Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
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Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por El Informador Lun Jul 06, 2009 8:54 am
Un trivial trabajo había dado a parar con los huesos y la maltrecha nave de Ludwig von Rosenberg en Corellia. Hasta ahora había tenido trabajos sin importancia, remunerados con pocos créditos que le servían para poco más que subsistir. Pensando en encontrar algún encargo más importante había decidido partir a Coruscant o Dantooine.
Cuando el joven se acercó a la nave tras abastecerse de provisiones para partir, una figura de mujer, acompañada por un robot de protocolo, se encontraba frente a su maltrecho vehículo, observándolo. Cuando vio aparecer a Ludwing se acercó y le dijo:
- ¿Es de usted esta... nave? - preguntó aquella misteriosa mujer, dudando de si podía llamarla así. - Necesito que me lleven de vuelta a Coruscant. Serás bien recompensado a cambio de no hacer preguntas. ¿Qué me dice?
MISIÓN: Llevar a esta mujer a Coruscant. Sencillo, ¿no? Bueno, ya veremos...
Yo haré de la joven cuando sea necesario. Dudas por MP a mi cuenta de jugador (Mithrandir).
¡Suerte!
Cuando el joven se acercó a la nave tras abastecerse de provisiones para partir, una figura de mujer, acompañada por un robot de protocolo, se encontraba frente a su maltrecho vehículo, observándolo. Cuando vio aparecer a Ludwing se acercó y le dijo:
- ¿Es de usted esta... nave? - preguntó aquella misteriosa mujer, dudando de si podía llamarla así. - Necesito que me lleven de vuelta a Coruscant. Serás bien recompensado a cambio de no hacer preguntas. ¿Qué me dice?
MISIÓN: Llevar a esta mujer a Coruscant. Sencillo, ¿no? Bueno, ya veremos...
Yo haré de la joven cuando sea necesario. Dudas por MP a mi cuenta de jugador (Mithrandir).
¡Suerte!
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por Ludwig von Rosenberg Lun Jul 06, 2009 7:11 pm
No quería estancarse como Contrabandista. Si realmente quería ser grande entre el concurrido mundo de los rastreros, debía hacer algo más que trabajitos de cuchitril. Fue ese día cuando decidió al fin salir del planeta en el que vivía. Empacó todas sus cosas para darse la vida de Contrabandista totalmente. Iba a comenzar lo que sería su “mundo” de los negocios oscuros.
Pero no tardaría mucho en abrírsele el camino ante sí, pues a punto de irse, una mujer se interesaría en contar con sus servicios. A decir verdad no inspiraba mucha confianza que digamos pero pues…era su primera oportunidad de progresar.
El joven la miró de reojo, luego dirigió su mirada hacia el droide. Se giró y se acercó a ella a escasos metros.
-¿Y de cuánto estamos hablando, señorita?- sus palabras se mantuvieron seguras y seductoras, como era normal en su timbre de voz.
Pero no tardaría mucho en abrírsele el camino ante sí, pues a punto de irse, una mujer se interesaría en contar con sus servicios. A decir verdad no inspiraba mucha confianza que digamos pero pues…era su primera oportunidad de progresar.
El joven la miró de reojo, luego dirigió su mirada hacia el droide. Se giró y se acercó a ella a escasos metros.
-¿Y de cuánto estamos hablando, señorita?- sus palabras se mantuvieron seguras y seductoras, como era normal en su timbre de voz.
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por El Informador Lun Jul 06, 2009 7:42 pm
- Vaya que directo. - respondió la mujer, sin aun mostrar su rostro demasiado, tapado por la capucha de su capa. - Unos 500 ahora y 800 a la llegada.
Asumiendo que diría que sí el plateado droide de protocolo comenzó a subir por la rampa de la nave.
- Espero que llegemos enteros con ésto... - dijo en tono despectivo la muchacha, mientras esperaba la respuesta del contrabandista.
Asumiendo que diría que sí el plateado droide de protocolo comenzó a subir por la rampa de la nave.
- Espero que llegemos enteros con ésto... - dijo en tono despectivo la muchacha, mientras esperaba la respuesta del contrabandista.
