Sueños turbulentos (Cantina de Tatooine)

Estaba cenando con mis padres, en casa, todos en familia... incluso estaba Loeph con ellos. Todos eramos muy felices, hasta que de pronto, un ejército de soldados entraron en casa y los mataron. Empezaron a reírse, mientras yo permanecía inmóvil intentando coger el arma. En el momento que la toqué, noté una sensación dolorosa en el estómago, y ví que era un sable de luz.

Justo en ese momento me desperté toda sudada, en mi cama, y miré por la ventana. Estaba en Tatooine, y últimamente estaba teníendo sueños sobre mi familia y Loeph que siempre acababan en pesadilla. Me sequé la frente y me fuí a lavar. Tenía que encontrar un trabajo ya para intentar olvidarme de todo.

Me fuí a la cantina andando, y cuando llegué me puse apoyada en la barra. Le pedí una cerveza al camarero, mientras me ponía a pensar en mis cosas. Un tío empezó a montar escándalo con una Twi'lek, porque la chica no quería nada con él. El tío seguía insistiendo, y llegó a las manos. Llegué hasta dónde estaban, y le dije al tío:

- Perdona, pero creo que la señorita no quiere nada con usted...

Se dió la vuelta como para darme un puñetazo, pero paró al ver que era una mujer. Como no, la tomó conmigo:

- ¡Bueno, parece que hoy es mi día de suerte! ¡Ven conmigo preciosa... voy a hacerte disfrutar!

Tipico de los borrachos... usaré la táctica de despiste:

- ¿Arriba o abajo?
- Vaya... vas un poco rápido... prefiero abajo
- Tú mismo - le cogí del cuello y le dí una patada en sus partes. El tío se retorció de dolor, y cuando intentó levantarse le dije:

- Ahora, sal de aquí cagando leches... no te quiero volver a ver... - creo que me hizo caso por ahora, pero lo malo de estos tíos es que siempre vuelven con sus amiguetes, y ahí si que tendría un problema. Me volví a sumergir en mi cerveza, esperando a que algún tío me contratara...

Kahlan se quedó mirando cómo el hombre abandonaba la cantina. La twi'lek la dió las gracias, y ella la hizo un gesto como si no hubiera pasado nada. Volvió a su sitio mientras esbozaba una sonrisa pícara y siguió disfrutando de su cerveza escuchando la música, cuando de repente volvió el tío.

Kay se levantó para recibir de nuevo al caballero con su gracejo natural:

- Vaya... creí que te había dado en los dos, pero creo que solo he acertado en ... uno... de... ¿dos?- entraron dos animales verdes por la puerta, que olían a zorro podrido, y se la cortó el habla. Aparte, el hombre empezó a seducirla de nuevo:

- Vendrás conmigo, no lo has querido por las buenas...entonces lo tendrás por las malas. Vamos muñeca, ahora que me dices?. No estarás pensando en hacerte la machona ahora no?¿. Jajajaja
- Lo siento, pero yo soy más de tríos que de cuartetos... ¿nunca has oído lo de tres son compañía y cuatro multitud?

El hombre dió la orden de atraparla, y mientras Kahlan retrocedía usando la única arma que siempre se le había dado bien, la labia:

- Oh, vamos chicos... vosotros sois más inteligentes que él... además, cuando ha hecho lo de la lengua os ha mirado el trasero, y yo de un jefe que me mira el culo siempre que le guardo el frente no me fiaría... - miró al camarero y le dijo - Mirad al pobre camarero... seguro que no tiene seguro de la cantina, y lo mismo le arruinamos el negocio con una pelea innecesaria - llegó a la altura donde tenía la cerveza y la cogió - Vamos, tomemos una copa entre todos y olvidemos este malentendido... - se chocó contra la pared. Estaba encerrada ahora mismo, pero tenía una copa en la mano, que podía usar contra el primer grandote para noquearlo estampándoselo en la cabeza. Con el segundo iba a estar más difícil, puesto que sólo la quedaría el blaster, y no quería usarlo dentro de la cantina porque no quería tener que desaparecer de allí... habría que usar algunos trucos que aprendió con Loeph para esquivar y salir corriendo de allí...

La chica estaba completamente encerrada en esa pared. Al menos, recibió algo de ayuda del camarero, que le dijo al tal Robert que no quería dejarle el sitio a otro que no fuera él.

Robert no accedió al chantaje, y mientras la chica seguía sosteniendo la cerveza con fuerza. Robert le dijo al camarero que la cosa estaba entre sus huevos y nosotros dos. La chica mientras seguía en tensión calculando las probabilidades de sus tácticas. El camarero sorprendió gratamente a la muchacha, cuando invitó a los dos gorilas a que tomaran algo de su parte. Los gorilas accedieron a tomar algo, y Kahlan sonrió gratamente, diciendole "gracias" con los labios al camarero.

