Pruebas de Aprendíz

El mundo es algo tan infinitamente inmenso, y las libertades de uno son tan limitadas, que a veces uno podría llegar a pensar en lo que seria capaz de hacer si pudiera sentir el flujo del mundo entero, si pudiera controlarlo, dominar la infinita fuerza que rodea todos los seres vivos. Cuan maravilloso seria?. Esos eran los pensamientos de este joven.

Ay se encontraba Kurai Dark, en Korriban, el lugar de nacimiento de grandes Lord's Sith, postrado en la punta de un acantilado viendo como desde haya arriba tenia una vista completa de la zona donde residían los restos de los Lord's Sith. Podía ver como un grupo de investigadores y arqueólogos seguían rebuscando por los alrededores del lugar en busca de antiguos fragmentos u/o escrituras de tiempos memorables, de los llamados Verdaderos Sith.

Mas no obstante, su estadía en aquella cima no podía durar demasiado, dentro de unas pocas horas Kurai tenia que adentrarse a las moradas de la "Academia Sith" para dar ese pasó tan importante que había esperado durante estos 7 años que se adiestraba y vivía en la senda de los sith. Al parecer ya había cumplido con la edad requerida y la capacidad necesaria para realizar la prueba que lo llevaría a la siguiente etapa de su vida.

Ya dentro de las instalaciones de la Academia Kurai prosiguió a seguir primero hacia su camerino, tomo su túnica negra y vistió en ella su ropaje, dejando abajo la capucha mostrando su larga cabellera negra, recogió artefactos de vital importancia para la prueba y marcho hacia su lugar destino.

Academia Sith, lugar, Sala de Pruebas. Un lugar distinto a los que muchos podrán haber creído, era una sala llena de escrituras, escrituras antiguas que enunciaban las definiciones básicas de la fuerza que todo poseedor de ella debería saber, también se podía apreciar un aire de luminosidad y un ambiente calmado. Las puertas de aquella sala se habían abierto y la pronunciación de una nueva etapa se había abierto para aquel que ante las puertas se veía. Ese era Kurai Dark, y su nueva etapa podría comenzar desde ahora, todo lo definiría aquella prueba que estaba a punto de realizar.

La bruma de lo profundo se cernía en el lugar, bañando el clima de una sensación tan hostil como inspiradora. Su consistencia podía suprimir el oxígeno del aire, haciendo que la respiración fuese mas costosa de lo normal. El templo hacía horas que se encontraba en una calma irritante, parecía como si algo importante fuera a pasar, pero nadie se atrevía a continuar sus sospechas, temerosos de que algún superior pudiese leer sus mentes y entregarlos. El castigo por conspiración era la muerte.

Y de repente desde el inicio del lugar, se sintió un fuerte estruendo, como si algo hubiera chocado contra la roca del templo. Con un leve análisis en la fuerza se podía predecir que aquello había sido la apertura de las puertas de entrada, pero la violencia de este acto hacía, sin duda, preguntarse si realmente se encontraban de una pieza. Acompañando la expectación del momento se ve como los mayores dirigentes comienzan a marcar una línea de reverencia, pero a quién?.

Sus botas, negras como la peor noche de Dathomir, marcan el eco de sus pasos, mientras su rostro oculto en la oscuridad de su capucha tapa los gestos de su cara. Más cualquier sintiente podrá entender que el aura que rodea a ese hombre es tal que podría despedazar todo el lugar en un abrir y cerrar de ojos. El temor genera respeto.

- Mi Lord, los alumnos se encuentran en la sala de entrenamiento - Esbozó una voz en un tono claramente quebrantado, al oído del Lord del Sith. Con un leve ojeo se reconocía que era la encargada de la Academia quien seguía el paso del señor, con gran esfuerzo para mantener a sus pulmones en funcionamiento. Otros no eran tan afortunados y caían inconcientes a su paso víctimas de la falta de aire. De quedarse el tiempo suficiente allí, toda vida moriría lentamente.

Las puertas de la sala de entrenamiento se abrieron con brutalidad similar a las de la entrada, y la imagen del Lord ingresó en el lugar. Unas celdas con Tek'kat enfurecidos rodeaban todo el sector, se contarían unas 20 fácilmente, mientras 3 ring de pelea con suelo de arena caliente, por la lava cercana a la superficie, culminaban el centro del lugar. Solo seis integrantes permanecían en el lugar de entrenamiento, pues se trataban de los que debían someterse al examen.

- Sométanse a su oscuridad, Darth Rentja - Demandó la encargada de la academia a sus estudiantes, en una orden de reverencia ante semejante presencia. Era extraño que uno de los mas poderosos sith del universo se interesara por el examen de graduación de unos simples aprendices, algo habría detrás de todo esto.

De repente, la fuerza comprimió el cuello de la principal mandataria haciéndola levantarse en el aire, víctima del asfixia. La cara de pánico se podía observar en su rostro y sus manos en un intento vano por escapar a ese horror, rasqueteaban su cuello, generando rasguños claramente perceptibles. - M-i...Se-ñ-or....ya es-t-ta, t-odo lis-t-to - Establecía la mandataria. Y cayó al piso, de rodillas agarrando grandes bocanadas de aire en busca de recuperar la compostura.

Por otro lado dos acólitos Sith se posicionaron en frente de los jóvenes sensibles. Levantaron sus brazos y un claro gesto de saboreo se expresó en sus gestos, la luz hizo escala en la punta de sus dedos y de repente relámpagos cargados de electricidad comenzaron a bañar el entorno. Los estudiantes se electrocutaban como tostadoras en una bañera, mientras los dos acólitos se dejaban llevar por la brutalidad del momento.

- Esbozad el Código Sith, aquél que no sea capaz de resistir el dolor no es apto para conservar el legado de los Sith y morirá ahora - Les dijo la encargada, con un aliento medianamente recobrado, a los estudiantes. El sonido de los rayos eran tan agudo que rompía todo cristal alrededor, mientras los estudiantes se bañaban entre espasmos por conservar la vida ante semejante situación cúlmine. Todo acabaría en cuestión de segundos...



[Prueba: Bueno, la prueba es simple. Debes relatar como resistes a la brutal embestida de los rayos mientras intentas enfocar tu mente en no ceder ante la locura del dolor desenfrenado. Una vez logrado esto tendrás que relatar el Código Sith(si no te lo sabes búscalo en google que esta por todos lados xD). Una vez hecho todo esto los rayos acabarán, pero estarás en un estado bastante malo...pero podrás mantenerte en pie con fuerza de voluntad]

El mundo sumido en un caos, un caos que se simboliza con la oscuridad, cuan fuerte puede ser esa oscuridad y cuan sentido puede ser ese caos. Aquellos que hayan experimentando el caos sabrán, que es un vació en el cual no flotas, caes.

Así poco a poco iban cayendo aquellos que no podían soportar la presencia de aquel Sith que se encontraba entrando en los aposentos de la Academia Sith, su aura emanaba un profundo sentimiento, temor.