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por Ludwig von Rosenberg Lun Jul 06, 2009 7:55 pm
El muchacho quedó rebasado por la misteriosa mujer. Se dio la vuelta, y escoltando a la chica, subieron a la nave. El joven habló para sí:
-Yo también espero llegar entero con una mujer así en mi nave.- su tono parecía quejumbroso. No tenía buena pinta esa mujer, de eso no cabía duda. Pero trató de que ella no lo escuchara.
Finalmente la nave se cerró tras de él. Y Ludwig le mostró el asiento de “recepción” de la nave. Aunque realmente no hacía falta ese tipo de acciones, pero al chico le gustaba el protocolo. Él se acomodó delante para el despegue.
-Yo también espero llegar entero con una mujer así en mi nave.- su tono parecía quejumbroso. No tenía buena pinta esa mujer, de eso no cabía duda. Pero trató de que ella no lo escuchara.
Finalmente la nave se cerró tras de él. Y Ludwig le mostró el asiento de “recepción” de la nave. Aunque realmente no hacía falta ese tipo de acciones, pero al chico le gustaba el protocolo. Él se acomodó delante para el despegue.
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por El Informador Lun Jul 06, 2009 8:06 pm
Cuando el joven, la mujer y el droide estuvieron a bordo las compuertas se cerraron. Una vez que la esbelta mujer se sintió segura de no ser reconocida se quitó la capucha mostrando su rostro. Una hermosa cara Twi'lek, de piel verde clara, apareció tras aquellas telas:
- Espero que lleguemos de una pieza. Escogí esta nave para pasar desapercibida, pero pensé que se encontraría en mejor estado. - dijo la Twi'lek mientras miraba a su alrededor, examinando la nave. - Vamos, despeguemos, no hay tiempo que perder. - insistió, algo altiva, la mujer.
OFF: Describe en uno o dos post, como lo veas necesario, el despegue, la salida de la atmósfera y la entreda en el hiperespacio (velocidad de la luz). Ahí volveré a intervenir. ^^
- Espero que lleguemos de una pieza. Escogí esta nave para pasar desapercibida, pero pensé que se encontraría en mejor estado. - dijo la Twi'lek mientras miraba a su alrededor, examinando la nave. - Vamos, despeguemos, no hay tiempo que perder. - insistió, algo altiva, la mujer.
OFF: Describe en uno o dos post, como lo veas necesario, el despegue, la salida de la atmósfera y la entreda en el hiperespacio (velocidad de la luz). Ahí volveré a intervenir. ^^
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por Ludwig von Rosenberg Lun Jul 06, 2009 8:40 pm
Era muy bella, cualquier mortal quedaría impregnado de un aire “atontador” mirando a esa mujer. Pero no había tiempo para esas cosas, y en este momento, lo único que a Ludwig le preocupaba, era que la nave no le fallara en el peor momento. Eran bastantes créditos en juego, y su reputación como Contrabandista.
-Bien, señorita. En breves momentos procederemos al despegue. Abróchese el cinturón e intente estar todo lo cómoda que pueda.
Los protocolos eran una de sus diversiones y por ende, una de sus cualidades.
Comenzó a tocar botones, palancas, y demás. La nave no volaba desde hacía unas semanas y bueno, imagina el resto. Surgió una pequeña explosión en el panel de control.
-¡Diablos!- se quejó el humano. –Vamos pequeña, no puedes fallarme ahora.- dijo mientras sus manos tecleaban velozmente botón tras botón, y palanca tras palanca.
El sudor comenzó a apoderarse del muchacho. Saltó de su asiento para llegar a otros lugares donde los fusibles habían estallado y los cambió por otros. Era todo un velocista en el manejo de la nave. Volvió a sentarse e hizo despegar la nave finalmente.
-Bien pequeña, así me gusta. Sabía que podía confiar en ti.- Pero la nave, que estaba a un par de centímetros del suelo, calló bruscamente. Los reactores fallaron y la nave volvió a tocar tierra firme.
