Pruebas de Aprendiz 2

Llevaba mucho tiempo desde su ingreso en la academia de los Siths, en ella había estudiado sobre una gran infinidad de cosas, pero la más importante de todas era la fuerza y el código Sith con diferencia. Ahora le había llegado la hora de ver si aquellos años de preparación habían servido para algo o más bien habían estado los últimos años de su vida, ya que siguiendo con la tradición Sith solo las más poderos son aquellos que se alzan con el poder y el dominio de la orden y la galaxia.

A pesar de todo el chico se encontraba en una calma total, no sabía si era por su gran confianza que tenía hacía él mismo de que pasaría la prueba sin problemas o era más bien para que había sido estrictamente entrenado durante un grande período de su vida para aquello que iba a ocurrir en breve. Los segundos se hacían años y los minutos siglos, llevaba esperando más o menos una hora y aun no había sido notificado en que lugar le tocaba hacer la prueba.

Maro se hallaba de pie, mientras sus ojos dorados se perdían en la inmensidad de aquel lugar oscuro, tenebroso y sobretodo silencioso. Podía parecer un lugar fúnebre y precario, pero el joven Sith se hallaba como pez en el agua.

Tras un largo viaje por toda la galaxia, por fin habia encontrado aquel planeta, el cual segun los antiguos libros y pergaminos lo explicaban como sede de los antiguos imperios siths. Imperios de los cuales yo queria formar parte, dejar mi legado y demostrarle a la galaxia entera de lo que yo era capas de hacer, sin tener conocimiento alguno en el uso de la fuerza sino que solamente tenia la idea teorica del uso, me adentre con la caza que habia robado hacia los secos paisajes de ese anaranjado planeta. Recorriendo el planeta sin saber hacia donde ir, me dejaba guiar por mis instintos los cuales luego de un corto periodo me llevaron hacia paisajes que pude reconocer gracias a los antiguos pergaminos. Podia ver grandes estatuas de lo que parecian ser personas importantes, personas que solamente al ver sus rocosas imagenes parecian poderosos y temibles.

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De entre los escombros de esas magestuosas imagenes se podian ver los tambien, los escombros de lo que parecian ser gigantescas tumbas. Tumbas que segun podia reconocer de lo que habia leido eran las catacumbas de esos poderosos Lores Siths, las cuales todavian alvergaban sus inquietas almas.

Adentrandome mas por ese planeta, guiandome sola y unicamente por mis instintos y mis deseos de ser un "sith" pude ver a lo lejos un templo, este parecia activo sus sistemas de energia parecian estar funcionando devido a que se podian ver luces provenientes de alli, al acercarme cada vez mas, podia sentir la presencia de mas personas serca, hasta que por fin llegue a estar frente a ese magestuoso templo, era el famoso templo sith, famoso por las personas que se entrenaron alli. Este estaba oculto en ese desolado planeta el cual parecia estar cubierto por un manto de oscuridad, odio y codicia. El solo estar en mi nave bordeando al planeta podia sentir como mis sentimientos mas oscuros florecian de mi al maximo nivel.

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Aterrice la caza en un espacio libre que pude encontrar, decendi de mi caza y me diriji hacia el interior de ese magestuoso templo. Adentrandome en este podia ver a varias personas, personas vestidas como yo, a las cuales devia mover mis extremidades en las cuales estaban mis ojos para asi poder ver sus rostros, la gran mayoria estaba oculta entre la sombra de sus tunicas, tal y como yo lo estaba haciendo con esa tunica improvisada que yo mismo me habia hecho para mantenerme oculto de los extraños. Luego en una sala pude ver a un señor, el cual vestia ropajes negros, y su piel era rojiza con lo que parecian ser tatuajes negros por todo su rostro, me le acerque y le dije.

-Quiero aprender, quiero convertime en un Sith y asi vengarme de quienes me maltrataron durante mi corta pero dura vida.

Diciendo esto esperaba la respuesta de esta persona, para asi saber si yo era apto para esta tarea o este "oficio" o simplemente era una ilusion de la cual devia desprenderme y seguir con mi vida.

El viejo Kasius, con su cara demacrada por el tiempo y las experiencias de una vida llena de malos tragos, se encontraba en un salon bastante oscuro, en donde la luminocidad era escasa y en donde dos guardias corpulentos y grandes se encontraban ubicados en cada esquina de la puerta, estaban cubiertos con unas tunicas largas y negras muy parecidas a las que llevaba tambien el viejo y cansado maestro, que arrodilladoen una esquina del salon veia como dos jovenes proles se hacercaban a el ientras seriamente comenzaba a firar su mirada amarillenta y profunda alo ojos de ambos mientras que se levantaba lentamente aun con la vieja tunica negra puesta alrededor de su cuerpo dejando solamente visible su cara mientras que hacia un pequeño ademan con sus manos para que ambos guardias se movieran y cerraran la puerta dejando a Kasius con esos dos pequeños mientras que levantaba la cabeza y dejaba que unas palabras salieran de su boca.

