Idam Quin Vas/Caballero Jedi

Nombre: Ydan
Apellido: Quing Vas

Especie: Echani-Arkaniano

Edad: 26 años

Facción: Orden Jedi

Profesión: Jedi

Rango: Caballero Jedi

Descripción:
Físico: Su complexión atlética debido a la incansable rutina de un Jedi, es acompañada por 1.78 de altura, y sus 72 kg de peso. Su pelo negro azabache hace juego con la vestimenta singular que porta, pero lo llamativo de su rostro es ese iris dorado casi arena que le da una claridad luminosa a su aspecto.


Psicologica: Dispone de una extraña devoción por toda fuerza viva, su espíritu se regocija en la vida. Su actitud es fervorosa e impulsiva, pero no por ello menos meditabunda, pues ha debido de controlar esas actitudes con claras dosis de paciencia y reflexión. Sin embargo, sus estrategias riesgosas y su férrea voluntad le han traído mas de una vez complicaciones con sus superiores.

Atributos:

Fuerza: 15

Destreza: 35

Sabiduría: 25

Inteligencia: 20

Carisma: 25

Habilidades: Reparar

Dotes:

- Especialista con Arma: Cuerpo a Cuerpo(7 puntos)
- Maestro estilo de Combate: Echani(7 puntos)
- Soltura con un Arma: Sables Laser (3 puntos)
- Deflectar disparo Mejorado (3 puntos) *te lo agarro Rosk ^^
- Especialista de Vuelo: Caza (7 puntos)(*Nuevo*)


Poderes de la Fuerza
- Velocidad de Maestro(3 puntos)
- Empujón de la Fuerza(por defecto al pasar el examen de Padawan ^^)
- Inmunidad a la Fuerza(2 puntos)
- Sanar(2 puntos)
- Salto de Caballero(2 puntos)
- Lanzar Sable Laser(1 punto)


Equipo: Por defecto:
- Vestimenta: Vestimenta de Jedi, con colores negros y blancos.
- Cinturón Epra: Cinturón de trabajo adaptado por la compañía Epra en el que se encuentran una serie de pequeños compartimentos donde se pueden guardar todo tipo de cosas.
- Créditos: No no, por favor.
- Sable Laser: Sable laser color verde, construído al detalle por su portador. Tiene unas inscripciones en Echani.


Nave:

- Nombre: Jedi Starfigther(es el que te dan cuando asciendes a Caballero Jedi. No lleva nombre ¬¬u)
- Características: Su color rojo resalta a simple vista. Compuesto por dos Laser de repetición a los costados y un compartimento para Droide astromecanico. Esta nave no dispone de una fuerza de ataque mayor que la de un Caza de exploración, pero los Jedi gracias a sus habilidades han logrado amoldarlo a sus necesidades en el combate espacial. Es mucho mas ágil y maniobrable que los pesados cazas de combate.
- Clase: Caza.
- Imagen y/o Descripción:



Historia:

Era la semana en la que los alumnos de la academia se dirigían hacia la biblioteca, en busca de información y estudios que la Maestra bibliotecaria Sios Bask les impartía con firmeza. La clase impartida sería la de mestizaje, y su objetivo era que los jóvenes younling explotasen su percepción en la búsqueda de personajes reconocidos de la Orden con ascendencias extrañas. Algunos se los veía un tanto desorientados, pues la cuestión no planteaba un camino claro a seguir, y podían pasarse días buscando en el archivo histórico de la Orden sin hallar algo concreto.

- Maestra Bask, creo que he encontrado algo – Levantó la voz una jovencita Kel’dor hembra con la tonalidad grave debido a su máscara de CO2. Una ojeada de la bibliotecaria dejaron satisfecha a la joven estudiante – El Maestro Vas...es posible, pero sus estudios genéticos nunca dieron resultados concretos. Es un humano, como bien dice allí, joven Shaa – Respondía mientras señalaba con el dedo el lugar donde definía la naturaleza genética en la planilla. Mas la respuesta de la profesora no hizo sino aumentar la curiosidad de la joven aprendiz, ¿Cómo pueden unas pruebas genéticas no ser concluyentes?.