La chica se despegó de la pared, al haber ganado unos metros debido a la retirada de los gorilas. Mientras, Robert les recriminaba que les había pagado por anticipado. Kahlan sonrió y dijo:

- Eso es porque no has contratado bien. Si me hubieras contratado a mí, en vez de meter mano a cualquier bailarina que te encuentras en las cantinas, otro gallo hubiera cantado.

Kahlan por fin estaba disfrutando de la situación. De un tres contra una se habían cambiado las tornas, y volvía a ser una batalla igualada. Robert mientras seguía hablando, a lo que contestó Kay:

- Dios... ¿es qué nunca te callas? Vamos, empieza a pelear - dijo mientras se colocaba en posición defensiva para realizar el ataque.

Robert fué todo encendido a por Kahlan, que pudo esquivar la primera embestida gracias a los reflejos que tenía. Tuvo mala suerte, porque con lo que no contaba es que la pared estaba muy cerca, y Robert la aprovechó para apoyearse en ella y coger a Kahlan por la cintura y dejándola en una mesa con fuerza. Allí, un humano estaba fumando un cigarrillo, y Kahlan se lo quitó y quemó la mejilla de Robert, lo que la permitió levantarse para poder salir corriendo y ganar espacio para ver si se la ocurría algo.

Empezó a ver todo lo que podía tirarle por la cantina. Comenzó probando con una silla, pero estaba clavada al suelo. Su primer pensamiento fué "Mierda"... después siguió viendo cosas que podía tirarle, y vió que todas las mesas tenían una lampara que iluminaba la misma. Probó con eso también, pero al igual que la silla estaba clavada a la mesa. Robert empezaba a venir, y aún no había encontrado nada. No pensó en lo más básico hasta el último momento, cuando decidió coger una jarra que había en esa misma mesa, y se la estampó a Robert dejándole noqueado y quedánose ella sólo con el mango de la jarra.

Cogió a Robert y le dejó en un asiento, durmiendo la mona, mientras se acercaba a Stu y le preguntaba acerca de trabajo:

- Perdón por el desastre... deberé de estarme quietecita a otra vez - sonreí, mientras me tocaba la espalda por el golpe que me había dado. - Oye, ¿no sabrás de algo de trabajo donde haga falta una cazarrecompensas, no? - sonrió, y lo que iba a decir después, no la iba a gustar nada... - O si aún hay plazas para la fiesta de Curvas Estelares... siempre y cuando paguen bien... - Pensó que necesitaba un trabajo lo más urgente posible para sobrevivir...

El camarero decidió comentarle a la muchacha acerca de las posibles opciones que podía tomar:

- Lo del concurso de Curvas Estelares no te lo recomiendo, y no puedo apuntarte, porque seguramente venga Robert y no quiero tener que salvarte la vida dos veces - sonrió, y se puso a pensar en posibles trabajos. Recordó que tenía uno en los bajos de Coruscant - Tengo uno en los bajos de Coruscant. Resulta que llevo sin recibir un cargamento desde hace unas semanas desde allí, por culpa de una pequeña banda que bloquea dicho envío. Si pudieras matar a su líder - dijo mientras le enseñaba una foto del líder - me harías un gran favor, y yo te haría otro por 50 créditos... ¿qué me dices?

Kahlan pensó un momento acerca de la oferta que le acababa de hacer el hombre, y pensó en sacar más dinero... pero al final pensó que lo mejor era ganar un cliente, para que se corriera la voz y así obtener una cartera de clientes:

- No tenía pensado ir a los bajos de Coruscant, pero yo creo que el trato es justo... ¿qué quieres como prueba de que el trabajo está hecho?
- Con que me llegue el cargamento, es suficiente... eso si, si te pillan por algo, procura olvidar que me has conocido, sino me meterás en un problema...
- Tranquilo, sé como funciona esto - dijo mientras sacaba los créditos para pagar los desperfectos - Toma...
- No, déjalo... consideralo como un regalo que te hago por salvar a mi bailarina y no destrozar "mucho" mi local.
- Gracias... volveremos a vernos - dijo Kay mientras cogía la chaqueta e iba a su casa para dirigirse a Coruscant.

Una vez llegó a casa, llenó las maletas y activó a su R4, que llevaba todo el día cargándose. El androide despertó y pegó unos pitidos saludando a su ama:

- Si... si... pero prepárate que nos vamos a Coruscant...

No había tiempo que perder. Cuantos más trabajos hiciera Kahlan, más dinero tendría para comer. Montó en la cabina de la nave después de haber guardado las cosas detrás, y le dió los típicos golpes para que arrancara. Una vez que la máquina respondió a los golpes, Kay salió de la atmósfera y calculó el salto al hiperespacio con rumbo a Coruscant. Se agarró al asiento con el cinturón, puesto que el Fireblade cada vez que alcanzaba la hipervelocidad, vibraban todas las partes de la nave.