Por fin las puertas se abrieron y en las sombras se pudo apreciar la silueta de aquel ser tan respetado, que extrañamente venia a observar el entrenamiento de unos simples novicios, era extraño que un Lord Sith viniera a una de las fases de entrenamiento de los iniciados, pero hay estaba el, con su emanante aura que a muchos comenzó hacer temblar, pero como otros empezaban a ponerse nerviosos, unos muy pocos ni se inmutaban, entre estos pocos se conseguían los acólitos y un singular iniciado que había vivido la mayor parte de su niñez junto con ellos, tanto que algunos de los presentes no les sorprendería su comportamiento, y muchos otros como los iniciados que hay se encontraban no entendían como podía mantener un estado tan tranquilo, sereno y frió. Ese era Kurai Dark.

Kurai Dark podía sentir esa fuerza que emanaba del Lord Sith, ohh si, y podía sentir también la bruma que traía consigo y a pesar de su estado, si que podía sentir esa falta de oxigeno y esa pesadez en el aire. Pero a pesar de esto el no mostraría ese estado, seguía de pie sin darle importancia al ambiente que se cernía sobre el, ni a los presentes, no había ligado comunicación ni sentimientos con ninguno, ni había inmutado por el acto del Lord Sith hacia la encargada, mas sin embargo el respeto es algo que seguía portando, tenia respeto hacia la Orden Sith y solo por ello se inclino en acto de reverencia, solo unos segundos.

Esos pocos segundos fueron los que bastaron para estar inclinado ante otro ser, mas no obstante, se vería obligado a caer ante otra reverencia inconsciente sumida por una fuerte corriente eléctrica producida por los acólitos que al parecer disfrutaban el sufrimiento ajeno de los iniciados, mas sin embargo esta es la prueba que deberían de superar, aguantar el dolor es solo una parte del proceso para llegar a convertirse en Sith. Todos los Iniciados estaban sumidos en un sufrimiento constante y podían escucharse sus voces al unísono en un solo dolor. Por un instante la voz de Kurai se acoplo con la de los demás iniciados, pero esta poco a poco fue cediendo y dejándose de escuchar cada vez menos, no era mas que el estruendo de las demás voces las que no permitían que la de Kurai se sintiera, mas sin embargo hay estaba en ese sufrimiento con los demás alumnos, sentía como su cuerpo se desgarraba por dentro y como su piel por fuera se quemaba, mas sin embargo el no cedería, no le daría el gusto a los presentes de ver su sufrimiento.

En las condiciones que pudo Kurai intento estabilizar sus piernas las cuales temblaban sin cesar, e intento ponerse en pie, pero era difícil cuando sentías que miles de millones de corrientes corrían por tu cuerpo y te llevaban de nuevo al suelo sin darte descanso en el. Muchos no pudieron resistir tan solo comenzar y cedieron ante el dolor y el sufrimiento quedados en el piso, otros intentaban esbozar el código pero no era fácil cuando tu lengua se sentía entumecida y habías perdido el habla.

Solo unos pocos seguían en pie, los acólitos al parecer estaban llegando al final, o solo eran los deseos de los alumnos de que ellos cedieran. A ultimas Kurai ya ni sentía las corrientes eléctricas, podía sentir como pasaban por el, pero no sentía dolor, no sabia distinguir si era obra propia o solo era su cuerpo entumecido. Como pudo adopto una posición con su cuerpo senado encima de sus piernas con las rodillas al frente, sus manos fueron juntadas y postradas en sus piernas y sus ojos cerro.

- El amor no existe, solo la pasión (Vivir por placer, no por amor, que es ese sentimiento?)
- Con pasión, obtengo fuerza. (La pasión mueve montañas, a través de ella obtengo la fuerza)
- Con fuerza, obtengo poder. (La Fuerza crea poder)
- Con poder, obtengo la victoria. (Si tengo poder, tengo control, si tengo control, tengo lo que quiera)
- Con la victoria, mis cadenas se rompen.
- La Fuerza me liberará. (Madre.......padre?)

Kurai logro conseguir decir el Código de los Sith, aunque un poco notable entre cortes entre una y otras palabras pudo decirlo con total serenidad y tranquilidad, por lo menos exterior. Kurai por dentro se vio sumido en un mar de pensamientos que recorría desde los momentos de su niñez hasta ahora, y un posible futuro donde el seria el vencedor.

Finalmente Kurai pudo abrir los ojos y levantarse aunque un poco tembloroso y débil, su túnica se había desecho y solo había quedado un chaleco de cuero junto con una camisa gris algo quemadas, mientras que su mono se podía ver maltrecho y roto. Kurai tuvo un extraño pensamiento al final del código pero este se vio borrado inmediatamente por esa mirada que deslumbraba en sus ojos, esa mirada asesina característica. Todo había terminado, los acólitos habían bajado sus manos y los rayos habían cedido tal como algunos hubieran querido desde un principio, triste que ya era tarde para ellos. Pero no para aquellos que de pie quedaron y cumplieron con su entrenamiento.

[Off: Excelente]

El chasquido desenfrenado de los rayos desgarrando la carne de sus víctimas era tan majestuoso como terrible. La fuerza comprimida en odio y terror, era capaz de generar actos tan destructivos como magnánimos. El tiempo transcurría con suma excitación, los acólitos gozaban de su libre acto, mientras el semblante del señor oscuro se mantenía erguido e impasible, como si realmente su presencia física allí no fuera mas que un mero compromiso ético. Pues era claro que su sabiduría, extensa como temible, le permitía saltarse la presencia física para estar al tanto de lo que pasaba en todo el planeta.

Korriban abrumado de un poder oscuro que nacía de sus mismos cimientos, no dejaba quién sin huella de ello. Era por ello que la Academia se había establecido allí, donde la cultura Sith tenía su cumbre mas gloriosa. Aún muchos desconocen el verdadero sentido de aquél planeta rocoso y como su historia es poder. No obstante, es por ese mismo desconocimiento que la amenaza Sith jamás desaparecerá.

Gritos desperados y movimientos contorsionados bañaban el final de lo que parecía ser una prueba mortal. Pero había quienes resistían, quienes aún en la terrible necesidad de dejarse morir ante semejante dolor, prevalecían y se levantaban mas fuertes que nunca. Era ese pues el verdadero significado de un sith. Mientras dos cuerpos caían sin vida al suelo como basura, otros cuatro se mantuvieron y cumplieron su cometido.

Luak, el primero había sido el mas ansioso y perspicaz de todos, pero su estado físico al ser de contextura endeble y menos resistente había pagado un precio alto a la prueba. Por otro lado, la joven Ryoma se mantuvo armoniosa y aún en la locura del dolor, recitó su discurso con cierta fluidez. El tercero, había sido un joven misterioso,Kurai, su procedencia así como sus dotes eran un enigma, pero la profundidad que despedía su alma podía entrever un pasado y un futuro singular; había pues logrado recitar el código con supuesta facilidad, pero sus palabras escondían mas de lo que exponían. Cosa que fijó la atención del Señor oscuro, aún sin demostrar curiosidad, buscó en el interior del joven Kurai hasta encontrar la respuesta.

Y por último un precario Dulian, un joven humano que se debatía entre la locura y el desgarro, pero aún en ese estado había sido capaz de recitar el código. La primera prueba había acabado.