-¡Maldita sea! ¡Qué demonios pasa ahora!- Ludwig subió la palanca de encendido y ésta se encendió por menos de un segundo. Luego le dio un golpe al panel y la nave volvió a funcionar. –Bien, espero que ahora estemos en el buen camino…
La nave despegó al fin. Y volaron ya sin problemas. Y aunque el chico no parecía muy confiado, pues no dejaba de tocar botones y mirar una y otra vez el hiperimpulsor, no las tenía todas consigo. No le dirigió la atención a la Twi’lek, sólo se mantuvo en su trabajo, concentrado como nunca. La nave salió finalmente de la atmósfera y no parecía haber problema alguno ahora.
-Bien, señorita, abróchese el cinturón. Saltaremos al hiperespacio en unos segundos. No se preocupe por lo de antes, la nave tenía que hacer el calentamiento.- bromeó con sus últimas palabras.
El chico hizo una excelente astrogación, y la nave saltó al hiperespacio.
-Bien, señorita. En breves momentos procederemos al despegue. Abróchese el cinturón e intente estar todo lo cómoda que pueda.
Los protocolos eran una de sus diversiones y por ende, una de sus cualidades.
Comenzó a tocar botones, palancas, y demás. La nave no volaba desde hacía unas semanas y bueno, imagina el resto. Surgió una pequeña explosión en el panel de control.
-¡Diablos!- se quejó el humano. –Vamos pequeña, no puedes fallarme ahora.- dijo mientras sus manos tecleaban velozmente botón tras botón, y palanca tras palanca.
El sudor comenzó a apoderarse del muchacho. Saltó de su asiento para llegar a otros lugares donde los fusibles habían estallado y los cambió por otros. Era todo un velocista en el manejo de la nave. Volvió a sentarse e hizo despegar la nave finalmente.
-Bien pequeña, así me gusta. Sabía que podía confiar en ti.- Pero la nave, que estaba a un par de centímetros del suelo, calló bruscamente. Los reactores fallaron y la nave volvió a tocar tierra firme.
-¡Maldita sea! ¡Qué demonios pasa ahora!- Ludwig subió la palanca de encendido y ésta se encendió por menos de un segundo. Luego le dio un golpe al panel y la nave volvió a funcionar. –Bien, espero que ahora estemos en el buen camino…
La nave despegó al fin. Y volaron ya sin problemas. Y aunque el chico no parecía muy confiado, pues no dejaba de tocar botones y mirar una y otra vez el hiperimpulsor, no las tenía todas consigo. No le dirigió la atención a la Twi’lek, sólo se mantuvo en su trabajo, concentrado como nunca. La nave salió finalmente de la atmósfera y no parecía haber problema alguno ahora.
-Bien, señorita, abróchese el cinturón. Saltaremos al hiperespacio en unos segundos. No se preocupe por lo de antes, la nave tenía que hacer el calentamiento.- bromeó con sus últimas palabras.
El chico hizo una excelente astrogación, y la nave saltó al hiperespacio.
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por El Informador Lun Jul 06, 2009 9:15 pm
Tras algunos problemas para elevar la nave, Ludwing al final pudo despegar. La misteriosa Twi'lek observaba cada movimiento del joven, cada vez menos confiada. Cuando saltaron al hiperespacio algo pareció no ir bien. Algunos extraños números comenzaron a aparecer en el panel y la nave cimbreó de manera extraña. Aquello no era normal para un viaje a la velocidad de la luz. La cara de la mujer se descompuso y gritó:
- ¡Sal de la velocidad de la luz, por las lunas de Yavin! - mientras echaba mano de la palanca, haciendo que la nave volviera a la velocidad normal.
Tras salir del hiperespacio ambos se dieron cuenta de lo delicado de la situación. Se encontraban irremediablemente a punto de entrar en un campo de asteroides. La pericia del joven a los mandos de la nave sería lo único que podría salvarlos.
OFF: Aquí viene un obstáculo a superar. Dificultad 7. Describe, en cuantos post veas necesario, como consigues salir de aquel campo de asteroides.
