vivido, por lo que he hecho, que no comprendo como a algunos les atemoriza llegar a sentir aprecio por alguien y como mienten... Negándose a admitir que el verdadero miedo es a la perdida... Pero luego, si alguien pierde a un familiar y no llora desconsoladamente o sufre su perdida aunque sea de manera minima, es considerado un monstruo... Si es así, entonces nosotros que somos entrenados para no sentir, para no dejarnos influir... ¿Somos entrenados para ser monstruos? ¿Acaso no nos enfrentábamos a ellos? Ocultar las emociones... Puede evitar conflictos, evitarlas, solo produce un sentimiento mas, miedo.

Ilusión, y ambición... Un filósofo las diferencio en un único aspecto, dijo, que la ilusión es aquella ambición que no se persigue con fuerza firme, a sabiendas de que nunca podremos poseer aquello o de su extrema dificultad... Que la ilusión es simplemente el recurso de aquellos capaces de admitir que nunca podrán logras su ambición, o que nunca serán capaces de dar lo que sea por ella. Además es una palabra mas bella que ambición, pero aparte... Yo de pequeño tenía una ilusión... Que era que dejaran de experimentar con mi cuerpo, y cuando la obtuve me vi perdido, al comprender lo que había perdido por ello, y durante el tiempo en el que no se cumplió... Hay muchas cosas peores que sentir, como no hacerlo, despertarte cada mañana sabiendo que vas a tener que luchar por tu vida, y a pesar de que no te guste, estar tan acostumbrado que tampoco te disguste... Poca gente conoce de verdad la importancia de los sentimientos... Y aunque suene contradictorio, los Siths, que se supone se pierden por estos, son los que mas desconocen su significado y los que menos los poseen... Aunque muchos Jedi se les quedan cerca.

Sin ninguna despedida aparte Jack saltó del tejado cayendo en posición de cuclillas para amortiguar todo daño que pudiera ser posible ante dicha altura, volviendo a hablar a Leira, aunque de espaldas, sin alzar la voz, al no hacer falta con aquel ambiente de tranquilidad - Por favor no me malinterpretes... Posiblemente con todo lo dicho sea uno de los mas aferrimes defensores de la justicia de toda la galaxia... Soy firme a mi compromiso y comprendo los problemas en los que estoy con mi mentalidad y pasado. Pero nunca admitiré el sentirme obligado a no sentir y a seguir un camino forzado y marcado con señales por la pura desconfianza de que pueda desencaminarme por lo que pudiera llegar a ser un sentimiento, aunque fuera puro... Ya me obligaron durante toda mi infancia los Sith a ello y no lo admitiré también de sus contrarios... Soy un Jedi, un defensor de la luz y la pureza... No un títere que combatirá sin pensárselo a todo aquello que sea catalogado de incorrecto por seres que pueden equivocarse y no omniscientes como es la fuerza. Disculpa mis palabras, y no te sientas obligada a ponerte en riesgo por ocultar mi estado, es mas, lo mejor ahora mismo quizás sería que lo difundieras al consejo... Eso si es que alguno no lo sabe ya, cosa que dudaría dado su poder... Además, si así no lo hicieras, en parte estarías yendo contra la creencia Jedi de evitar que nada te influya y ser ante todo fiel a la orden... Piénsalo y siento haberte hecho esto... Si decides no extenderlo y así lo deseas, suelo estar muchas noches en este jardín, o en el tejado o en algún árbol, si quieres hablar solo tienes que buscarme, prometo no escaparme.. Decidas lo que decidas.

Jack giró la cabeza y parte del cuerpo hasta quedarse mirando de nuevo a la joven, su rostro no mostraba ni hostilidad, arrepentimiento, miedo... Curiosamente mostraba una cordialidad pura que bajo aquella luz y las expectativas que se pudieran haber asumido sobre el, creaban un cierto encanto - Ahora es tarde... Yo hoy posiblemente trasnoche mas, pretendía darme un paseo por la zona... Pero mañana tenemos tareas que atender y como dudo que tu estés tan acostumbrada a no descansar, quizás deberías ir ya a tu estancia... Después de todo puede que te cueste conciliar el sueño... Como consejo, hagas lo que hagas procura no pensar demasiado en mi. - La ultima parte fue dicha con un claro tono pícaro, tras lo cual el joven se giró y comenzó a andar, al tiempo que una isa sincera salía de el por lo bajo pero perceptiblemente, la cual duró un par de segundos, antes de que el chico dijera las que posiblemente fueran sus ultimas palabra de la noche - Descansa Leira... Espero sinceramente que volvamos a vernos