- Esto es solo el comienzo, ¡ilusos! - Expresó la encargada de la academia con una prepotencia aterradora, mientras proseguía - ¡¡Abran las rejas!! - Y las celdas que encerraban a los sabuesos tuk'ata se abrieron de par en par. Un total de 20 bestias se dirigían hambrientas ante sus presas, que se encontraban desarmadas y sin defensa mas que la de su habilidad.

Los colmillos de los enfurecidos sabuesos ya desgarraban la carne de su primera víctima, se trataba de Luak, quién había podido defenderse del ataque de sus dos primeros agresores, pero aquél tercer tuk'ata lo había agarrado por la espalda. Mientras los otros ante semejante exaltación intentaban sobrevivir de la forma en que pudiesen...

[Prueba: Se te acercan de a oleadas de 2 tuk'ata, siendo un total de 3 oleadas, es decir, 6 tuk'ata. Tienes que interpretar como sobrevives a esta situación, teniendo en cuenta que un combate directo no es muy ventajoso. Puedes utilizar tu entorno como te plazca, narrando incluso cosas que a mi se me hallan escapado nombrar de la habitación y que a ti te sirvan como defensa. Se coherente con tus habilidades, no eres un super hombre . Suerte!]

Korriban, cuantos secretos esconde, cuanta oscuridad, cuanto miedo, cuanta ira se puede sentir en aquel planeta. Digno de ser el planeta de los Sith, sin duda alguna. Yace en ese planeta la tumba de innumerables Lords Sith`s, se pueden sentir aunque yacen muerto en las profundidades. Estas tumban han sido vigiladas por cientos, si no son miles de años. Vigiladas por seres atroces, seres que incluso se hacen llamar inmortales. Seres nacidos de la oscuridad.

La prueba en la cual dos tuvieron su fin, mientras el resto persevero había finalizo al fin, pero esto solo era el preludió de lo que estaba por venir. El sonido de gruesos barrotes abriéndose lentamente, mientras los engranajes que permitían realizar ese movimiento se hacían sonar al unísono con un eco que daba sensación de escalofríos a lo que se avecinaba. De entre la oscuridad que esas celdas guardaban, los alumnos esperaban lo peor. Que podía ser peor que una lluvia desencadenada de estruendosos rayos quemando y corriendo por tu cuerpo. Tal vez, una lenta y agonizante muerte ante la ira de los tuk'ata que de esas celdas salían.

La siguiente prueba, sobrevivir a aquellos seres nacidos de la oscuridad. Los tuk'ata, perros con un sentido de la fuerza mas desarrollado que el de estos simples alumnos, se dice que estos perros son los guardianes de aquellas tumbas donde los Lords Sith´s yacen, seres inmortales que se dice sus alimentos son mas que pequeños insectos que corren por las paredes y pisos de aquellas profundidades y alimentados por la Fuerza. Tendrán hambre?

Eso habrán pensado los que apenas yacían de pies y habían superado la prueba anterior. Por otro lado Kurai Dark se encontraba inmutado en su estado de tranquilidad y serenidad absoluta, mientras 20 cabezas los rodeaban y caminaban en forma circular alrededor de ellos, talvez pensando, cual seria su victima, cual estaría mas exquisito. Tentados por el hambre y con ganas de saciarla aquellos perros empezaban arremeter contra sus aperitivos, y esta no eran insectos, era carne fresca.

Kurai se encontraba de pie como el resto, mas solo que mientras los otros cernían su mirada en los perros que los rodeaban, Kurai centraba la suya en el Lord Sith que hay se encontraba viéndolos inmutado ante tal acto suicida. Pero que un Lord Sith estuviera presenciando tal evento, para algo tenia que ser.

La casería había comenzado, poco a poco los animales, si así se les podía llamar, fueron arremetiendo contra sus presas, estaban ansiosos por degustar aquella carne fresca y tomar los jugos de la virtud, la sangre derramada. Unos pocos fueron hacia los cadáveres que yacían muerto en el piso, mientras otros pocos se enfrentaban entre si para ver de quien era la presa, la otra cantidad aprovechaba y atacaba a los que de pie se encontraban. Al parecer no era Kurai precisamente el que ellos pensaban que mas gusto tenia, solo uno intento arremeterse así el, y si no es por un rápido rodamiento hacia adelante pasando por debajo de aquel tuk'ata que había saltado hacia el, su cabeza ya estuviera rodando como decorado por la sala.

Uno de los tuk'ata ya lo tenia en la mira, y era hora de ver como se lo quitaba de encima. (Como quitarse de encima a un perro rabioso?). No lo sabia pero tenia que averiguarlo.

De nuevo el perro intento embestirlo, esta vez en un acto de velocidad directo hacia Kurai. Era el momento de Kurai de analizar que podía hacer, si en verdad estaba listo para esto. Rápidamente cayo en las artes de combate inducidas por sus maestros, no eran muchos, pero fueron los suficientes para permitirle saber una buena arte de combate. Con un salto hacia atrás Kurai se acerco a las estanterías donde colgaban unos pequeños cuchillos afilados y hachas con el filo hacia afuera. Tomando los pequeños cuchillos, lanzo estos con rápida velocidad hacia aquella bestia que embestía pero esta no se inmutaba ante el dolor causado por estas, no, no sentía dolor.

Apresuradamente Kurai espero la cercanía de la bestia y en un intento alocado salto por encima de esta postrando sus manos sobre el lomo de esta mientras pasaba a sus espaldas y esta embestía con la estantería en la cual por suerte vino abajo clavando aquellas afiladas hachas en la bestia la cual parecía inmóvil.

Se había liberado de una, cuando vio aquella escena, sus ojos presenciaron la caída de uno de los alumnos, Luak, desgarrado por los colmillos de aquella bestia que lo agarra de sorpresa por detrás y luego termino con el, como un vampiro acaba con su presa. Uno había caído y el no tenia tiempo de seguir viendo pues el segundo del cual no se percato lo tumbo al suelo e intento postrar su pata afilada en su pecho, si no es porque en un rápido acto esta fue detenida por sus manos que intentaban detener aquella fuerza bruta.(Que bestia!) exclama Kurai en su interior al ver la fuerza que esta ejercía.

Una batalla sin igual, en el cual debían sobrevivir o perecer ante la muerte, no tenía muchas opciones, debían sobrevivir. Kurai se encontraba atrapado, de no hacer algo, aquella garra marcharía el fin de su vida, pero no, no era la garra lo que marcaría su fin, no cuando se percato de la otra arma de su enemigo, aquel aguijón que de entrar en el, ese si seria el fin de su vida. No podía permitir caer hay, no el. Como pudo Kurai se encogió y postro sus piernas en el pecho de la bestia empujándola fuertemente hacia atrás impactando con la pared que a poca distancia se encontraba. El tuk'ata le dio el tiempo suficiente para que Kurai se levantara y pensara. Era hora de actuar y dejar de correr, se acerco tranquilamente en un caminar relajado hacia una de las mesas que se encontraba al lado del Lord Sith, tomo en ella una espada de filo y siguió de nuevo hacia su bestia que venia en paso acelerado hacia el. Solo fueron fracciones de segundo, la bestia se conseguía tendida al lado del Lord Sith, abierto por debajo de su pelaje en un corte limpio, creado por la espada cuando la bestia salto contra su presa.