"Que les Hace pensar que son aptos para ser guerreros sith"

Dijo seriamente mientras movia sus ojos dandole rapidas miradas a cada uno

"no siento la furia en ustedes y menos algun sentimiento de rencor que haga frente a una sensacion de merecer ser un guerrero sith"

Dijo mientras que una pequeña risa ironica salia de la comisura de sus labios lentamente mienrtras que el hacia que la risa perdurara recorriendo cada rincon del lobrego lugar.

De repente las dos inmensas puertas, que se hallaban en el fondo de la gran sala y que estaban hechas de unas aleaciones de metal perfectas, se abrieron. Al lado de ambas habían unos sujetos muy corpulentos, vestidos de negro y con una postura totalmente firme. Maro los había pasado totalmente por alto, posiblemente fuera por que pensaba que eran estatuas o elementos de decoración de aquella sala oscura, tétrica y sobretodo acogedora.

Sin dudarlo un instante el joven de un metro de estatura empezó su marcha hacía el interior de aquella puerta, en busca de hallar una gran poder o el principio para poder llegar a éste. Sus pasos iban marcados por un extraño tempo, su corazón no latía demasiado rápido y sus ojos doradas se encontraban en pleno reconocimiento de su alrededor y de aquello que encontraría en la nueva sala, bastante más oscura que la anterior.

A medida que se acercaba hacía el interior de la sala, la figura de un sujeto con dos puntos dorados donde debía estar la cabeza se hacía cada vez más visible. Junto a esto, un gran cosquilleo invadía su zona abdominal. Aquello le ocurría cada vez que percibía una majestuosa cantidad de fuerza en un único lugar. El chico podía estar tranquilo, había escogido el buen camino.

El avance de Mauro era constante y podía notar como unos ojos dorados se clavaban en su cuerpo escondido detrás de unos guates y una túnica negra como la misma noche.

Una vez estuvo en el interior de la nueva sala el sujeto de ojos dorados hizo un gesto y con ello las puertas se cerraron, quedando en el interior de la sala tres sujetos. Éstos formaron un triangulo equilátero, el vértice de mayor estatura empezó a hablar dirigiéndose a los dos otros vértices.

"Que les Hace pensar que son aptos para ser guerreros sith"

A continuación Maro sin dudarlo un instante y bastante aburrido y enfadado de cómo le habían tratado respondió.

-Sabes perfectamente que estoy preparado y soy apto para ser guerrero. Así que empecemos con las pruebas que llevo toda una vida esperando este instante.-

"no siento la furia en ustedes y menos algún sentimiento de rencor que haga frente a una sensación de merecer ser un guerrero sith"

Aquella vez no disparó contra su objetivo con tanta velocidad como la anterior. Sino que pensó durante unos breves segundos y respondió a las preguntas de aquel que posiblemente fuera su sensei, si todo salía bien.

-Soy hijo de la destrucción y la traición, mi hermano es la muerte.- De repente, su tono de voz se elevó de forma considerable para decir la siguiente oración. Podía darse la sensación que el discípulo estaba echando en cara alguna cosa a su maestro. - ¡Como te atreves a decir que no tengo furia!-

Seguidamente un silencio sepulcral invadió aquel escenario, aquello iba a ser testimonio del nuevo comienzo de una nueva era.

-Acuérdate de mi cara, pues yo seré tú más fiel perdición. Sí, aquel que te segará la vida para obtener tu rango.-

El chicuelo no tenía nada más que decir. Ahora hacía falta saber la respuesta de aquel que en algún momento de la historia caería bajo sus pies.

//Off: El otro sith no lo veo hasta que no estamos en la formación de triangulo. Es para que no crean que me olvide de él.

Acuérdate de mi cara, pues yo seré tú más fiel perdición. Sí, aquel que te segará la vida para obtener tu rango.Dijo el joven aprendiz mientras el silencio se apoderaba del viejo domo ya roto y desmoralizado por las batallas en korriban con los antiguos jedis que invadieron el planeta.. el Maestro miro con una sonrisa sarcastica a su aprendiz y mientras apretaba los dedos y sacaba su sable laser mientras lo acariciaba


Tu? ,mi perdicion? ...crees que dejaria que alguien como tu me venciera?....no me hagas reir, apenas saber caminar y hablar, en estos momentos solo eres un humano comun y corriente que no sabria como defenderse si su vida dependiera de ello

Dijo el maestro mientras lanzaba una carcajada y volvia a mirar a su aprendiz mientras se levantaba de su asiento y al mismo tiempo lanzaba el sable laser que tenia en sus manos a los pies de su aprendiz. rodando por la escalinata que llegaba hasta el suelo del domo que diferia del trono en uno de los costados del domo que se veia mas algido

Vamos, matame que esperas..sabes que depues de tus palabras yo sere el que te humillara en tus entrenamientos, ya que claramente no sirves ni para soldado ya que un cuerpo tan debil como el tuyo apenas podria blandir una espada

Dijo de nuevo mientras que con la fuerza hacia levitar el sable laser en frente del rostro de su aprendiz ..