Pista: Deberás usar toda tu habilidad en el manejo de la nave y toda tu lucidez mental para salir del apuro... Si tienes dudas mira [Solamente los administradores pueden ver este vínculo]. ^^
- ¡Sal de la velocidad de la luz, por las lunas de Yavin! - mientras echaba mano de la palanca, haciendo que la nave volviera a la velocidad normal.
Tras salir del hiperespacio ambos se dieron cuenta de lo delicado de la situación. Se encontraban irremediablemente a punto de entrar en un campo de asteroides. La pericia del joven a los mandos de la nave sería lo único que podría salvarlos.
OFF: Aquí viene un obstáculo a superar. Dificultad 7. Describe, en cuantos post veas necesario, como consigues salir de aquel campo de asteroides.
Pista: Deberás usar toda tu habilidad en el manejo de la nave y toda tu lucidez mental para salir del apuro...
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por Ludwig von Rosenberg Mar Jul 07, 2009 5:56 pm
La nave dejó de temblar una vez que hubo salido de la velocidad de la luz. Pero aún así, la tarea de salir de aquel espacio de esteroides. Sin lugar a dudas iba a necesitar algo más que su destreza a los mandos de la nave.
-Tranquila, saldremos de esta- le dijo para tranquilizarla. –espero.- esto último lo dijo más bien para sí mismo.
Redujo la velocidad de la nave para mayor desenvoltura en el hostil medio en el que ahora le tocaría lidiar. Y aminorar la marcha era algo que tal vez los ayudaría a salir vivos de esta. Rápidamente se centró en como giraban todas las rocas enormes del medio. Todas iban en la misma dirección, y eso dio lugar a que el chico supiera mejor como hacer las maniobras de anticipo ante problemas importantes. Todas hacían un giro gravitacional de derecha a izquierda, haciéndo círculos horizontales. No se movían de una manera demasiado rápido, así que daba mucho tiempo a pensar las posibles vías de navegación de la nave de transporte ilegal del muchacho.
-Espero que sepas lo que estás haciendo, jovencito.- replicó la mujer algo disgustada, o temerosa del asunto. Quien sabe.
-Si me deja los nervios para otra ocasión, señorita –dijo con ritintín.- entonces tal vez pueda solucionar el problemita para salir de esta.- a Ludwig le molestaba que lo desconcentraran en momentos clave.
Una vez observados los movimientos y los tiempos en los que los asteroides se movían, Ludwig comenzó a ir algo más a prisa. Sorteando hábilmente los pedruscos, llegó a una zona donde éstos eran aún más numerosos. Se apelotonaban como si de hormiguitas trabajadoras se tratase.
-¡Oh, lo que faltaba!-se quejó Ludwig. –Encanto, agárrese fuerte...-no dijo más.
Ya conocía los movimientos, y eso iría a su favor. Pero estaban demasiado juntas, y su pericia no sería suficiente. Es cierto que el conocimiento previo de la rotación/traslación de las prominentes rocas jugaba a su lado, pero haría falta algo más que eso para convertir ese peligro en nada. Y eso significaba tener algo de suerte en sus maniobras.
Comenzó el sorteo de obstáculos. Zigzagueaba una y otra vez, mientras veía como el fin se acortaba poco a poco. Todo parecía salir bien, pero una roca más bien pequeña, se cruzó en una hélice de la nave. La piedra salió de detrás de otra mucho más grande, imposible de haberla visto por consiguiente.
-¡Qué me aspen si no me han tocado con la varita de la mala fortuna!
La nave estaba maltrecha, la dirección no iba bien, pero lograría salir de aquel “Campo de la Muerte”
-Tengo dos noticias; una buena y otra mala. ¿Cuál quiere primero?
-Me da lo mismo, ¿qué ocurre?- respondió ella algo seca.
-Pues…la mala, es que la nave está averiada.
-¿Y la buena?- se apresuró a preguntar ella, algo preocupada por la situación.
-La buena es…que bueno…podríamos llegar al planeta más cercano…
-¿Por qué duda tanto? ¡¡Responda!
-Vamos, señorita. Tranquilícese ¿quiere?
