El Retorno a Casa - Arkaria (por ahora privado)

El velero solar replegó sus velas poco después de salir del hiperespacio justo a las afueras del planeta de Arkaria y luego entro en su atmósfera para descender en el, el viaje había sido largo pero después de muchos años la ya completamente entrenada Sith volvía al planeta helado que había sido su hogar durante una calida infancia.

Arkaria era un planeta que alguna vez hace ya miles de años dio cobijo a la raza conocida como los Arkanianos, estos en un principio invasores colonizaron el planeta y lo hicieron suyo y con el paso del tiempo pensaron que realmente era así, y quien quiera que fuera la raza pensante original del planeta, si es que había alguna, se perdió para siempre. En aquella tundra en la que los Arkanianos se sienten muy cómodos ellos se desarrollaron en la ciencia de la que tanto gustaban, y como un planeta neutral de la republica lograron desarrollarla sin el limite moral que detenía a los científicos de otros planetas que si se encontraban bajo aquel yugo.

Numerosas razas surgieron de la experimentación sin freno en la una vez raza Arkaniana original, y las así llamadas las mas perfectas, fueron las encargadas de dirigir el planeta mientras que las menos fueron reducidas a la esclavitud. En la cúspide un pequeño consejo de científicos y otros ilustres gobernaba los destinos del planeta, de sus habitantes y de las nuevas colonias que surgían a medida que el poder de los Arkanianos aumentaba.

La nave descendió al planeta a pesar de que una tupida tormenta de nieve impedía toda visibilidad a un metro de distancia y aun a pesar de que el granizo que existía podía llenar de agujeros a un androide de mantenimiento, claro esta, había diferencias entre la resistencia de un androide y de una nave estelar con los escudos activados.

Una vez dentro de un hangar un grupo de cuatro Arkanianos se adelantaron hacia la nave vistiendo gruesas capas de distintos colores, la piel de tonalidades blanco o café claro distinguió las distintas castas a los que pertenecían aquellos especimenes, y las piezas de maquinaria visibles en sus cuerpos distinguió cuanto confiaban en la ciencia para hacerse mas poderosos.

De la nave bajaría una quinta Arkaniana de piel completamente blanca como podría verse en su rostro, sus ojos grises y su cabello plateado también la distinguían como una mujer perteneciente a una casta especifica, una de las que se encontraba en la cima del poder, pero en ella no había rastro de tecnología alguna. Ropas blancas consistentes básicamente en una larga capa con mangas y varios pliegos, y en una capucha que subía como un cono en dirección hacia el cielo y de la que el cabello sobresalía por la parte de atrás a pesar de que cubría cuello y hombros de la mujer por tres direcciones.

Uno de los Arkanianos al verla se adelanto a los otros cuatro y al acercarse a ella sonreiría como si volviese a encontrarse con alguien a quien no había visto hace mucho tiempo, pero sus ojos poseían la malicia de conocer un futuro que le era prometedor. – Bienvenida a casa – Le dijo aquel hombre a la mujer quien miraba a los cuatro de manera vacía. – Hija mía. -

Un Arkaniano de piel blanquisima se hbaia puesto en frente de la mujer que habia llegado en el velero solar y que ahora miraba con exprecion vacia a aquellos hombres y mujeres quienes se encontraban al frente de ella. Dudidativo el hombre que se encontraba justo delante de ella volvio a preguntar, pero ella simplemente le ignoro y adelantandose hacia los demas le dio la espalda a aquel Arkaniano que ya hace mucho tiempo la habia vendido a Darth Angelus a cambio de alguna vez alcanzaria el poder total dentro del consejo de ancianos.

Con los años aquella Dama Oscura de los Sith habia crecido en poder y conocimiento, pero sobretodo tambien en una gran belleza que casi daba un aura de luz a su cuerpo, como las Diathim de las mil lunas en efecto lo poseian. Pero los años habian puesto tambien un poderoso sello sobre las emociones, la compasion y sobretodo la humanidad de la joven quien habia mutado de ser alguien muy amable y cercano a ser alguien que era en realidad distante.

- Es un honor estar ante vuestra presencia miembros del Dominado - Diria la joven aganchando su cabeza y parte de su torso ante la presencia de los Arkaniano que eran en aquel entonces miembros del unico organo de gobierno del planeta, encargado tanto de la estraccion de minerales y diamantes, principal fuente de ingresos del planeta, como a si mismo de la ciencia la cual era la principal virtud que podia explotar un Arkaniano en su vida.

Luego los tres hombres harian lo mismo siguiendo lo que ellos llamarian posteriormente el instinto de hacerlo, aunque la verdad era posible que desde ya la joven ensayara en ellos sus poderes de control mental y comenzara el proceso para dominarlos por completo, permanentemente. Solo el hombre que se habia designado como padre de la Dama Oscura ante ella, no se veria afectado por el poder, pero la nula interaccion que ella dio a aquel hombre le hicieron dudar sobre la validez de su tratado con aquel hombre hace muchos años, cuando la ahora Sith tenia 5 años, ahora tenia 30.