Limpiando la hoja de la espada con un swing Kurai se encamino hacia las otras bestias restante, una de ellas vino rápidamente por un costado dejándose notar por una pequeña división que había entre unos muros que estaban edificados en el centro de la sala, no fue muy difícil, solo levanto su espada y esta fue la ultima comida de la bestia. La espada atravesando su garganta a través de su boca.

Pero no fue mucho lo que pudo descansar Kurai cuando se percato de aquella bestia que venia a sus espaldas, pudo reconocerla como aquella que ataco por sorpresa a Luak, sus restos yacían esparcidos por todo el lugar. Pero Kurai no esperaría acabar igual, terminando de retirar la espada de la boca del tuk'ata, realizo un slash verticalmente, la bestia quedo estupefacta, y segundos después se pudo ver como sus ojos, su nariz, y su hocico se abría en dos partes. Había dado fin a la bestia que ejecuto a uno de ellos.

Ya eran menos el número de bestia, pero el cansancio se dejaba notar en los sobrevivientes. No aguantarían mucho más, o acababan esto o terminarían su Prueba mucho antes de lo debido y no tendrían oportunidad de volver a presentar.

Por ultimo solo 4 bestias quedaban en el campo, y sus objetivos ya estaban fijados, mientras dos tuk'ata se encontraban entretenidos contra otros dos desesperados alumnos, dos tuk'ata mas tenían su mirada clavada en Kurai. Esta vez tendría que pensar dos veces ante de actuar, o tendría problemas con cualquiera de ellas. Las bestias se movieron, una adopto una embestida la otra ágilmente utilizo uno de los pilares del centro para abalanzarse. Kurai pudo evitar la del pilar con un salto hacia atrás y evito la embestida tirándose hacia un lado, de nuevo tenia a una de las bestias encima de el, rodó rápidamente hacia la derecha para evitarla y se levanto para esquivar hacia un lado al otro, pero de lo que no se percato es que estaba rodeado, detrás de Kurai se conseguía el muro y a sus costados se encontraban las bestias.

Que podía hacer en estos momentos, en donde su única salida podía ser su muerte segura. Para su mayor sorpresa, por si fuera poco, el nombre de bestia se hizo pasar por alto, al escuchar aquellas palabras si así se podían llamar. Los tuk'atas que se encontraban enfrento de Kurai estaban pronunciado unas palabras, unas palabras en un idioma muy antiguo, un idioma que no era muy utilizado actualmente. Hablaban el idioma... de los Sith.

Que podría ser esto, después de todo, estas criaturas no eran simple bestias, sabia que eran guardianes, que se les daba el nombre de inmortales, que son criaturas muy antiguas y que estaban "bajo el control" de los Sith, pero de hay, a hablar el idioma. Lo peor de todo es que Kurai no entendía lo que decían, pero, que le podía preocupar esto a el, en realidad no mucho, si su cara se podía ver, podrían ver la cara de una persona que estaba resignado a lo que pasara, total, da igual. La perfecta personalidad de Kurai, sereno y tranquilo.

Los demás sobrevivientes se quedaron parados, heridos y otros agonizando, tal vez ya ni tendrían vida, pero hay estaban mirando la situación en la que Kurai se encontraba, alejados de ellos porque no querían llamar de nuevo la atención de las bestias y quitarle el peso encima a Kurai de estas dos.

Sus palabras eran jeroglíficos, pero al final talvez Kurai pudo entender algo, le decían que iba a morir, de seguro. Era como un reto, que el joven alumno acepto, dando por primera vez, el, el primer movimiento salio en una corrida hacia el frente de las bestias, uno de los presentes alumnos le lanzo otra espada y este la tomo. Las bestias embestían de nuevo, Kurai se defendía como podía, alejaba a las bestias con los tajos de las espadas, pero lo que en realidad deseaba era matarlas, pero estas no se dejaban evitando el filo del arma. Los tuk'ata jugaban con Kurai, para ellas el era un aperitivo, una delicia con la que jugarían hasta cansarlo y luego degustarlo. Kurai se podía ver un poco agotado, sus fuerzas disminuían, evitaba como podía a las bestias, y estas le ocasionaron unas que otros rasguños a su ropa, y con esto a su piel. La sangre corría y las heridas podían volverse mas profundas. Parecía que Kurai estaba dando su ultimo aliento de resistencia cuando una de las bestias arremetió hacia el por la espalda. Kurai lo pudo sentir, pudo sentir la presencia de la Fuerza, una extraña sensación donde el soplido que acaricio su mente le mostró esa sensación y por acto de inercia se dio la vuelta tomando a la bestia como su presa, salto hacia arriba y clavo sus espadas por debajo del tuk'ata mientras el seguía de largo y rodaba hasta golpear con la pared. La bestia se llevo contra los muros del centro y callo terminando de clavar las espadas, en una agónica muerte.

La otra bestia que arremetió contra Kurai se detuvo cerca, esbozo unas extrañas palabras que Kurai no pudo entender. Kurai se levanto como pudo, sentía una extraña percepción, algo interior, y a medida que el se acercaba, la bestia se alejaba poco a poco, no obstante solo estaba a unos pocos 4 cm. de Kurai, y seguía manteniendo esa distancia. Kurai camino tranquilamente hacia el anterior tuk'ata que había eliminado tomo una de las espadas y con esta hizo rodar la cabeza de aquella bestia por la sala.

El mismo Kurai estaba atónito al igual que los estudiantes de aquella sala, mas sin embargo la encargada y los acólitos no se inmutaron, sin contar al Lord Sith, al cual Kurai clavo su mirada intentado esperar una respuesta. Que talvez no llegaría. Pero todo había acabado... por los momentos.

Las constantes vitales de los allí presentes variaban según su posición. La descarga había dejado fuera de juego a dos jóvenes y los otros ahora se debatían entre la subsistencia con el simple hecho de respirar. Las quemaduras internas no eran algo que atacara al momento, sino que carcomían poco a poco los órganos de sus víctimas, sumiéndolos en un sufrimiento silencioso y constante.

El primero en sufrir tal acto fue el joven Luak, demasiado concentrado en la embestida de los sabuesos como para prestar atención a lo que pasaba en su organismo. Fue entonces demasiado tarde cuando se dio cuenta, y así se lo hizo pagar el tuk'ata. Los otros aún desconocedores de tal efecto seguían su desesperada huída por la supervivencia, pero estaba claro que no había hueco ni recóndito lugar donde esconderse, era luchar o morir. Imponerse o perecer, ese es el camino de un sith.

Dulian víctima ya de un estado de desenfreno y locura se embarcó en una lucha sangrienta contra los distintos animales, sus manos desnudas golpeaban sin efecto a estas bestias mortales, mientras con sus uñas intentaba desgarrar vanamente la férrea piel de estos. Era absurdo, y alguien cuerdo lo distinguiría, mas ese no era su caso. Por su parte, Ryoma, la jovencita de abultados pechos, se debatía con cierto esmero por la supervivencia. Agarrando uno de sus cuchillos guardados entre sus vestiduras internas intentaba tozudamente desgarrar la carne de sus agresores, mientras la sangre bañaba sus ojos. Mas un error le costaría la vida, tarde o temprano, pues tuvo la bondad de ayudar al desesperado de Dulian.