Vamos tomalo, sabes que nunca lograras nada si es que solo hablas con esa boca iunmunda ....Tu decides, o reconoces tu posicion bajando la cabeza y tu voz ante mi llamandome maestro o intentas matarme y probar tu valentia.

dijo calmada mente esperando la respuesta de su alumno esperando a que tomara el sable laser que levitaba frente a el lentamente.

El silencio inundo otra vez la camara de viejas piedras y columnas massassis, mientras que uno cuantos cuervos de Hoberk hacian un sonido estremecedor en las afueras de la academia como su avecinaran el peligro que asechaba en aquel domo.

Aquello le empezaba a resultar divertido al joven aprendiz, quizás fuera su rebeldía o su convención lo que le daba tantas alas. Pero si de algo estaba seguro el chicuelo era que desde el momento que entró en aquel Domo con inscripciones massasis nada volvería a ser igual, debido a que posiblemente su vida daría un giro total.

La reacción de aquel hombre no se hizo esperar, una risa sarcástica y alocada invadió su cara. Al mismo tiempo que sus manos cubiertas por unos guantes oscuros se introducían en el interior de la túnica, para sacar un sable láser, que acarició durante un buen tiempo el pobre viejo.

“¿De color será la hoja de la espada?” Se preguntaba Maro mientras se hallaba a la espera de la repuesta de aquel hombre que no escatimaba en escenografía alguna. Después de estar acariciando el láser durante un buen rato, cómo si de un animal se tratase, el sujeto empezó a hablar.

-Tu? ,mi perdición? ...crees que dejaría que alguien como tu me venciera?....no me hagas reír, apenas saber caminar y hablar, en estos momentos solo eres un humano común y corriente que no sabría como defenderse si su vida dependiera de ello.-

“Si, tiene razón los humanos son seres inútiles y débiles. Menudo idiota, como puede pensar que soy un engendro de dicha especie.” Reflexionó el mon calamari, sucesivamente el individuo se empezaba alzar de aquel trono colosal y dejaba caer aquella espada entre las innumerables esclares. La distancia que había entre los dos seguidores de la orden Sith era de tres metros, es decir compuesta por alrededor de unos doce escalones de piedra o mármol oscuro y con algunas plantas o hongos sobre éste.

-Vamos, mátame que esperas..sabes que despues de tus palabras yo seré el que te humillara en tus entrenamientos, ya que claramente no sirves ni para soldado ya que un cuerpo tan débil como el tuyo apenas podría blandir una espada-

Como era tradición, para así decirlo, el Lord siguió hablando del mismo modo que lo haría un loro. El joven “escuchaba” , ya que por una oreja le entraba la información y por la otra le salía, todo aquello que le decía. El chico muerto de asco y de aburrimiento dejo ir un gran bostezo en busca de conseguir reclamar más acción a aquel que parecía tener un cargo importante en la orden. El resultado fue asombroso pues consiguió conseguirlo, además de que le ofrecía un espada láser para terminar con su maldita vida.

“¿Me lo cargo o no me lo cargo? Haber si lo mato me quedo con un cargo alto en la orden, pero me quedo sin profe de fuerza... Aunque si él tiene que ser mi sensei debe de ser superior a mi poder... Conclusión lo atacó y haber si consigo herirle, sin duda será divertido.” Caviló el sujeto de un metro de altura y de gran inteligencia. Su cara seguía inexpresiva como era de costumbre.

-Vamos tómalo, sabes que nunca lograras nada si es que solo hablas con esa boca iunmunda ....Tú decides, o reconoces tu posición bajando la cabeza y tu voz ante mi llamándome maestro o intentas matarme y probar tu valentía.-

Sin dudarlo un instante y posiblemente en contra de sus pensamientos anteriores. El joven empezó a hablar, mientras intentaba distraer la vista del Lord. De esta forma el joven se fue agachando poco a poco, mientras hablaba, y tomó de manera fugaz el sable que quedó escondido gracias a que la túnica le iba un poco, para no decir muy grande. Parecía más una bata de ir por casa que no una túnica de una orden tan respetada como era la Sith.