-¿Cómo me dice que me tranquilice cuando podría morir aquí mismo?
-No se altere, nadie se va a morir ¿de acuerdo?- trató de tranquilizarla con tono algo fastidioso.-Podríamos llegar a algún planeta cercano, siempre y cuando no esté demasiado lejos. Déjeme ver coordenadas.
Y el joven piloto comenzó a buscar posibles enclaves para aterrizar la nave maltrecha.
-Tranquila, saldremos de esta- le dijo para tranquilizarla. –espero.- esto último lo dijo más bien para sí mismo.
Redujo la velocidad de la nave para mayor desenvoltura en el hostil medio en el que ahora le tocaría lidiar. Y aminorar la marcha era algo que tal vez los ayudaría a salir vivos de esta. Rápidamente se centró en como giraban todas las rocas enormes del medio. Todas iban en la misma dirección, y eso dio lugar a que el chico supiera mejor como hacer las maniobras de anticipo ante problemas importantes. Todas hacían un giro gravitacional de derecha a izquierda, haciéndo círculos horizontales. No se movían de una manera demasiado rápido, así que daba mucho tiempo a pensar las posibles vías de navegación de la nave de transporte ilegal del muchacho.
-Espero que sepas lo que estás haciendo, jovencito.- replicó la mujer algo disgustada, o temerosa del asunto. Quien sabe.
-Si me deja los nervios para otra ocasión, señorita –dijo con ritintín.- entonces tal vez pueda solucionar el problemita para salir de esta.- a Ludwig le molestaba que lo desconcentraran en momentos clave.
Una vez observados los movimientos y los tiempos en los que los asteroides se movían, Ludwig comenzó a ir algo más a prisa. Sorteando hábilmente los pedruscos, llegó a una zona donde éstos eran aún más numerosos. Se apelotonaban como si de hormiguitas trabajadoras se tratase.
-¡Oh, lo que faltaba!-se quejó Ludwig. –Encanto, agárrese fuerte...-no dijo más.
Ya conocía los movimientos, y eso iría a su favor. Pero estaban demasiado juntas, y su pericia no sería suficiente. Es cierto que el conocimiento previo de la rotación/traslación de las prominentes rocas jugaba a su lado, pero haría falta algo más que eso para convertir ese peligro en nada. Y eso significaba tener algo de suerte en sus maniobras.
Comenzó el sorteo de obstáculos. Zigzagueaba una y otra vez, mientras veía como el fin se acortaba poco a poco. Todo parecía salir bien, pero una roca más bien pequeña, se cruzó en una hélice de la nave. La piedra salió de detrás de otra mucho más grande, imposible de haberla visto por consiguiente.
-¡Qué me aspen si no me han tocado con la varita de la mala fortuna!
La nave estaba maltrecha, la dirección no iba bien, pero lograría salir de aquel “Campo de la Muerte”
-Tengo dos noticias; una buena y otra mala. ¿Cuál quiere primero?
-Me da lo mismo, ¿qué ocurre?- respondió ella algo seca.
-Pues…la mala, es que la nave está averiada.
-¿Y la buena?- se apresuró a preguntar ella, algo preocupada por la situación.
-La buena es…que bueno…podríamos llegar al planeta más cercano…
-¿Por qué duda tanto? ¡¡Responda!
-Vamos, señorita. Tranquilícese ¿quiere?
-¿Cómo me dice que me tranquilice cuando podría morir aquí mismo?
-No se altere, nadie se va a morir ¿de acuerdo?- trató de tranquilizarla con tono algo fastidioso.-Podríamos llegar a algún planeta cercano, siempre y cuando no esté demasiado lejos. Déjeme ver coordenadas.
Y el joven piloto comenzó a buscar posibles enclaves para aterrizar la nave maltrecha.
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por El Informador Mar Jul 07, 2009 6:31 pm
Tras las acrobáticas maniobras del joven Ludwing, la nave con rumbo a Coruscant se encontraba perdida, en mitad de la Galaxia, con algunos daños que no le permitirían llegar muy lejos. Ludwing comenzó a buscar un destino cercano, pero su registro no funcionaba muy bien debido a la brusca salida del hiperespacio. Encontró un planeta cercano al que acudir, pero no sabían cual podría ser. En un giro de la nave pudieron orientarse y visualizar el planeta con sus propios ojos.
