Mostrando a Linn el Enclave [Linn y libre]

por **Mithrandir** Sáb Dic 19, 2009 5:55 pm

Mientras caminaban, Mith iba de vez en cuando contando algún detalle sobre partes interesantes, al menos para su curiosa mente, del enclave que formaba la Academia Jedi. Sin embargo pocos temas triviales o personales abarcaron. Una de aquellas pequeñas paradas fue frente a la gran estatua donde conoció a Marin y Arekus años atrás, a los que por cierto hacía tiempo que no veía.

— Esta es la figura de un célebre Maestro Jedi, llamado Jolee Cliath. — cuando pronunció aquel apellido un escalofrío recorrió su espalda al rememorar los recuerdos sobre aquella estatua cuando Larbi le contó quien era. Mithrandir había estado luchando, a base de meditación y estudio, contra aquellos sentimientos que le hacían recordar a su madre, averiguar sobre ella. Aquel Jedi jugaría un papel impotante en toda aquella trama. Su inquieta mente comenzó a revolotear de nuevo, pero pronto logró calmarla, consolándose con que pronto llegaría a ser Caballero Jedi y se le permitiría realizar aquel viaje de autoconocimiento que tanto anhelaba. — Se dice se desvió del Código al enamorarse y se exilió de la Orden por ello. — continuó Mith, tras aquella pausa, intentando recomponer su serenidad.

Frente a la estatua había un pequeño borde elevado donde el padawan tomó asiento, invitando a Linn a imitarle. Durante unos segundos contempló la bulliciosa sala, repleta de Youlings corriendo de un lado para otro, de Caballeros Jedi discutiendo en calma algún que otro relevante asunto. Después de todos aquellos años, salvo cuando permanecía junto a Tigre o Corcaigh, había tenido esa sensación de que no acababa de encajar en todo aquel adoctrinado engranaje. La mente de Mith era mucho más viva de lo que un estricto código, como el de los Jedi, pudiera contener. Es algo que intentaba apartar de su mente, intentaba borrar aquella posibilidad de su futuro, pero sabía que bien antes o después desearía conocer más. Más allá de lo permitido, incluso.

Parecía que la timidez o la poca habilidad social de ambos aprendices de Jedi iba a obstaculizar un fluido diálogo. Sin embargo Mithrandir no estaba dispuesto a ello. No quería perder el contacto con aquella joven que respresentaba su primer gran logro como guerrero de la luz en la Galaxia. Por lo que haciendo un esfuerzo, intentó comenzar una charla algo más distendida con la que comenzar a tejer el comienzo de lo que, Mith esperaba, fuese una gran amistad.

— He hablado demasiado creo yo. Aun no me has contado ni como te siente después de todo esto. — le dijo mirándole a los ojos a través de sus blancas y extrañas gafas. — Es más, hay algo que quería preguntarte: ¿Cómo afrontas esta nueva... aventura? ¿Con entusiasmo o más bien con resignación o como un deber? — preguntó curioso Mith, a la vez que volteaba su cabeza, clavando su mirada en los gigantescos ojos de aquel desconocido Jedi que tanto quería conocer.

por **tigresj** Dom Dic 20, 2009 3:41 pm

Mientras tanto...

- Que la fuerza este contigo Corcaigh, tiempo ha que no te veia querida - se dirigia Larbi hacia la anciana que se encargaba de los archivos jedi.

- Cuanto tiempo querido - respondia Corcaigh amablemente, - que te trae por aqui - prosiguia con una sonrisa en su rostro.

- Bien Corcaigh, no se si sabes lo que se va diciendo por ahi... pronto dejare de ser el Maestro Jedi de Mithrandir, esta llegando su momento -.

- Algo habia oido -, respondia Corcaigh con total serenidad. - Dime que es lo que te preocupa amigo mio -. Mohamed se puso firme entonces y comenzó a explicarle a Corcaigh su punto de vista, - Sabes que hace tiempo, cuando reclutamos a Mithrandir, se hallaba en una busqueda de su familia, o alguna información importante sobre ellos. Como bien sabes, realmente el amor, y los sentimientos relacionados con el mismo, es uno de los sentimientos que no se pueden controlar, y por encima de eso, aun peor, el amor... te deja a tan solo un paso del odio, por eso amiga mia, quiero pedirte que ayudes a Mithrandir con la información que tengo, pero no se lo pongas facil por favor. -

Corcaigh asintio y exclamo, ¡Cuentame pequeño tigre! - con una sonrisa cautivadora en su rostro...

Fue entonces cuando Mohamed comenzo a contarle a Corcaigh lo que sabia sobre Jolee Cliash:

- No se si realmente sera su ancestro, pero se habla de él como Jolee Bindo, y ese nombre no es muy comun... en fin... te cuento... durante sus días como padawan Jedi, Jolee fue considerado temerario e imprudente, desafiando al Consejo Jedi a menudo para hacer lo que el consideraba correcto. Un buen ejemplo de sus acciones se encuentra en el bloqueo del Sistema Ukatis. Incomunicado del resto de la Galaxia por su propio rey, el sistema Ukatis no podía recibir comida y recursos; desprovisto además de la ayuda del senado, Jolee decidió ayudar a la población del sistema por sí solo. Adquirió una nave y junto con un amigo robaron a los ricos (denominando a esta "recolección"el "impuesto sobre la codicia") y llevaron avituallamientos traspasando el bloqueo planetario.

Su nave sería derribada por la que sería su futura esposa, Nayama con la que se casaría a pesar de no ser visto con buenos ojos entre los jedi de ésta época. Jolee descubrió que su esposa tenía gran habilidad en la Fuerza y haciendo caso omiso del Consejo Jedi, la entrenó personalmente y pese a no haber alcanzado nunca el rango de "Caballero Jedi". Durante la guerra contra Exar Kun, su mujer, como muchos otros Jedi cayó al lado oscuro intentando que Jolee diera el mismo paso. Jolee resistió y venció a su mujer, no obstante, él no podía matarla y la dejó marchar cosa que lamentaría más tarde debido a que Nayama mataría muchos Jedi durante la guerra. Ese fue el motivo de que realmente Jolee cayera en el exhilio, a pesar de lo que el Consejo Jedi predica, jamas podria acabar a sangre fria con uno de los suyos, pero si que lo abandonaron a su suerte, impidiendole volver a su tierra natal.

El Consejo no castigó a Jolee por sus acciones sosteniendo que había aprendido la lección. Cuando quisieron promocionarle al státus de Caballero Jedi, Jolee había perdido la fe en la sabiduría del Consejo y se exilió. Lo ultimo que he oido de él, es que se encuentra en Kashyyyk donde su nave se estrelló y permaneció en este planeta explorando las profundidades del bosque. -

Corcaigh, respondio a Mohamed, - Tigre, algo ya sabia yo, como bien sabes, soy bastante anciana ya, y la historia que me cuentas no va nada desencaminada, pero no entendi, ¿quieres que ayudemos a Mithrandir a conocer a su familia? -

Mohamed miró a Corcaigh con respeto y asintio - Asi es, el muchacho se lo merece, ya es hora de que conozca su pasado y su familia, pero quiero que le sirva como prueba, y que el decida su camino, como bien sabes, una vez llegamos a un punto, debemos buscarnos a nosotros mismos, y supongo que ese sera su deseo. -

Finalizada la conversación, Mohamed se despidio de Corcaigh, y se marcho en dirección a la Boveda del Jardin, donde le gustaba relajarse con el sonido del agua, que le producia una gran serenidad.

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