-Mi señor, como vos sabrá las batallas se ganan con la estrategia y no con los sables. Vale que éstos ayudan, pero sin una buena estrategia no puedes hacer nada. Supongo que ya intuye por dónde voy, al menos eso espero. Y bien dígame, ¿para que quiero una sucia arma tecnológica para matar si puedo llevar a cabo esta acción con mis propias manos o con el uso de la fuerza?- Comentó el tipo de baja estatura, al mismo tiempo que sus tonos de voz iban ascendiendo o descendiendo para así conseguir tener entretenido y metido en la conversación aquel que le había comentado que no era capaz de matarlo. –¿ y bien maestro usted que piensa?- Concluyó el joven descendiendo el tono de su voz a un ritmo exponencial y diciendo la palabra "maestro" como si hubiera dicho una gran blasfemia o hubiera escupido.

Justo cuando terminó de decir aquellas palabras el joven chico saltó hacía el frente de forma esporádica. Al mismo tiempo que desenfundaba su espada láser, que provocó serios daños en su manga diestra de la túnica e hizo un corte horizontal a la altura de la cadera del enemigo. De este modo, si todo salía bien, conseguiría dividirlo entre dos y podría quedarse con la parte del cuerpo que más le gustara las piernas o más bien el torso. No lo sabía aún, lo tenía que meditar.

Durante el transcurso de aquella acción en la obertura del Domo dos cuervos de Hoberk de pelaje morado oscuro, con sus cuatro ojos en forma de rombo que les permite no perder detalle alguno delo que sucedía, empezaron a cantar haciendo de aquello una sinfonía terriblemente dolorosa para los tímpanos de los seres inferiores, los humanos.

El maestro observo la accion de su aprendiz mientras que este sacaba rapidamente el sable laser de su tunica y lanzaba un ataque directo en su contra mientras el cerrando los ojos y con un gesto de desaprobacion levanto su mano lentamente en el momento en que su alumno se hacercaba solo para lanzar con el uso de su fuerza la cabeza de su alumno hacia la pared a un lado del trono haciendola impactar violentamente para despues con un el mismo nivel de fuerza que el empujon anterior dejarlo caer por las escaleras mientras que baja lentamente cada uno de los escalones mientras se hacerca a su alumno y con un ademan de su mano hace que la espada laser vuelva al lugar de su cinto rapidamente mientras que kasius con un gesto leve de su mano diestra indica a su alumno que se levante.

Se dio mediavuelta para despues mirar fijamente al pequeño Mon Calamari comenzando a hablarle con un tono mucho mas relajado y sereno del que habia mostado en un comienzo


"Creo que la prueba ha terminado, y por lo que he visto puedo decir que eres un muchacho muy agresivo y astuto aunque mucho de tus movimientos aunque puedan ser objetivos e inteligentes se dejan llevar por la ira, como debes saber los sith guian su fuerza a traves del instinto, que es diferente que dejar que tu ira te domine..." dijo mientras que bajaba su capucha y dejaba ver la cara roja de un Zebrak mientras que sus ojos parecian calmados y aun serenos.

Debes saber que no debes dejar que la ira te controle,pero a diferencia de los jedis, debes saber como dejarla fluir....de nada te llevara llenarte de ira por simples palabras, no debes dejar que la provocacion tome el mando ya que ese sera tu fin.

Se sento lentamente en el suelo con las piernas cruzadas y colocando sus manos con la punta de los dedos unidos en el centro de su abdomen y tomando un lento respiro

Lo primero que debes saber es como desarrollar tu ira y mantenerla controlada para poder dominarla , debes aprender a controlar tus emociones aunque se que todo lo que te he dicho en un principio te ha sido indiferente...debes saber que desarrolar un control de ti mismo es la base de todo conocimiento de la fuerza,

ahora cierra tus ojos y siente la energia dentro tuyo, intenta mantener en orden tus emociones y podras comenzar a sentir la fuerza en tu cuerpo



Dice lentamente mientras espera a las acciones de su alumno

El pequeño aprendiz había saltado hacía su maestro dominado por unas terribles ansias de destripar tejidos musculares de otro ser vivo, su maestro. Como es lógico y de sentido común el pequeño no tendría un final feliz, pero, quien le había dicho al mequetrefe que enfrente suyo tenía un Lord y no un guerrero estúpido que había sido colocado en aquella posición para ser destruido, tal y como pensaba el joven iniciado.

La lógica le había fallado por aquella vez, creía conocer a los poderosos Siths. Pero no era así, posiblemente aquel acto le saldría muy caro. Sin embargo aquel ser, Kasius, se acababa de ganar el respeto del alumno y toda su devoción hacía sus enseñanzas, pues éste no pararía hasta obtener un nivel parecido al de aquel hombre.