Aunque aun no se veía muy grande, puedo distinguir grandes masas de océanos y algunas manchas verdes, por lo que todo parecía indicar que su atmósfera era respirable.
- Allí está. - dijo la Twi'lek. - Parece que podremos respirar allí, ¿no crees? - hizo una pausa para mirar como Ludwing toqueteaba, preocupado, botones y palancas. - ¿Crees que llegaremos?
OFF: Describe un aterrizaje de emergencia en una zona de jungla. No dañes más tu nave. El aterrizaje debe ser aparatoso pero no debe recibir más daños importantes, ok?
Aunque aun no se veía muy grande, puedo distinguir grandes masas de océanos y algunas manchas verdes, por lo que todo parecía indicar que su atmósfera era respirable.
- Allí está. - dijo la Twi'lek. - Parece que podremos respirar allí, ¿no crees? - hizo una pausa para mirar como Ludwing toqueteaba, preocupado, botones y palancas. - ¿Crees que llegaremos?
OFF: Describe un aterrizaje de emergencia en una zona de jungla. No dañes más tu nave. El aterrizaje debe ser aparatoso pero no debe recibir más daños importantes, ok?
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Re: Misión de Transporte [Ludwig von Rosenberg]
por Ludwig von Rosenberg Mar Jul 07, 2009 6:45 pm
El chico no tenía tiempo ni de responder. Estaba muy centrado en sus propios problemas con la nave y casi ni había escuchado a la twi’lek. Sus dedos parecían velocistas en unos juegos olímpicos. Y los sudores del humano parecían como si la lluvia lo hubiera alcanzado no hacía mucho. Su respiración iba en aumento, agitadamente.
-Encanto, creo que esto va a costar más de lo que esperaba.- dijo el Contrabandista.
-¿A qué te refieres? ¿Vamos a morir? ¿No llegaremos vivos a ese…planeta?
-Pues siento ser demasiado directo, señorita. Pero eso es lo que me temo.
El chico volvió a sus mandos e intentó controlar la nave lo mejor que pudo. El planeta era habitable y su nave se acercaba cada vez más a aquellas tierras. Giró la nave en dirección a un frondoso bosque que desde lo alto de las nubes se divisaba. Ya entraron en la atmósfera y con una mezcla de destreza y suerte, la nave quedó colgada de unas lianas. No había sufrido daño alguno. Increible. Seguramente sería imposible que pasara algo así por segunda vez. Y por supuesto, el chico aprovechó la coyuntura.
-Encanto, no encontrará mejor piloto que yo en toda su vida.- dijo jactándose con falacias, de su afortunado aterrizaje forzoso. –lo único malo, es que estamos como…-miró por la escotilla.-como a unos siete u ocho metros de tierra firme.
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-Encanto, creo que esto va a costar más de lo que esperaba.- dijo el Contrabandista.
-¿A qué te refieres? ¿Vamos a morir? ¿No llegaremos vivos a ese…planeta?
-Pues siento ser demasiado directo, señorita. Pero eso es lo que me temo.
El chico volvió a sus mandos e intentó controlar la nave lo mejor que pudo. El planeta era habitable y su nave se acercaba cada vez más a aquellas tierras. Giró la nave en dirección a un frondoso bosque que desde lo alto de las nubes se divisaba. Ya entraron en la atmósfera y con una mezcla de destreza y suerte, la nave quedó colgada de unas lianas. No había sufrido daño alguno. Increible. Seguramente sería imposible que pasara algo así por segunda vez. Y por supuesto, el chico aprovechó la coyuntura.
-Encanto, no encontrará mejor piloto que yo en toda su vida.- dijo jactándose con falacias, de su afortunado aterrizaje forzoso. –lo único malo, es que estamos como…-miró por la escotilla.-como a unos siete u ocho metros de tierra firme.
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