La pregunta rondaba en su cabeza impidiéndole cualquier desatención, mientras seguía explorando los archivos históricos de ese tal Maestro Jedi. Historia, rasgos, todo estaba muy confuso, se expresaba que aún en su llegada a la academia cuando era pequeño el Maestro Vas ya diferenciaba un estilo de combate característico, pero no expresa cual ni por qué. No podía sino seguir y seguir explorando, todo aquello se convertía en una constante pregunta sin respuesta. Ya no era la especie, sino el individuo en sí el que había despertado el interés de aquella jovencita.

Horas y horas de búsqueda interminable le hicieron sospechar que su desenfrenado desconcierto le acabaría por aburrir y abdicar, hasta que un extraño archivo aislado de todos los demás y aparentemente guardado con otro nombre totalmente distinto apareció en su holobuscador. Y no pudo evitar comenzar a leer...


- Estamos bien, por ahora. Pero no se cuanto tardarán en descubrirnos – Decía un hombre de cabellos plateados a un holoproyector de mano. – Aguante, Capitán. Llegaremos – Le respondía el interlocutor con semblante experimentado y claramente entrado en años. Y al instante se cortaba la comunicación. No pintaba demasiado bien la situación. Con las fuerzas Mandalorianas invadiendo el planeta, era cuestión de segundos que éste quedara reducido a cenizas. No dejaban supervivientes...jamás.

(No llegarán a tiempo...) meditaba el platinado hombre, observando a la mujer y el bebe que le acompañaban. (Maldita sea...Vamos Rolan, algo se te ocurrirá), no cabía mas presión dentro de sí, pues su mujer y su hijo se hallaban allí tan desprotegidos como él. – Tranquilízate cariño, llegarán - Le consolaba la mujer de cabellos azabache, aún sabiendo que su pronóstico no anunciaba tal afirmación. Explosiones y destrucción se palpitaba con los temblores de la tierra y las lejanas humaredas del fuego. Hace tiempo que la resistencia armada había sucumbido a los feroces ataques de los cascos mandalorianos, pero sin embargo esto no contendría el avance de esta estirpe. (No pararán hasta matarnos a todos...), y no era una simple especulación.

La única alternativa era intentar esconderse hasta que llegasen los refuerzos Echani, pero eso implicaba arriesgarse a ser descubiertos por las patrullas de exploración. – No nos descubrirán cariño. Tenemos algo importante por lo que sobrevivir – Le incentivaba la hermosa mujer, descubriendo la manta de su pecho para dejar ver el rostro cálido y sereno del bebe, totalmente exento a todo lo que le rodeaba, seguro en los brazos de su madre. – Tienes razón, Meriam – Y la desorientada familia se fundía en un abrazo de otro mundo, de otro tiempo...de otro lugar.

Las horas pasaban y la situación parecía no cambiar, sino por el contrario acercarse cada vez mas al infierno. Los temblores ya no se percibían con tanta continuidad, pero por el contrario se oían los zumbidos de hiperimpulsores estelares, probablemente de naves patrulla mandalorianas de reconocimiento. No tardarían en percibir con sus escáneres las tres almas que se resguardaban dentro de aquella oscura cueva. Algún que otro sonido extraño se descuidaba por la oscuridad, pero nada de lo que preocuparse por ahora, o al menos eso creía el Capitán Rolan. La bella Meriam reposaba en una roca medianamente plana, cubriendo como podía al frágil bebe de la brisa templada de que ingresaba por el corredor, mientras le tarareaba una angelical melodía. El caballero de ojos azules mar no podía evitar perderse en la pasional imagen de su familia, sentía como los pulmones se le hinchaban de orgullo y esperanza con los condimentos necesarios del verdadero amor. No podía evitar sumirse en los recuerdos de su primer encuentro, cuando aún ella era una exiliada Arkaniana perdida en el actual Dxun, una de las Lunas de Onderon, lugar donde se había establecido un pequeño asentamiento de familias Echani. Debido a la naturaleza elitista de los Echani la hermosa Arkaniana no fue aceptada dentro de la Aldea, abandonándola a su suerte. Pero su voluminoso y angelical espíritu conquistaría a uno de sus miembros mas importantes, el por entonces Teniente Rolan Nud, quién se enfrentaría de manera directa ante el mismo consejo Echani, reclamando la aceptación de su amor. Petición que por supuesto se aceptó, pues nadie quería perder a uno de sus mejores hombres, pero jamás se concienció a la gente para aceptarla a ella.