De repente su cuerpo dejó de obedecer a las leyes de la gravedad, para salir disparado en dirección a la pared. A continuación cayó por las escaleras como si de un objeto esférico se tratase. Una vez llegó al llano de las escaleras su cuerpo quedó estirado boca abajo, encima de éstas. Su respiración era forzada, por cada segundo que pasaba sus dolores se incrementaban a gran velocidad. Debido a que todo su cuerpo estaba repleto de moratones y de puntos de dolor, por fortuna no se había roto ni esquinzado nada.

Después de haber analizado su estado, el mon calamari empezó a buscar con gran ansiedad dónde estaba la arma con la que tenía que combatir aquel hombre. No podía ser, ¡no la encontraba por ningún lugar! y eso que había oído como caía ésta por las escaleras de la misma forma que lo hizo él. Finalmente, sus ojos dorados dieron con los pies del Sith, un sensación escalofriante le recorrió por toda su columna vertebral. Sí, había llegado su hora.

Ansioso por sobrevivir el joven empezó girar sobre si mismo encima de aquellos mármoles oscuros y helados, debía conseguir guardar las distancias. Mientras llevaba a cabo aquella acción de guardar las distancias con aquel que sería posiblemente su sensei una voz relajada y serena salió del lugar en el que había el evaluador.

"Creo que la prueba ha terminado, y por lo que he visto puedo decir que eres un muchacho muy agresivo y astuto, aunque mucho de tus movimientos aunque puedan ser objetivos e inteligentes se dejan llevar por la ira, como debes saber los sith guian su fuerza a traves del instinto, que es diferente que dejar que tu ira te domine..."

El joven se quedó observando al evaluador que anunciaba el fin de la prueba y los aspectos a mejorar, sobretodo la ira o las ganas de matanza que reinaban en su interior. Poco a poco el avaluador se quitó la capucha y dejó a ver la cara de color carmesí, al igual que unos grandes cuernos en la parte superior de la cabeza que anunciaban que enfrente suyo había un Zebrak. Por su parte el joven no desveló aun su imagen, pues prefería quedarse en el anonimato. No estaba seguro de las intenciones de aquel ser y es por ello que seguiría atento a todo lo que hiciera. Aquel que parecía su guardián empezaría a entrelazar con su pupilo una larga conversación que duraría un generoso período de tiempo y daría como fruto buenas enseñanzas.

Debes saber que no debes dejar que la ira te controle, pero a diferencia de los jedis, debes saber como dejarla fluir....de nada te llevara llenarte de ira por simples palabras, no debes dejar que la provocación tome el mando ya que ese sera tu fin.

-Ésto es bastante paradójico.-Musitó Maro, mientras no perdía detalle de las palabras citadas por aquel que le estaba haciendo de aconsejador. Al fin y al cabo toda información puede ser buena para llegar a controlar y fundirse en la fuerza.

Lo primero que debes saber es como desarrollar tu ira y mantenerla controlada para poder dominarla , debes aprender a controlar tus emociones aunque se que todo lo que te he dicho en un principio te ha sido indiferente...debes saber que desarrollar un control de ti mismo es la base de todo conocimiento de la fuerza. Ahora cierra tus ojos y siente la energia dentro tuyo, intenta mantener en orden tus emociones y podras comenzar a sentir la fuerza en tu cuerpo.

El pequeño mon calamari tras escuchar aquellas palabras descartó velozmente que se encontrara enfrente de un enemigo, es decir, eliminaba todo aquello que había razonado hasta la fecha. A continuación la altura que hasta el momento era parecida, volvió a ser totalmente diferente. Debido a que el joven siguió con gran precisión los movimientos que había realizado anteriormente su maestro, es decir sentarse de aquella forma y tomar el aire de forma pausada.

Finalmente se sometió a una gran e inmensa concentración espiritual como anímica. Los conocimientos se empezaron a relacionarse entre si, solos, un gran orden y una gran paz reinaron en su interior. Posteriormente, se esforzó un poco más y empezó a percibir escalofríos por todas las venas y arterías de su cuerpo, era algo extremadamente extraño porque notaba como si su cuerpo estuviera realizado de seres muy pequeños que se encontraban en cualquier lugar.

El chico se concentró más en intentar abarcar mayor superficie de aquella sensación y el resultado fue asombroso, pues empezó a percibir como todas las cosas estaban relacionadas entre si. Al mismo tiempo que notaba algo de oscuridad en todas ellas. Pero la palma de ello se la llevo cuándo detectó a aquel que le estaba instruyendo, notó un sentido del mal increíble. Aquel hecho hizo que su cara se desfigurará, preguntará cabizbajo y con un tono de voz bajo y silencioso.