Sin mas y poco a poco la figura del chico se fue perdiendo, oculta por el manto nocturno... Pasaría unos minutos mas por la zona, tras lo cual posiblemente volvería a su estancia, dispuesto a pasarlo que quedara de noche y esperar para ver cual sería el resultado de aquella noche, esperando que no terminara en su expulsión... No con miedo, dado que la sinceridad le había hecho no tener nada oculto y no tenía reacción que temer... Aunque preferiría el poder continuar en aquel lugar, al menos hasta finalizar su aprendizaje básico.

Leira escuchó todo aquello, sin poder evitar quedar impactada por algunas opiniones, no concordaban en absoluto con los ideales Jedi, pero tampoco con los Sith. Jack tenía una particular visión que bien podría ser considerada extremista, pero a la vez discrepaba de ambos bandos.

"Es cierto que es injusto que el código Jedi impida crear vínculos fuertes, pero es porque precisamente ellos podrían hacer caer en las mayores debilidades a quienes los estableciesen." Empezó a pensar, a la misma velocidad que Jack hablaba, haciendo a la misma vez esfuerzos por no parecer alterada y tratando de calmarse, aunque en el fondo no lo estuviese porque Jack la hubiese malinterpretado. "Es injusto... Y yo misma en ese sentido me considero corrupta respecto al propio código y los propios ideales que predican y enseñan los Jedi. Mi postura se asemeja un poco más a lo que tú piensas... Yo creo y de hecho, aunque parezca contradictorio, aquí es donde he llegado y quiero convertirme en Caballero Jedi. Pero tengo miedo... tengo miedo a que mis ideales me terminen echando a la calle... y eso no es bueno. No para los Jedis. Porque es un sentimiento que puede hacer caer en el lado oscuro... cosa inimaginable para mí, porque no sería capaz de usar la Fuerza con el fin de la destrucción y la obtención de poder. ¡No! Yo quiero ser capaz de proteger a todo aquel que lo necesite. Mi vínculo es con la humanidad cuyos sentimientos sean puros y no alberguen deseos de venganza, odio, ni muerte, ni intenten atentar contra la vida de otras personas por pura hipocresía." Suspiró, una vez hubo concluido Jack, buscando ahora las palabras adecuadas para expresarse...

"Expresar emociones es lo que nos diferencia de los droides. Somos seres dotados de inteligencia y con la capacidad de sentir." Pero entonces él descendió a tierra. Leira lo siguió, dejándose caer al vacío, confiando de nuevo en la Fuerza para que le ayudara a amortiguar la caída... "Esa es precisamente la base para poder establecer un vínculo con la Fuerza... ser capaz de sentirla. Las emociones ayudan a cada persona individualmente a crecer. Nunca he tenido grandes lazos, pero la compañía me favorece aunque no la busque habitualmente. Lo único que hay que tener en cuenta respecto a eso, es en usar el poder que la Fuerza nos otorga para hacer el bien, no para lo contrario." Aterrizó justo al lado de Jack, quien justo en ese instante expresó una disculpa, dejando a Leira aun más confusa si cabía de lo que ya estaba, invitándola incluso a que lo delatara... "Eso es lo que pien-" Se quedó un instante bloqueada. Aquello la alarmó. ¿Por qué habría de delatarle? No tenía nada contra él. Le sentó como si la desgarrara por dentro...

–Creo que entonces estarías mejor con los Jedi Grises... –Su tono sonó algo acusador y reprimido, sin embargo su mirada indicaba picardía.

–Descuida... –Le dedicó una sonrisa ante las palabras que le obsequió como despedida, viéndole desaparecer en la oscuridad tras darle las buenas noches. Leira le observó unos segundos mientras se comenzaba a camuflar con el entorno y murmuró–: Por mi parte no debes temer, Jack. Si te llegan a descubrir... yo también me exiliaría.