Y luego la imagen de el nacimiento de su progenitor, aquél que heredaría su sangre y proseguiría con la estirpe Echani. No había orgullo mayor para un luchador de su cultura que el nacimiento de un hijo y su educación. Pero de repente el sonido antes insignificante se torno en un rugido ensordecedor, que despertó a al robusto hombre de su paraíso onírico para devolverlo a la cruda realidad. El llanto del bebe apenas era audible ante semejante terror, y la mujer se apresuró a tomarlo en brazos y cobijarlo en su exaltado pecho. Un imponente Zakkeg se percibía entre la sombra de la oscuridad, sus dientes blanquecinos parecían ser un farol dentro de la cueva. – Ve a la entrada – Le ordenó con cierta autoridad el Echani, maquillando su preocupación por la situación. – No hagas locuras Rolan, podemos salir los tres si nos apresuramos – En el tono de la arkaniana se denotaba mas preocupación que la especulación de una salida posible, no quería perderle. – Si llego a hacer un solo movimiento esa cosa se nos abalanzará encima. Ya ha fijado a su víctima – Era cierto, aquella bestia era capaz de percibir y diferenciar el nivel de combate de sus adversarios con simplemente olerlos, era un acto reflejo provocado por su sed desenfrenada de sangre.

- Ya los alcanzaré en cuanto lo despiste. No te dejaré sola, nuestro hijo tendrá una familia como siempre quisimos – Afirmaba con entereza el decidido guerrero, aunque claramente supiera que todo aquello peligraba. Meriam, dubitativa optó por lo mas importante en aquél entonces, el bebe, Idam. Entre unas muy consistentes lágrimas se despedía sin mirar atrás del Echani, mientras corría con torpeza por los rocosos llanos de la cueva, hacia la lejana luz.

Una vez afuera no pudo sino escapar a uno de los extensos arbustos que bañaban el gran Valle, refugiándose expectante a su entorno. Aparentemente nada quebrantaba la tranquilidad de la espesa selva, solo flora...solo calma. Sus piernas flaquearon desterrándola al suelo, no podía dejar de pensar en lo sucedido. Todo tan deprisa, sin dar respiro. No podía evitar el “¿Por qué?” desconsolado. Cómo es que esta mañana todo parecía rutina y esperanza, y ahora, la tarde, todo era tristeza y llanto?, no cabía explicación...no existía justificación.

Sus ojos se fueron cerrando con la desolación del lugar, su llanto se fue calmando y tornando silencio. En el sueño aún tenía un refugio. Las horas pasaron, la noche se transportaba al firmamento, y una brisa cada vez mas fría comenzaba a soplar, y la lluvia marcaba el nuevo sonido del lugar. Un instinto materno le levantó de su sueño para abrigar a su bebe, cubriéndolo entre su bata para que la lluvia no interrumpiera su cálida calma. Allí a su lado, se posaba el Capitán Rolan, seguido por un camino color ruby en todo su cuerpo, su espíritu descansaba allí...cumpliendo su última promesa.


La joven Kel’dor hembra no pudo continuar leyendo, unas lagrimas muy perceptibles asomaban su cara, mientras el brazo de la maestra consolaba con cierta tristeza a la niña. – Dice que un grupo de espías de la República se encontraron con ella y el niño en el lugar una semana mas tarde. Los encontraron por el agudo llanto del bebe...dice que la madre.... – Y tampoco pudo reprimir una lágrima ante la última frase, era demasiado para seguir pronunciándolo.

Aquella clase había dejado una lección mucho mas profunda que la de cualquier otra clase...había recordado por qué existían los Jedi... Guardianes de la Paz.

Exelente ficha creo que depues de lo acordado todo ha sido aceptado, bienvenido y que te lo pases bien en Star Wars Revolution

Gracias!...me pondre a rolear de inmediato ^_^

Nada, nada, tú agarra tranquilo^^

Bienvenido!

Disculpadme compañeros, pero hay un error, La ficha no puede estar bien, ya que todos los nuevos usuarios comienzan como sensibles y tienen que ir avanzando. La única excepción seria que fuese miembro del Staff y actuase como tal, pero su personaje aunque lleve una progresión más rápida debe pasar por los anteriores estados.

Comprobada la ficha con las condiciones necesarias, y debido a la gran historia aportada, aceptada la ficha.

Bienvenido.