-Con quien tengo el gusto de hablar?-

Mi nombre es Lord Kasius, y sere tu tutor en el camino de ldominio del lado oscuro dijo el Zabrak con mirada tranquila mientras seguia manteniendo su posicion en un serio mantra dejando que el silencio se apoderara elgigantesco domo por unos cuantos segundos mientras que los viejos cuervos comenzaban a emprender vuelo desde la cupula del domo mientras que con unos cuantos revoloteos de sus alas y un grito de infortunio se alejaban lentamente mientras que el maestro miraba de nuevo a su aprendiz .


"Es hora de que la fuerza tome parte de tu ser, pero para que tu entrenamiento piueda comenzar debes dejar que el flujo de la fuerza en tu interior te domine y la controles haciendo de esta un circuito completo...debes relajarte tomando un leve respiro ... deja que la fuerza se libere de su prision, que comienze a fluir tranquilamente por tus venas dejando salir toda su ansiedad para manifestarse.."


Dijo Kasius mientras tomaba un profundo respiro y en la misma posicion de mantra comenzo a dejar fluir su fuerza levantandose poco a poco para despues apuntar a uno de los pilares de la entrada con su mano extendida posicionando sus dedos de forma deataque para depues lanzar un golpe rapido al aire haciendo que el pilar tronara fuertemente trizandose y haciendo que las partes que se comenzxaban a separar delpilar cayeran con gran estruendo al suelo.


Kasius volteo a donde su aprendiz mientras le miraba fijamente "despues de lograr dejar fluir la fuerza por tu cuerpo..deberas dominarla..ya que por ahora este poder que llevas en tu interior es neutral y libre, necesitas que todo ese poder que se encuentra aferrado a tu cuerpo pueda ser manipulado por tu persona. Ahora, intenta dominar el flujo de la fuerza hacia tus brazos, tus manos y lapunta de tus dedos para poder concentrar todo en un ataque tal y como lo he hecho yo hacia uno de estos pilares" dijo mientras le miraba fijamente a su alumno

“Mi nombre es Lord Kasius, y seré tu tutor en el camino del dominio del lado oscuro”

La cara de asombro del joven aprendiz aun fue mayor al escuchar aquellas palabras, no podía entender aun como se había atrevido a atacar a un ser tan superior dentro de la orden ni tampoco podía comprender como podía ser que aun estuviera vivito y coleando. Sólo había una solución, había sido aceptado con gran calificación.

El joven aprendiz acaba de completar una de las etapas más fáciles de su vida, pues ahora tenía que demostrar que era apto para la doctrina Sith y que podía superar con creces todo aquello que se le pusiera por delante, a partir de aquel instante.

A continuación el maestro empezó con el adoctrinamiento, éste miraba fijamente a los ojos de su alumno, mientras el joven sufría la sensación de que se hallaba totalmente nudo enfrente de aquel ser con tanto poder.

"Es hora de que la fuerza tome parte de tu ser, pero para que tu entrenamiento pueda comenzar debes dejar que el flujo de la fuerza en tu interior te domine y la controles haciendo de esta un circuito completo...debes relajarte tomando un leve respiro ... deja que la fuerza se libere de su prisión, que comience a fluir tranquilamente por tus venas dejando salir toda su ansiedad para manifestarse.."

Tras las palabras, el aprendiz siguió con aquel ejercicio que estaba llevando a cabo en aquel inmenso y majestuoso domus. Notaba la presencia de algo extraño en el interior de su cuerpo y en todo su alrededor, pero no sabía que era y tampoco sabía como describir aquella sensación tan agradable. Todo era tan subjetivo y a la vez exquisito. Aquel campo cada vez se hacía más grande y con él empezaba a comprender y a encontrar una infinitud de conexiones entre las cosas de su alrededor, aquello le tenía asombrado. Nunca en su vida lo pudiera haber imaginado.

Según su sensei todo aquello que se hallaba en su alrededor, aquellas partículas tan pequeñas y tan extrañas, eran la fuerza, que tenían todo el poder posible. En su cuerpo la fuerza circulaba del mismo modo que lo hace la sangre.

Su concentración iba aumentando exponencialmente, se hallaba aislado en un mundo paralelo al real en el que solo dominaba la fuerza. Fue así como pudo notar como una gran cantidad de fuerza arcaica y oscura salía del interior del Lord a gran velocidad e impactaba contra la estructura ordenada de una columna, provocando en ésta el caos.

Aquello fue alucinante y asombroso para el joven aprendiz, aquello si que era poder y no lo que decían tener los creyentes en un dios monoteísta. ¡Menuda panda de comediantes!