Todo era terror en el lugar. Mas la presencia del Lord se mantenía inmutable, disimuladamente desentendida de todo lo que allí sucediese. Tan solo había una presencia que importaba, tan solo un fundamento que le guiaba. Mientras a su lado la encargada intentaba resguardar su atroz miedo, anhelando que todo aquello fuera del agrado del Señor Oscuro, pues de lo contrario recordaba las consecuencias de su estado de insatisfacción en otra ocasión. El recuerdo le hizo tocarse con melancolía la sombra de su manga derecha, donde ya no quedaba mas que la tela del tapado, pues su mano había sido amputada con brutalidad por el irreprochable fallo en una misión. Motivo de cierta suerte es que aún siguiera con vida.

Volviendo al tema que nos concierne, el único que estaba demostrando los verdaderos dotes de un sith era el misterioso Kurai, dando la razón a la presencia del Lord Sith con suma certeza. Además era claro que aquella prueba había sido explícitamente programada para su presencia, adaptada a un nivel mucho mas alto de lo normal, muchos simplemente rieron ante la posibilidad de que alguno de los aprendices pudiese pasarla. Pero allí se encontraban, dando a reconocer las verdaderas habilidades de las que era portador este prometedor aprendiz.

Seis tuk'ata fueron víctima de su voluntad, mientras en ese estado de excitación se podía percibir como la fuerza comenzaba a sincronizarse con sus oídos, como su estado de concentración potenciaba su conexión con lo que le rodeaba, como era sumido en las manos del destino. Tres habían quedado en pie, pero ninguno sin debatirse entre la vida y la muerte, estaban firmes por el simple hecho de su voluntad.

- Entre los siths solo el mas fuerte prevalece, esa es la ley de nuestra vida...y así lo demostrareis - Comenzó a relatar la encargada de la academia con fervor en su discurso, como si su rango actual le permitiese exhalar cierto orgullo personal. - ¡Solo uno debe quedar en pie!...¡Solo el que sea lo suficientemente fuerte para portar el legado de los Sith prevalecerá! - Y la consigna del último examen estaba dada, no hay amigos, pues estos pueden traicionarte.

La joven Ryoma no pudo evitar sentirse desvalida ante semejante acto, y con la continua marcha de la quemadura de sus órganos no fue capaz de entrever la traición de la que estaba por ser víctima. A pesar de haber sacado todas sus fuerzas para proteger a su compañero Dulian, éste sumido en su estado de desenfreno no dudó ni un segundo en atacarla desaforadamente. Su cuerpo tacleó el de ella, haciendo que él cayese encima, mientras con sus puños y uñas arremetía con locura a la cara de la chica. Esta debilitada por el gran esfuerzo que había hecho anteriormente, ya no disponía de mas fuerzas para hacer frente ante semejante bestialidad, tan solo un último alarido culminó con su vida.

La sed no cesaba y los ojos de Dulian ahora se posaron en su siguiente presa...Kurai Dark....

La última prueba había comenzado...


[Prueba: Bueno, esta última etapa puede parecer la mas simple de todas, pero estas en un estado de total desventaja, primero por tus heridas físicas superficiales de las que fuiste víctima con los Tuk'ata, y después por las quemaduras internas que generaron los rayos de los Acólitos, que cada vez se hacen sentir con mayor dureza. Relata como te enfrentas ante esta adversidad con esmero y obtendrás el rango de Aprendiz .]


OFF: Como ves esto es una prueba en donde se evalúa tu nivel de interpretación sin tener que ver tu personaje. A lo largo de tu recorrido con tu personaje te encontrarás con pruebas de este estilo, pero también otras mas difíciles que requerirán del ingenio y las habilidades de tu personaje. ¡Suerte!

La oscuridad, un simple termino con el que definimos la ausencia de la luz. Un vació inexplicable donde no hay nada. La ausencia de la misma vida erradica en ella, mas aquel que tiene vida todavía tiene un pequeño rayo de luz. Así sumidos en un mundo en el que todo esta oscuro, solo tendremos nada. Es aquel rayo de luz, el que nos mantiene vivos. Pero, que es la luz?. Existe en cada uno de nosotros y es lo que nos mantiene vivos.

Aquella joven había perdido esa chispa de luz. La última prueba había comenzado, solo uno podría quedar en pie.

Kurai solo asimilo a ver como bestialmente Dulian se abalanzaba sobre su salvadora, aquella que había permitido que su vida no se extinguiera fue victima de su desenfreno. Locura, estado de total descontrol, en el cual las capacidades de razonamiento no existen. Una persona que no razona, no es mas que un animal.

Eso pensaba Kurai cuando miraba como la joven perdía vida en manos de una bestia. Y ahora esa bestia iba por el.

- Asco!, expreso Kurai, sin razón alguna, solo lo expreso. Dulian quiso realizar una tacleada también a Kurai pero este solo se hizo a un lado dejándolo pasar de largo y caer en el piso. Los pasos de Kurai fueron hacia la joven que yacía en el piso, y se inclino mirando su rostro, sus ojos seguían abierto, sutilmente paso sus manos por ellos y estos vieron la oscuridad plena. Breves segundos postro Kurai su mirada sobre la joven, al sentir como su vida se iba apagando, Kurai empezó a notar la esencia de aquello que sintió cuando el ultimo tuka’ta, estaba despertando en el.

El resonar de las espadas contactando una con otra dieron la señal de que Kurai estaba listo para acabar con esta prueba, y así lo expreso levantándose y mirando fijo a Dulian, el cual se levanto del piso y respondió a ella lanzando un artilugio decorativo hacia Kurai pero sin intención alguna de golpearlo, solo reboto contra la pared, destrozándose en pedazos.

Dulian tomo una espada postrada en el estante y con el mismo descontrol se dirigió hacia Kurai, el sonido de las espadas dieron por entender que había detenido el ataque de Dulian, pero a solo pocos cm. de su cuello. Un rápido movimiento de empuje le dio a Kurai la ventaja de salir del filo de aquella arma, dejando a Dulian a escasos metros, pero este volvió con su acometida, Kurai solo podía bloquear uno tras otros los cortes que Dulian intentaba realizar a muerte para quedar en pie.

Los dolores empezaron a producirse, Kurai sentía como por dentro sus órganos se quemaban y en ese mismo dolor se desgarraban lentamente, sin contar como a medida que avanzaba sus heridas se iban abriendo más y mas. Esto debía terminar pronto con el como victorioso, o seria su fin.

Si es la fuerza la que hace el llamado, a Kurai le estaba gritando. Kurai se conseguía aturdido entre los dolores internos, y los físicos, las voces que sentía por dentro, mas que voces sensaciones, y el tener que lidiar con Dulian. No aguantaría mucho más, y así fue. La ira domino su cuerpo, mientras el dolor dominaba su mente, el hecho de que Dulian atravesara su hombro con la espada, le costaría caro. Los ojos vacíos de Kurai, tan negros como la noche pudieron denotarse un tanto rojizos. Nunca viste una Luna Llena de color Rojo?. Pues así se denotaban, tal vez solo frenesí o pura realidad.