"después de lograr dejar fluir la fuerza por tu cuerpo..deberás dominarla..ya que por ahora este poder que llevas en tu interior es neutral y libre, necesitas que todo ese poder que se encuentra aferrado a tu cuerpo pueda ser manipulado por tu persona. Ahora, intenta dominar el flujo de la fuerza hacia tus brazos, tus manos y la punta de tus dedos para poder concentrar todo en un ataque tal y como lo he hecho yo hacia uno de estos pilares

La concentración del joven aprendiz era tal, que no se dio cuenta de que su maestro le decía algo, el joven se hallaba totalmente concentrado y con unas terribles ansias de aprender aquel truco o estilo de poder. Es por ello, que su cabeza sometió a un minucioso análisis el procedimiento que había usado Kasius para poder llevar a cabo aquello.

Lo primero que había notado era que había establecido un control total en la fuerza de su cuerpo, hasta tal punto de llevar un pequeña parte de ésta a la punta de una de sus extremidades. A continuación, había liberado las partículas de poder con un movimiento veloz y tras ello se produjo el impacto en la columna.

Una vez había creído entender el procedimiento, ahora tocaba llevarlo a cabo y para ello debía intentar hacer lo mismo que su maestro. Así que el “bueno” de Maro empezó a concentrarse, a dejarse llevar por la fuerza, a controlar de forma leve las partículas, a gozar de aquella sensación que experimentaba y le provocaba aquel estado de éxtasis que lo estaba enamorando.

Pasaron un buen grapado de minutos, para que el joven aprendiz empezara a notar que las cosas más leves de peso de su alrededor se alzaban en contra de la ley de gravedad y quedaban tendidas en el aire durante algunos instantes. Todo ello era fruto de haber entrado en una completa armonía con las partículas de su cuerpo y su alrededor, una extraña sensación invadió su cuerpo.

Ahora venía lo más difícil y era conseguir concentrar la fuerza en un punto para enviarla a un lugar concreto, de momento ya contaba con una gran ventaja y era que estaba convencido de aquello que quería hacer era posible y no era fruto de su imaginación. Así empezó hacer fluir todas aquellas partículas hacía una misma dirección, en la que la mayoría quedaban allí retenidas, pues esa era su voluntad.

La concentración de partículas, la fuerza, iba creciendo en su dedo índice diestro. Al cabo de unos minutos de suma concentración y sumisión al poder de los oscuro creyó tener la carga suficiente, así que movió su brazo con un movimiento veloz hacía la columna tal y como había hecho anteriormente su maestro y el resultado fue un desastre la carga no había sido lo suficiente grande para llegar a su objetivo, ya que ésta se había dispersado por el recorrido.

Al percibir o observar que no lo había conseguido una gran frustración se creó en su ser, ¿como podía ser que aquel que tenía un futuro tan prometedor solo pudiera hacer aquello? El chico todo indignado y enfurecido de aquello no era propio de él, que siempre había mostrado aptitudes para ello. Así que repitió el proceso anterior, pero está vez hubo un gran incremento de fuerza en la ejecución del ejercicio.

Su cuerpo se había quedado casi sin aquel elemento, después de que lo disparara hacía la estructura de soporte del edificio. La fuerza provocó una diminuta y más que tímida grieta en la columna de la sala, le quedaba mucho por hacer y practicar al joven poyuelo. Quedó tal cual estaba la columna, pero con la única diferencia de haber sufrido un pequeño impacto.

Finalmente el joven aprendiz cayó inconsciente del terrible esfuerzo realizado, más que nada del gran desgaste físico y mental que le había producido aquello.

Lo extraño de todo aquello fue que antes de perder totalmente la nación del tiempo y la vida una imagen apareció en su mente. Ésta correspondía a un ser totalmente oscuro, iba cubierto con una túnica totalmente oscura y su rostro estaba cubierto por un tenebroso casco o mascara, posiblemente era un arcaico sith. Pero, ¿cual sería su significado o que relación podían tener?

Spoiler:

Lo único que el joven puede asegurar es que aquella imagen le causaría un sin fin de sueños tenebrosos y oscuros que no podría olvidar.

La Fuerza no es algo con que jugar, ni algo que se puede tomar a la ligera. Necesita de concentracion y constancia, de equlibrio, de paz, control. Muchos creerian que por ser Sith, nos dejamos llevar. Pero no es asi. Seguimos la misma doctrina que los Jedi, solo que no impedimos dejar fluir nuestras pasiones, ellas nos hacen fuerte, nos hacen el camino facil. Mas sin embargo, tambien necesitamos control de esta, control del cuerpo y de la mente.

Estas eran frases que pasaban por la mente del Maestro Kasius mientras veia como su joven alumno caia de manera inconsciente al suelo, desmayado por el esfuerzo que habia ejercido en aquel movimiento tanto fisico como mental. El sentir la fuerza recorrer por tu cuerpo es como sentir a una babosa, se escurre por el y puedes sentirla, fria o calida, te hiela o te quema, te asquea o te da gusto, y al expulsarla es como sentir que explota tu cuerpo.