Un golpe acertado en la cara dio a Kurai la distancia deseada, en la cual tomo la espada y la saco de su brazo y con esta mismo intenta acertar un corte diagonal a Dulian, el cual esquivo con dificultad dejando un rastro de sangre correr por su cara, mientras una abertura la adornaba. Otro intento fue el realizado por Kurai ahora en una estocada directa al corazón, pero Dulian pudo esquivar esta y golpear la mano que portaba la arma blanca, dejándola caer, mientras la otra se hacia venir en un corte horizontal por todo el medio, en el cual Dulian no tuvo mas que intervenir con su brazo. Este no se vio cortado como todos pensarían, Dulian fue protegido por un metal que cubría su brazo, y aprovechando la oportunidad desarmo a Kurai con un fuerte golpe en el pecho que hiso soltar el arma. El turno de Dulian había comenzado y ante el mal herido Kurai los golpes no dejaron de cesar, uno tras otros iban impulsando a Kurai contra la pared. El pobre mal herido no tenía oportunidad de defenderse.

Quema, duele, arde, agonizantes gritos se escuchaban y la sangre como agua caía. Las heridas superficiales habían pasado a otro nivel de dificultad, produciendo una que otras heridas profundas. El agonizante dolor no dejaba salir a Kurai de su estado de shock y desequilibrio. Y las voces no dejaban de cesar.

Loco se estaba volviendo el joven Kurai o talvez no. Como no entenderlo antes, como cegarse ante tal acto, si esa es la esencia que nos mueve. Esa... es la luz. Dulian fue impulsado hacia atrás cayendo a pocos metros de distancia, mientras Kurai mantenía sus ojos cerrados. Lo sentía, sentía fluir por su cuerpo, estaba entendiendo todo, como ser tan estupido.

Dulian se levanto intentando entender lo que pasaba, y sin darle importancia intento adelantarse, tomo el arma blanca que se encontraba en el suelo e intento partir a Kurai en dos, pero, esto se vio interrumpido, la espada, se detuvo, a pocos centímetros de Kurai como había pasado con el tuka`ta. Dulian estaba entendiendo pero, ya era tarde. Una espada atravesó su pecho, aquella espada que se encontraba a los pies de Kurai, extrañamente llego a su mano y esta le dio fin a la contienda. -Sufrirás cuando ella te vea en el otro mundo. Y empujo a Dulian alejándolo de el y cayendo tras cinco pasos después.

Lentamente Kurai se fue acercando mientras limpia su cara que se encontraba algo ensangrentada y se despojaba de su parte superior la cual estaba totalmente deteriorada. Estaba frente a Dulian, se encontraba malherido en el piso, primero fueron sus brazos y luego sus piernas. Sus gritos se dejaban escuchar por toda la sala, e incluso corría a través de los pasillos de la academia creando ecos cada vez más fuertes. Hasta que fue silenciado y su cabeza fue separado de su cuerpo.

Todo había terminado, y aquel rayo de luz que seguía encendido era el de Kurai.

Dejo tirada el arma al lado de Dulian y su cuerpo busco reposo arrescotandose sentado en el pilar central, mientras de reojo veía al Lord Sith y con sus manos cubría sus heridas. En cualquier momento, desmayaría.

Oh!, mortífero era todo aquello, se podía percibir como el cuerpo de Dulían daba alaridos en su interior intentando apaciguar vanamente su insufrible dolor, pero ya no...no había vuelta atrás, el comienzo estaba lejos y el final rasgaba su piel cortantemente. Era sangre, y sabía espesa, lo que dificultaba todavía mas su paso. Desde el inicio del combate ya se sabía como éste iba a acabar, al menos así lo afirmaba con seguridad el Lord Sith, guiado por la sabiduría de la oscuridad, por la experiencia de lo incontable.

Pero algo cambio en ese entonces, comenzó a percibirse como la espesa bruma se tornaba aún mas densa en la gráfica imaginable de la fuerza que rodeaba al joven sensible. Kurai comenzaba a dejarse llevar, a verdaderamente comprender aquella susurrante voz que acariciaba constantemente sus pensamientos. Solo existían dos caminos ante aquello, o la caída absoluta a sus oscuros designios, o el dominio de su voluntad. Mas la Fuerza no era un animal que se pudiera domesticar, sino por el contrario, era la libertad absoluta...el desenfrenado devenir del universo. El caos y a la vez la armonía. El todo.

La inevitable estocada final llegó, sin embargo, Dulian hacía ya tiempo que había dejado de ser un ser razonable, nada que mereciera dejar existir. - Remátalo - Esbozó una oscura voz, que parecía sobresalir de todos los rincones. El Lord había hablado, pero sin utilizar sus cuerdas vocales, pues la comunión con la fuerza era su lenguaje. Y así fue como terminó la prueba, la cabeza dejó atrás al ensangrentado cuerpo.

Sin mas que hacer, el hombre de oscuras vestiduras se retiró del lugar, pero su decisión era firme al respecto. Ese joven Aprendiz conocería el Lado Oscuro a través de él, así se lo había ordenado Lord Revan....

La encargada se acercó de forma fría y distante al victorioso sith. - Arrodíllate, cucaracha - Le ordenó de forma tajante la mujerzuela. - A partir de hoy pesará sobre tus hombros el legado de los Sith. No muestres debilidad, jamás!...pues será tu muerte....Y ahora levántate como Aprendiz Sith - Culminó con grandeza la Maestra Sith.

- Lord Krathos, ha expresado su interés en ti. Mañana partirá, así que será mejor que estés listo para entonces - Le comunicó con cierta altanería, mientras ya se despedía por la puerta de la sala de entrenamiento. Todo había terminado...por ahora....


[ ¡Felicidades!, has adquirido el Rango de Aprendiz Sith. Estarás bajo un maestro controlado por mi hasta que tengamos uno de verdad o lo seas tu xD. Se te enviarán los premios y puntos que obtuviste por MP]

Prueba Acabada. Siguiente postear a continuación su entrada.

OFF: El periodo temporal transcurre en otro día distinto al de la prueba de Kurai. Mea culpa por no especificarlo . Si quieres editar el post hazlo, pero bueno...no es tampoco impresindible que lo hagas xD.

[Comienza la Prueba]

El día parecía llegar a su ocaso, pero era demasiado temprano para que la negrura de lo sin luz acabara con los últimos rayos de Sol. No, era una bruma de oscuridad la que estaba colapsando el aire que allí se respiraba, parecía que los Lores del Sith estuvieran respirando al unísono, consagrándose en lo que allí estaba por suceder.

Un conjunto de personajes se encausaban en Valle de los Caídos manteniendo una formación uniforme y casi militar. Mientras la imagen de una mujer, o lo que parecía ser una fémina, se posicionaba en frente de este batallón. - Hoy, energúmenos estudiantes, será el día en que verdaderamente demuestren sus enseñanzas...será el día en el que el código Sith tomará verdadera forma en ustedes - Relataba con voz dictatorial, ajustando el tono necesario para lo áspero de lo tajante. - Detrás mía se encuentra la tumba del Lord Sith Ajunta Pall, uno de los adeptos a la fuerza mas poderosos de toda la historia. Sus enseñanzas se encuentran grabadas en cada muralla de la tumba, así como sus terribles métodos de...adoctrinamiento - Dijo esto último con la malicia necesaria como para saber que se trataba de un claro sarcasmo. Pero aún todo era un misterio.

Un leve silencio resaltó en la multitud, mientras las puertas de la Tumba se abrían repentinamente. - Prevaleced como Sith o sucumbir al hambre del Lord Oscuro - Y la orden de salida ya estaba dada, pero ninguna consigna había sido resaltada...¿Qué deberían de hacer allí adentro?...

Prueba: No se te ha dado ninguna indicación sobre lo que verdaderamente tenes que hacer dentro de la tumba, por lo que tu paso será mas bien desorientado. Puedes ir investigando las distintas salas de la gran tumba, pero en ninguna hallarás mas que problemas... en una un conjunto de tuk'ata te atacará, seis para ser mas exactos; mientras que en otra te encontrarás con una especie de robot asesino, con una defectuosa programación que ataca a todo lo que se mueva. Relata todo esto, y como logras sobrepasar estas adversidades, y pasarás a la siguiente fase de la prueba...

Sugerencia: Recuerda que la única forma de evaluarte aquí es tu capacidad narrativa e interpretativa, por lo que cuando mas te esfuerces en ello...mejor te va a ir en el examen.
Suerte!

[Muy Bien, Zolrak. Excelente post.]

[Segunda Parte]

La prueba había dado inicio. La primera circunstancia fue la de decidirse a ingresar en el terrible interior de ese lugar, donde nada se veía mas que algunos sectores. Muchos petrificados por las leyendas que contaban sobre extraños espíritus que poseían a los hombres comiéndolos por dentro, no les permitió avanzar, y sucumbieron ante los acólitos. Otros mas osados se atrevieron a ingresar en el lugar. Tumbas, gerogríficos y objetos ancenstrales congelaban el lugar en un tiempo mucho anterior.

Gritos de locura se oían resonar en las inmensas paredes rocosas del interior, nadie sabía que pasaba, solo quedaba seguir su camino. Cuerpos sin vida se iban encontrando en el camino, algunos desgarrados por las feroces mandíbulas de los Tuk'ata, otros silenciados ante el metal del droide. Pero había quien a pesar de estas adversidades proseguía en su camino, insistía en su voluntad...iba rozando el camino del Sith. Sin embargo, joven medio-máquina, cuyas aptitudes le habían servido anteriormente, ahora se encontraba en un salón sin salida aparente, apenas iluminado por una brisa color clara que deambulaba por todo el suelo. Voces del inframundo parecían hacer eco unas sobre otras en las paredes de ese lugar, cada vez mas fuerte, cada vez mas intensamente.

Y de repente, la bruma blanquecina que se encontraba en el suelo comenzó a arremolinarse en el centro de la sala. ¡¿Qué estaba pasando?!...sombras comenzaban a tomar forma, al principio absolutamente irreconocibles, despues hasta se comenzaba a distinguir las vestiduras y hasta sus máscaras.

- Arrodíllate ante tu señor, joven Debos - Resaltó una voz tan grave como imponente. Con un poco de astucia se lograba entrever que provenía del primer individuo, postrado enfrente del joven medio-maquina. - Sabes lo que significa ser pura voluntad, joven Debos?...¿Sabes lo que significa estar por encima de toda restricción física...todo dolor, todo sufrimiento...y aún conservar la voluntad? - Continuó la voz tan intimidante que a cualquiera se le escaparían las rodillas de lugar.

- Significa ¡PODER! - Y la gravedad de la voz se tornó en una ventisca capaz de dejar a cualquiera estampado contra la pared. - Poder infinito...poder ¡¡¡Eterno!!! - Y la ventisca se hizo cada vez mas fuerte, pedazos de piedra comenzaban a desprenderse de la pared, así como algún que otro cuerpo muerto o objeto extraño, todo parecía ceder ante semejante imponencia.

La imagen de las otras dos sombras se le acercaron al oído del Debos, mientras este se esforzaba por esquivar la constante envestida del viento. - Dejate llevar, cariño - Le susurraban al oído varias veces. - hazlo o morirás...¡Hazlo! - Gritaron las dos voces, y en ella se distinguió...si!, eran la de sus padres!. - Sabes que no seras capaz de sobrevivir sin caer...sin dejarte dominar por la fuerza. Siempre has sido un debilucho, ahora que tienes la posibilidad de ser algo mas importante...te vas a resistir?...vas a prevalecer?...no eres lo suficientemente fuere...¡NO LO ERES! - Todo aquello parecía un infierno vivo, los continuos objetos que no dejaban de ceder ante la ventisca, y además el acecho de aquellas dos sombras...

Pero no...no todo acabaría allí, una tercer sombra apareció allí de improvisto. Se trataba del sensible muerto a manos del droide que antes había cruzado el joven Zolrak. - No te dejaré pasar!... Yo ganaré la prueba! - Esbozaba a la vez que corría por una de las paredes en busca del enfrentamiento directo con su contrincante. La situación no podía estar peor...


[Prueba: Bueno, como veras aquí se complica bastante xD. Tienes la ventisca constante que te tira contra la pared, además de arrojar varios objetos contra ella, puediendo darte a ti o generar grietas. Además la confusión de que tus padres te esten hablando...y por si no fuera poco, tienes que enfrentarte a en combate directo. Nadie dijo que el camino de un Sith fuera facil xD. Esfuerzate, es la prueba final, puedes hacer mas de un post si así lo ves conveniente...pero hazmelo saber, para yo estar al tanto de cuando me toca intervenir.]

¡¡Suerte!!

al siguiente dia de la ultima presentacion de la prueba de los sith evan se dirigia a ese lugar, para poder presentar la misma prueba, mientras se dirigia hacia hay, iva dibagando en su mente:

La oscuridad para muchos es algo debil, piensan que solo con un rayo de luz la pueden extingir, pero no saben que solo le dan camuflaje, pronto conoceran la "luz oscura", la oscuridad no es algo facil, pocos son los aventurados que toman este camino, y aun menos los que se mantienen, sera por eso que se menosprecia la oscuridad, pienso que no aprencian este camino.

Han de pensar que no somos mas que vagos, ladrones, o algo mas, pero se equivocan, este camino exige sangre, esfuerzo, determinacion, resistencia, valor y decision. Los sith son superiores a los jedi, pero como tal ¿debemos extingir a esos molestos jedi?, bueno creo que eso dependera de mi, y de lo que se prensente a lo largo de toda mi vida, por el momento debo concentrar todo mi juicio, y atencion ante la prueba que pienso presentar.

¿Debere hacer eso? ó ¿deberia dejar que mi odio he ira me controle?