Otras frases citadas mentalmente pero estas no eran por Kasius, alguien mas estaba en aquella sala, alquien mas que el joven alumno pudo versi sus sentidos aun estaban despiertos al momento de caer. Tal ves solo la tunica, o talves solo la mascara, mas no el rostro de aquel ser que, no traia la oscuridad consigo, si no, que el mismo era la propia oscuridad.

Aquella figura siguio su paso firme bajando lentamente escalon por escalon mientras el alumno yacia inmovil en el suelo sin sentido alguno, el Lord de los Sith se mostraba firme en su caminar mientras pasaba la Sala de un extremo a otro buscando de nuevo las escaleras ahora para subirlas y llegar a una puerta corrediza la cual se abrio con su sola presencia, pero antes de entrar sus pasos se silenciaron y aunque en el espacio no se escucho nada en la mente del Lord Kasius palabras susurraban sus pensamientos. - Hacia Arkania te dirijiras al terminar el entrenamiento, y tu aprendiz te llevaras. Un cambio se debe dar. Parecio detenerse las voces en su mente, se escucharon de nuevo los pasos del Señor Oscuro partir en las profundidades de aquella habitacion, mientras esos pasos lo conducian hacia la salida de la Academia, pero algo volvio a distraer al Maestro, - Nos vemos en la Sala de lo Oscuro.

Terminada estas palabras, la mente de Kasius descanso de aquellas voces mientras miraba el cuerpo inerte de su alumno. Que querria el Señor Oscuro que necesitaba de su presencia? eso lo averiguaria despues, mientras tanto con pasos sigilosos se acerco al cuerpo de su alumno y aplicando la fuerza en el lo mantuvo elevado mientras se sentaba en una forma de yoga esperando su despertar mediante una total concentracion y relajacion.

Maro había terminado agotado después de hacer uso de la fuerza de aquella manera tan feroz y vivaz. Sin lugar a dudas aquella vez se había dejado llevar por los sentimientos y pasiones, posiblemente la fuerza le preparaba un camino mejor y por eso no termino muerto después de tal brutal esfuerzo.

Al cabo de un buen grapado de horas el joven guerrero se despertó, a causa de una pesadilla en la que parecía aquel sujeto con aquella mascara tan tétrica y fría. El individuo se dio cuenta de que no percibía el frío del suelo y que notaba como su cuerpo tenía un centro de gravedad algo distinto a lo normal, fue entonces cuando giró su rostro y pudo contemplar al maestro Kasius en plena meditación con sus dos inmensos ojos dorados .

No podía moverse ni hacer nada, debía de esperar con paciencia que su maestro lo dejara caer sobre el suelo y a continuación ya vería que pasaría. Así que el joven guerrero se quedó estirado en la misma posición qeu estaba y se quedó reflexionando sobre aquello que acaba de aprender: el uso de la fuerza y no dejarse llevar por los sentimientos, es decir, tenerlo todo bajo control.

- La Fuerza fluye en todo El Universo, y somos capaces de sentirla de distintas maneras, La Fuerza de Atraccion (Amor, Placer, Deseos,etc) La Fuerza de Repelencia (Enemistades, Anti-Valores, etc), La Fuerza Bruta, solo que los seres comunes no la pueden sentir de la manera que nosotros la sentimos. La sienten como una sensacion, y no como esa energia que fluye y nos rodea, es por ello que no la pueden manipular como es debido, solo se dejan llevar inertemente por ella. El maestro entendia que su alumno estaba despierto, y por ello esbozaba estas palabras.

- Ahora siente la fuerza que esta fluyendo dentro de ti (Tu Fuerza) y siente la fuerza que fluye alrededor de ti (Mi Fuerza), esa fuerza que te rodea es la que estoy ejerciendo en ti, intenta una vez mas aplicar la fuerza como la aplicaste la vez pasada, pero esta vez concentrate, vuelvete uno con la fuerza, sientela desde que comienza su curso, hasta que sigue las direcciones que TU quieras, enviala a tu mano y es en ese momento en donde ella querra salir, pero detenla, concentrala hay y cuando creas que tienes lo necesario deja que fluya por si sola, pero que seas tu el que la dirija y con ella cortes la fuerza que estoy ejerciendo en ti.

Si el alumno cumplia con esto estaria listo su camino en La Fuerza, entendiendo estos principios podria aplicarlos para sus futuros entrenamientos y usos de La Fuerza y estaris listo para seguir su camino, de lo contrario con el agotamiento que presento la vez pasada, esta vez, podria morir.