Valla al parecer me lleno de mas divagación, cuanto mas me acerco al lugar donde debo precentar mi prueba.

creo que debo dejar de dibagar en mi mente y concentrarme en lo que voy a hacer

Al fin evan se concentro en lo que iba a hacer, y sigio con paso firme.

al llegar al lugan indicado, se diririo al primer Lord Sith que vio, y le pregunto quien le iba a imparir su prueba, pero el lorth sith no le respondio nada y solo dio la media vuelta y se retiro

algo pensativo en lo que habia pasado evan vago un poco por el lugar, hasta que vio un lugar que parecia ser el que el estaba buscando, se acerco y confirmo que era el correcto, para presentar su prueba, no pudo decir mas sino:
vengo a presentar la prueba para poder subir un escalon mas dentro de la orden sith ¿que debo hacer, o en que consiste?

Offrol:Evangx yo sere tu maestro

Al oir esto el gran guardia que se encontraba divagando por ahi en esos momentos mientras que con su cara rigida y mirada petrificante miro al estudiante unosmomentos para depues indicar la gran puertade marmol la cualparecia una gran runa desecha por el tiempo de loslargos y arduos entrenamientos en aquel domo guiado por un camino polvoriento que danzaba al compas del viento.



Seguro, ve a aquel lugar en donde se encuentra el nuevo lugar de entranmiento para los nuevos estudiantes dijo con una voz profunda mientras acompañaba al nuevo miembro del lado oscuro a su iniciacion mientras que con un movimiento de su mano la roca se despendia rapidamente para dejar paso al nuevo iniciado.

Adelante ya puedes pasar , el maestro te esta esperando.....y no te prerocuoes, el sabe que estas aqui dijoelguardian mientras que cerraba la puerta en las narices del joven aprendiz dejandolo solo frente a aquel pasillo elcual se suponia que le guiaba a su nuevo maestromientras daba inicio a un nuevo paso en su camino sith

Despues de que le cerraran la puerta en la cara, evan circulo por el camino indicado pon el ninja, mientras pensaba, menudo tio es el guardia, bueno no abria nada que hacer

evan Recorrio el camino casi sin darse cuenta, seguia con varias divagaciones sobre lo que deberia hacer en el futuro y en la prepa.

Despues de tanto divagar llego al fin del pasillo, y cuando salio de este, una luz le dio en los ojos a evan, en cuanto tuvo perfecta vision de la sala, miro a todos lados tratando de identificar a "el maestro" que iba a aplicar la prueba a evan, y asi poder terminar esa prueba, y poder escalar un grado mas dentro de la orden sith, evan se mantenia mirando a todos lados, pero se mantenia tranquilo, y sereno. con una expresion algo sombria por su seriedad.

llego y espero impaciente la prueba de aprendiz caminaba de un lado hacia otro esperando de alguien

cuando vi llegar al maestro parecia no estar apurado apenas llegue abrir la boca para saludar a mi lord y de sus dedos brotaron relampagos q impactaron sobre haciendo q me arrodillara en el suelo.
Luego escucho salir de su boca: "Esbozad el Código Sith, aquél que no sea capaz de resistir el dolor no es apto para conservar el legado de los Sith y morirá ahora"

me levate enseguida y iba a empezar a resitar el codigo pero los relampagos se hicieron mas fuertes haciendome caer otra vez.

trataba de ponerme en pie, pero parecian q los rayos aumentaban su fuerza. apoye mis manos sobre el suelo ya no resistia mas, habia cerrado los puños con tanta fuerza q habia clavado las uñas en mis manos y mi mandibula parecia pegada de como apretaba los dientes.

luego... x unos instantes se cruzo x mi mente todo lo q vivi de chico, la muete de mi padre, la muerte de mi madre y la desaparicion de mi hermana esto me dio la fuerza q nesecitaba liberandome en un grito mas poderoso q el rechinar de los relampagos...

me levante y mire al maestro y empeze a recitar el codigo: La paz es una mentira, hay pasión. Con la pasión, obtengo fuerza. Con fuerza, obtengo poder. Con poder, obtengo la victoria. Con la victoria, mis cadenas se rompen. La fuerza me liberará

Al ver terminado la primera prueba del otro aprendiz, evan se acerco a las personas, que apenas momentos antes habian gozado de una entrada, algo extravagante para su gusto.

Ae fue acercando silenciosamente, y procurando no llegar por la espalda, para que no se mal interpretara su presencia y su interes hacia ellos, o peor aun, lo consideraran enemigo y lo atacaran.

-A lo que acabo de ver la prueba es como habia pensado, no esperaba menos, una prueba cruel, donde solo el mas fuerte sobrevive y donde, no solo dependes de tu fuerza, si no, tambien de tu voluntad y tu inteligencia, y por eso mismo, no puedo permitirme, llenarme de emocion, ni mucho menos, ocupo estar mas sereno que nunca, o corro el peligro de zucumbir.

Aespues de cruzar hasta donde se hallaban las personas, se paro en frente de ellos, pasaron unos segundos donde no profirio ninuna palabra, despues de esto, expreso:

-Disculpen, pero quien sera mi maestro, o mi aplicador para mi examen sith.

Despues de esto evan guardo silencio, y espero una respuesta.

No tengo el permiso, pero no te fijes en detalles. XD

Es bueno que hayan mas Sith, asi que no quiero que te aburras o.ó

Despues del largo y oscuro pasillo el joven aspirante a Sith finalmente se encontro con un grupo de personas, aquellos de variopintas razas observaban hacia un circulo de combate que habia mas abajo. En aquel lugar cual circo romano sacrificaban a las victimas en un ilimitado baño de sangre y aun pedian por mas, anteriormente unos gigantescos tuk´ata habian desmembrado a algunos aspirantes y anteriormente rayos laser habian destajado con impresionante rapidez.

Actualmente en lo que parecia ser una arena, pero que ahora llegaba a estar teñido de negro debido a la sangre que ahi habia corrido y se habia secado, se encontraban los restos humeantes o despedazados de muchos de los que ahi habian caido. Aquel lugar se encontraba por debajo de lo que en realidad era una galeria por diez metros de altura, apenas lo suficiente como para proteger al publico de los Tuk´ata en una galeria que no tenia proteccion, por su propia seguridad la gente estaba al menos por un metro alejada del borde ya que muchos consideraban divertido el hecho de que se empujara a la pista a quien se acercara mas.

Aquello fue lo que hicieron o al menos intentarian con el joven Evan, quien seria empujado al vacio por un, o quizas una ya que no se distinguia bien, khill. Aquel con ambas manos y despues de una señal recivida desde otro lugar posiblemente por un superior llevaria ambas manos hacia el frente, justo en donde se encontraba Evan, casi al borde del precipicio por estar delante de la multitud, intentando empujarlo hacia el precipicio hacia donde caeria.

Tal vez la caida le lastimaria, tal vez lograria evitarlo de alguna forma, pero lo cierto era que si el Khill fallaba caeria el tambien y posteriormente los demas tambien empujarian al humano de todas formas, el circo volvia a comenzar y la matanza pronto volveria de nuevo.

Una vez abajo un total de dos guerreros estarian en la pista junto a el para un total de tres. Los dos se abalanzarian con sus manos desnudas hacia el humano quien tambien debia estar desarmado, y claro esta los dos intentarian matarle a menos que este se defendiera.

Tu prueba... si es que no borran este post XD ... sera el narrar la descripcion mas detallada de tu entorno, y a si mismo lidiar con estos dos guerreros y derrotarlos.

La muerte es opcional ^ ^